En 1992 y 1993 se sacó en procesión el
Cristo de la Misericordia, el domingo de Resurrección de 1993 un grupo de
hombres deciden fundar una Cofradía a este Cristo, dando a conocer a todo el
pueblo para el que desee integrarse. En dicha reunión se decide estar
formada solo por hombres, durante su primer año todos los cofrades pagan
mensualmente una cuota para la construcción de las andas para portarlas por
ocho personas, en 1994 salio por primera vez la Cofradía Cristo de la
Misericordia en la procesión del Silencio.

Cristo de la Misericordia |
Estilo Renacimiento, mediados del siglo XVI, mide1.20 m.
Conservado en la Iglesia Santa María, a la cual siempre perteneció.
Lleva tres clavos. Imagen procesional en la Semana Santa de Villafáfila.
Este
Cristo antiguamente se sacaba en procesión llevado por una persona
sujetándolo con las manos y su base en un fajín, los últimos en
procesionar fueron de la familia los "Pelos". Desde el año 1993
este Cristo es titular de la Cofradía que da nombre y el cual es
sacado en precisión el Miércoles Santo en la procesión del Silencio.
Referencia indirecta a su altar en el inventario de 1815: "la
capilla de la mano derecha consta de dos altares, uno del Cristo de
la Misericordia, que está al frente y otro de San Antonio Abad. La
capilla de la otra mano consta igualmente de dos altares, uno que lo
es de Ntra. Sra. del Rosario y el otro de Santa Isabel".
Lib. Fáb. Santa María, 1805-1853, pág. al final.
La escultura está ligeramente inclinada a su lado derecho. El cuerpo
se muestra bien perfilado. Los brazos presentan menor ángulo que en
los Cristos hispano-flamencos locales. La cabeza está inclinada
hacia delante y a su lado derecho, con corona de espinas metálica,
que obliga al pelo real, no esculpido – a caer suelto sobre los
hombros y pecho. En principio, la cabellera estaba tallada,
quitándola posteriormente y dejando un casquete sobre el cual se
colocó la peluca. La cara presenta más bien una expresión dormida,
agotada físicamente, aunque dolorosa. Conjuga la expresividad con su
belleza formal. La boca está entreabierta.
Presenta
el “perizonium” formado por un paño muy pegado al cuerpo, doblado
desigualmente formando pliegues ligeros y poco angulosos, que se
sujeta a su cintura con un cordón, visible en parte, dejando
descubierta su cadera derecha.
El paño se anuda y cae del mismo lado. Este tipo de “perizonium” es
bastante frecuente en Tierra de Campos, pues así puede observarse en
crucificados de Aguilar de Campos, Gastón de Campos y Cabezón del
Valderaduey, aunque con sus nudos colocados a su izquierda. En
Castromocho hay un crucifijo del mismo tipo de Alejo de Vahía, pero
con “perizonium” anudado a su lado derecho.
Tiene las piernas rectas con sus rodillas separadas, su pie derecho
sobre el izquierdo para recibir el clavo. Ocultando la desnudez,
desde el siglo XVIII su cadera y parte de las piernas van cubiertas
con una falda, suelta sin pliegues, de tela adamasquinada y
terminada en hilos dorados.
Las manos las tiene abiertas, con el dedo pulgar separado de los
otros para recibir los clavos. De sus heridas brota bastante sangre.
Sobre los brazos cuelga un sudario que llega hasta el final de la
falda. Su estado de conservación es bueno y su policromía excelente,
con encarnación en liguero pulimento. Esta realza su anatomía y la
armonía de sus proporciones.
No es normal en el Renacimiento crucificados con el pelo natural y
corona de espinas metálica y por eso lo hemos desviado a un
Renacimiento prebarroco, como se nota en el paño de pureza plegado y
acordonado. |