CARACTERÍSTICAS DE LAS LAGUNAS

RESERVA NATURAL LAGUNAS DE VILLAFÁFILA

     
 
     

Las condiciones físicas y climáticas de este territorio han propiciado la existencia de uno de los humedales más importante de la Península Ibérica, El conjunto palustre está situado en la comarca de la Tierra de Campos zamorana,  en plena cuenca del Duero y dentro de la unidad hidrológica "Región Esla-Valderaduey" en la que ocupa la parte suroccidental. Con localización cartográfica en el Mapa Topográfica Nacional 1:50.000 hojas 308 (Villafáfila) y 340 (Manganeses de la Lampreana), en coordenadas U.T.M.: 2.78/46.42 (NW); 2.93/46.42 (NE); 2.78/46.30 (SW) Y 2.93/46.30 (SE) (JORDÁ PARDO J. 1993: 85). Ubicadas en una cuenca semiendorréica, de características estepáricas, de escasa pendiente, estacionales estando sometidas al régimen anual de lluvias para su almacenamiento y duración del agua.

El complejo lagunar que ha dado nombre y fama a la Reserva está seguido casi en el centro de la cuenca y unas 500 hectáreas lagunares en época de de máxima inundación, distribuidas principalmente por tres términos municipales, Villafáfila (Otero de Sariegos anejo de Villafáfila), Revellinos y Villarrín de Campos. Está integrado por tres lagunas de mayor tamaño y varias más pequeñas, destacan por su tamaño las siguientes Lagunas:

- Laguna Salina Grande, con una superficie de 192 hectáreas y perteneciente al municipio de Villafáfila.

- Laguna de Barillos, con una superficie de 117 hectárea y perteneciente a los municipios de Villafáfila y Revellinos .

- Laguna de las Salinas, con una superficie de 80 hectáreas y perteneciente  a los municipios de Villafáfila y Villarrín de Campos.

Alrededor de ellas se sitúa un rosario de pequeñas lagunas que completan el complejo lagunar: 

- Arbellina, Salina Pequeña, Santa Marta, La Fuente, Caballos, lagunas Prado del Valle, Carrerina, el Villar, El Puente, Parva, Honda, Rual, Vega, lagunas Redondales, perteneciente al municipio de Villafáfila.

- Paneras, Rosa, Fuente, perteneciente al municipio de Revellinos.

- Paviosa, Tres Lagunas, Grieta Marta, San Pedro, Villardón, perteneciente al municipio de Villarrín de Campos.

- Bamba, perteneciente al municipio de Tapioles.

Así como abundantes áreas mal delimitadas de encharcamiento estacional o de difícil desagüe denominados "bohodones", "navajos", "huergas" o "tablas", que en invierno llegan a ocupar casi 1.000 Ha. de superficie anegada.

Aparte de estas lagunas más o menos delimitadas existen amplias áreas que en invierno se encharcan y tienen un difícil drenaje, que en otro tiempo pudieran haber sido lagunas que se colmataron, manteniendo en años húmedos este carácter mixto. Así una amplia zona entre Revellinos y la "Salina de Barillos", el "Prado" de Vidayanes, los prados de la "Dehesa de Fortiñuelas", en San Agustín, "El Bohodón de Ampudia", "Los Riegos", “La Pradera Redonda”, “La Sapera”, "El Camparrón" “Prado de San Fagúndez” y "Los Navajos" en Villafáfila, el prado de la "Dehesa de Muélledes" y “El Chaguazal” en Villarrín y " El Prado" de Otero.

La cuenca lagunar receptora ocupa una extensión de más de 16.800 hectáreas en el interior de la Reserva y está vertebrada por el arroyo Salado. Incluye gran parte de los términos de Otero de Sariegos, San Agustín del Pozo, Revellinos, Vidayanes, Villafáfila, Villarrín de Campos y una pequeña zona de Tapioles (Bamba). A partir del núcleo urbano de Villarrín se forma el valle del Salado.

Cuenca lagunar receptora ocupa una extensión de más de 16.800 hectáreas en el interior de la Reserva y está vertebrada por el arroyo Salado

 

El relieve está formado por una superficie suavemente ondulada de arcillas terciarias organizada en varias cadenas de tesos entre los 680 y 730 metros de altitud (alcanzando la mayor altitud el Teso de la Horca con 733 m.) que divergen hacia el suroeste, dejando en el centro una depresión plana ocupada por grandes áreas encharcadas que constituyen las propias lagunas.

Las Lagunas, por su dinámica natural, suelen acumular agua en épocas de lluvias abundantes y se secan casi todas al principio del verano en años normales. La profundidad media en máxima inundación no alcanza el metro, excepto en algún lugar puntual. Se trata, por lo tanto, de extensas superficies encharcadas en las que se alternan periodos de sequía e inundación.

Parte del régimen de las lagunas se mantiene con el aporte de las escorrentías de las tierras de Revellinos, Vidayanes, Villafáfila, Otero de Sariegos y parte de las de Villarrín, Tapioles y San Esteban del Molar, a través de arroyos temporales que causan gran erosión en los terrenos arcillosos formando las cavenes o torrentes dendríticos que se organizan en arroyos más persistentes.

Arroyos, desagües, regatos etc., que desembocan en las lagunas

 

Así el arroyo de "Las Felipas" que nace a unos 720 m. entre Cerecinos de Campos y Revellinos lleva la mayor parte de las aguas de este término hacia la "Salina de Barillos", la parte oeste de Revellinos vierte por el arroyo de "Las Viñas", que junto al arroyo de "La Huerga" , que trae las aguas desde el término de San Esteban, forman el arroyo del "Riego" o de "Los Riegos", que es el principal afluente de la "Salina Grande"; ésta, además, recibe las aguas del oeste de Villafáfila por  el regato del "Tío Hachero", el arroyo de la "Zanja "y la "cavén de San Juan".

El Agua de las principales lagunas contiene altas concentraciones de cloruro sódico, estando los sulfatos y carbonados en proporciones minoritarias. Al tratarse de aguas muy mineralizadas, se desarrollan comunidades de hidrobiológicas únicas en la Península Ibérica y que encuentra en este lugar el límite occidental de su distribución en el Paleártico. El fitoplancton es muy pobre debido a la alta turbidez de las aguas, pero el zooplancton es muy diverso e interesante. Estas comunidades son altamente productivas y concentran precisamente su producción en los cortos periodos de tiempo que dura la inundación, lo que explica su notable interés como recurso alimenticio para muchas aves acuáticas migratorias.

En la laguna de "Las Salinas" desagua por el oeste el arroyo de "Las Agujas" que trae las aguas del noroeste de Villarrín y por el este le llegan las aguas de "La Loma" de Villafáfila y de Otero a través de "Los Pontones", el arroyo del "Alberque" y el arroyo de "La Rosa".

Laguna de Salinas al fondo la zona de Santioste

 

El agua que fluye a las lagunas en los periodos de lluvia llega cargada de barro que va provocando la colmatación de las mismas, y conteniendo abundantes sales disueltas procedentes de la degradación de las antiguas rocas madres que formaron los terrenos arcillosos.

Además de las aguas pluviales, las lagunas se sustentan, o mejor se sustentaban, gracias a las numerosas fuentes y pozos artesianos que existían en los alrededores y que mantenían su aporte a lo largo de todo el año, y cuya agua contenía gran cantidad de sales disueltas procedentes de las capas freáticas inferiores. El acuífero subterráneo del que se nutren “corresponde a una zona de descarga de aguas subterráneas que han efectuado un largo recorrido. Estas aguas, procedentes del exterior de la cuenca del río Salado, son las responsables de la alta salinidad del acuífero y de las lagunas.” (JORDÁ 1993: 94). El descenso del nivel de estas capas provoca que, apenas, se mantengan manando media docena en el verano, estación en la que las lagunas se secan salvo las  recientemente excavadas con el propósito de mantener la fauna.

Pozo artesiano

 

Según Pedro Plans (1970: 212 - 215), el origen de estas lagunas se debe a una inversión del relieve, pues la erosión diferencial (debida a las diversas resistencias de los materiales a los agentes erosivos) ha sobreexcavado las arcillas y las margas por debajo del nivel de las terrazas fluviales circundantes, formando pequeñas depresiones sin comunicación con el nivel actual de los ríos. No son el fondo de una cuenca lacustre de época miocénica. Además en su formación ha tenido poca incidencia el clima, aunque la aridez siempre contribuye a estos fenómenos de endorreísmo.

La presencia de abundantes materiales salinos en ellas no sólo constituye un factor primordial de las formaciones vegetales, sino que ha sido uno de los principales motores de la actividad humana en torno a las mismas desde antiguo tal y como documentan los vestigios arqueológicos documentados (RODRIGUEZ/ LARREN / GARCIA 1990).

Siguiendo a Plans "las sales procedentes de la disolución del roquedo precedente y de, tal vez, una formación salina previa, son disueltas por el agua de lluvia, proceso favorecido por las pequeñas pendientes y la dificultad de lavado, y son arrastradas hacia las lagunas. Esto, junto con la impermeabilidad de suelo, la aridez y la sequedad estival y la poca profundidad hace que en verano se vayan evaporando y, como el agua alcanza fácilmente la saturación de sales, estas se van depositando en los márgenes, formando costras blancas.

Además, la existencia de formaciones salinas precedentes en el subsuelo que confieren una riqueza de sales a las aguas artesianas hace que, al verterse estas en la superficie, aporten sales del subsuelo y con la evaporación se produce el mismo proceso".

La composición de las sales es a base de cloruros y sulfatos de sodio, calcio y magnesio, cuyas concentraciones varían a lo largo del año en función de la evaporación de las aguas, estando éstas más cargadas de sales en los meses de verano, cuando no se secan totalmente.

Los recursos hídricos subterráneos de la cuenca soy muy importantes, pues se han identificado dos acuíferos, uno de ellos de carácter regional y otro de carácter local. El acuífero regional es profundo y no posee una descarga natural directa a las lagunas excepto a través de antiguos pozos, la mayoría de ellos abandonados por tratarse de agua salada, ni apta para el riego ni para el consumo humano. El local es superficial, se encuentra conectado directamente a las lagunas y su agua tiene menos salinidad.

A pesar de la existencia de estos dos acuíferos la dinámica de llenado de las lagunas se pensaba que dependía, casi con exclusividad, de la pluviometría por aportes de escorrentía de la parte alta de la cuenca a través de los ríos y arroyos que las conectan. De este modo las lagunas se irían llenado una detrás de otra, sin embargo el comportamiento es de otro y existe variabilidad dependiendo de los años.

Generalmente, la Salina Grande se llena de agua mientras la laguna de Barillos está aun completamente seca, pero algunas veces ocurre lo contrario, la laguna de Barillos se llena mientras que la Salina Grande permanece seca. Los resultados de los  estudios realizados en los últimos años sobre diversos aspectos del sistema lagunar, apuntan un modelo de llenado de las lagunas por el cual cada laguna actúa de manera independiente, captando el agua que proviene de cada cuenca particular y recibiendo así mismo agua por aportación procedente del acuífero superficial, lo que explicaría las diferencias interanuales observadas.

Las lagunas del complejo tienen aguas someras y saladas, es por tanto que se conocen popularmente como salinas

 

Existe en la zona la creencia de que las lagunas fueron muy profundas en el pasado, y mencionan incluso que un hombre a caballo era capaz de pasar por el puente romano que existe en la Laguna Grande o que éstas tenían 10 m. de profundidad a principios de siglo, lo que contrasta con las profundidades acetales inferiores al metro.

Puente de Villarigo o Romano

 

Los recientes estudios sobre la dinámica lagunar y los sedimentos, por determinación de la edad de la materia orgánica que se encuentra depositada junto a éstos y datada con el sistema del carbono 14, ha permitido comprobar que los sedimentos situados a 60 cm. de profundidad datan del año 333 d.d.C. y los situados a 30 cm. de profundidad del año 1470 d.d.C. señalan que los sedimentos situados a 30 cm. de profundidad tienen menos de 500 años. Con todas estas aclaraciones científicas las tasas de sedimentación (resultado de episodios alternantes de sedimentación y erosión) serían de 0,30 a 0,60 mm/año, se desmoronan las teorías que aseguran que las Lagunas de Villafáfila han sufrido un enorme proceso de colmatación durante el presente siglo XX, y tenían sus días contados por efecto de la colmatación y afortunadamente parece, al menos en lo que se refiere a este peligro, las Lagunas de Villafáfila se encuentran a salvo.

La sal de estas salinas se ha explotado desde la Edad del Bronce, 1800 años AC. hasta finales del s. XVI.

Impresionante concentración de yacimientos del Bronce Pleno en el área lacustre de Villafáfila- Villarrín (Zamora). A destacar su agobiante inmediatez a las salinas

 

En la época romana seguramente se extraía la sal, tanta concentración de asentamientos, algunos de ellos muy cercanos a pequeñas lagunas nos pueden hacer sospechar la explotación de las Salinas como apunta Delibes el mismo, dice que el nombre de  Villafáfila se podría deber a la producción en la comarca de la “favilla salis”, sal muy fina que menciona Plinio en su Historia Natural, pues también las fuentes dejan constancia del aprovechamiento de lódanos y manantiales salobres del interior de Hispania[1].

La confirmación de esta sospecha nos puede venir de la transcripción e interpretación que, de la inscripción del fragmento de tábula de bronce aparecida posiblemente en Fuentes de Ropel, hacen Marcos Máyer, Rosario García y José Antonio Abásolo. Para ellos se trata de una delimitación de campos públicos, “limitatio agrorum”, datada en los primeros años de nuestra era, al poco de llevase a cabo la conquista de estas comarcas. La mención en el texto de unas lacunae les lleva a concluir que la delimitación sería de unas salinas, que por la zona del hallazgo tienen que tratarse de las de Villafáfila.

Tábula de bronce aparecida  en Fuentes de Ropel

 

Seguramente que en la época visigoda, durante la conquista  musulmana, se sugiera extrayendo la sal, aunque no se cuente con una documentación, ya entrado el siglo X

Su nombre ya la conocemos desde muy antiguo cuando en el año 936 ya aparece Villafáfila, con su propio nombre, en la venta que hacen unos “presores” al Monasterio de Sahagún pero también nombrada "Lucuna Maiore" la Laguna Grade:

“Et ego Alarico et uxor mea Fradegundia vendo bobis IIª pausatas in Lamprea cun suis puteis es suos eiratos cun suos términos 1.ª pausata an Lucuna Maiore an terminun de Abiza est de Pinniolo et Villa Fafila et termino de Atanarico”[2],

(Y yo Alarico y mi mujer Fradegundia vendemos a vos II salinas, en Lamprea, con sus pozos y eras, con sus términos: Iª Salina a la Laguna mayor, al término de Abiza y de Piniolo y de Villa Fáfila y del término de Atanarico).

El documento anterior tiene una gran importancia pues no solo nos cita a Villafáfila, sino también a "Lucuna Maiore"  la Laguna Mayor  o la Salina Grande actual y algo tan importante como la forma de explotación de las “pausatas”: “pozos y eras”.

Las lagunas han estado siempre ligadas desde antiguo a la extracción de sal, era una de las salinas productoras de sal interior más importantes. Los primeros beneficios de la sal fueron pequeños propietarios  libres que la extraían, comercializaban y usaban, según sus necesidades. Seguidamente son los grandes monasterios de la zona: Sahagún, Eslonza, San Martín de Castañeda, Vega, Gradefes, Sobrado y los obispados de León y Astorga, y los Reyes, etc., que se hacen dueños de las salinas de Villafáfila-Lampreana: Por donaciones, ventas y cambios, de aquellos primeros dueños, también por donación real o señorial. Las explotan y comercializan a través de arrendatarios.

El siglo X, al XIII, son los más productores decayendo en el XIV.

En el siglo XV todavía quedaban cerca de una veintena de “cabañas” de hacer sal, con la que se abastecía la provincia de Zamora y algunos monasterios leoneses. Los reyes percibían diversos impuestos de las salinas, como alcabalas y alvalerías que arrendaban en subasta pública.

Maqueta de una cabaña de hacer sal

 

1564 Por Real Cédula de D. Felipe II se incorporan a la corona todas las salinas de Castilla, con excepción de las de Andalucía y Granada,  recompensando a sus dueños, prohibiendo la fabricación de sal sin licencia regia. Provocando el definitivo abandono de la extracción de sal de las Lagunas de Villafáfila.

Durante el Reinado de Carlos III  se  proyecto para rehabilitar las salinas para su producción se aprovechaba el salitre de las aguas de las  para la fabricación de pólvora, construyéndose una fábrica donde se purificaba la sal y se extraía el nitrato potásico.

Plano-esquema sobre los pozos realizaos en 1768 en los alrrededores de la Salina Grande, con el propósito de encontrar los manantiales Salados. 

 

1795 a 9 de junio empiezan las obras de la nueva Fabrica la Real Fábrica de Salitres de Villafáfila terminan en1797. Esta fábrica contaba de cinco lugares cercados: San Pedro, Matadero, Leñera, Viñón, San Juan y los Ruices. En el primero se encontraban las calderas de cochura de las costras salitrosas recogidas en las salinas, con las cuales se obtenían las lejías y el salitre bruto.

1812 La Real Fábrica de Salitre deja de producir salitre por su negativa rentabilidad.

1815 En febrero se reabre la Real Fábrica  de Salitre, pero su rentabilidad seguía siendo imposible.

1817 La Real Fábrica Salitre es cerrada definitivamente y con ello el fin total de la actividad salinera de las Salina, durante tantos siglos

En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1846-1850) de  Pascual Madoz, tomo XVI, pág 124, sobre Villafáfila, transcribe:

"A ¼ de leg. O. de la población hay unas extensa lagunas salitrosas, de que se hacía uso en la fábrica de salitre de la v. establecida por Carlos III; ahora ya no dexiste".

En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1846-1850) de  Pascual Madoz, tomo XVI, pág 124, sobre Villafáfila

 

En el Catálogo de los lagos de España (1948)  de Luis Pardo cita:

"1.661 Otero de Sariegos (Laguna de).        (Zamora.)

Nombre que también se aplica a la Laguna de las SALINAS, por radicar una parte de la misma en su término y otra en el de Villarrín de Campos".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 366, ref.1.661

 

1.970. Revellinos (Lagunas de).          (Zamora.)

"Designación que, por hallarse entre los términos de Villafáfila, Revellinos y Tapioles, reciben también las que se designan más frecuentemente con el nombre de Lagunas de VILLAFÁFILA".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 418, ref.1.970

 

"2.218. Tapioles (Lagunas de).          (Zamora.)

Nombre que, por encontrarse en los términos de Villafáfila, Revellinos y Tapioles, se da también a las lagunas de VILLAFÁFILA".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 465, ref.2.218

 

"2.419. Villafáfila (Lagunas de).           (Zamora.)

Sinonimia: Lagunas de Revellinos y de Tapioles.

Localización: En el término de Villafáfila, extendiéndose por el de Revellinos y aun parte por el de Tapioles, afloran las Lagunas de Villafáfila o Salina Grande (la mayor y más característica), Salina Pequeña, Laguna de Bamba, de Barillos, de las Paneras, y Parva. (v. cada una de éstas), presentándose, otras cinco sin nombre propio.

Características: Esteparias, salitrosas.

Morfometría: se consigna al tratar de cada una de las nombradas.

Bibliografía: Enc. Espinosa (182, tom. LXVIII, pág. 1.347)  P. Madoz (312, Puig Larraz (423 y 424) y E. Reyes (438)".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 502-503, ref.2.419

 

"2.439. Villarrín (Lagunas de).          (Zamora.)

Sinonimia: Lagunas de Villarrín de Campos.

Localización: Repartidas por el término municipal de Villarrín de Campos se hallan las Lagunas de las SALINAS, de VILLARDÓN, de LA PAVIOSA, y de GRIETA MARTA, dándoles por aquella razón este nombre genérico.

Características: Esteparias.

Morfometría: Al tratar de cada una se da la oportuna referencia.

Bibliografía: P. Madoz (312, Puig Larraz (423 y 424)".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 506, ref.2.439

 

"2.440. Villarrín de Campos (Lagunas de).          (Zamora.)

Abreviadamente se designan con el nombre de Lagunas de Villarrín".

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 506, ref.2.439

 


Autor:

José Luis Domínguez Martínez.

 

Bibliografía - Texto:

 

Elías Rodríguez Rodríguez:

Historia de las explotaciones salinas en las lagunas de Villafáfila. Pág. 13, 15 16 y 17.

IV.  La Rehabilitación de las Salinas y la Real Fábrica de Salitres de Villafáfila. El fracaso de dos experiencias industriales de la ilustración 115 a 158.

Zamora: Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo", 2000. ISBN 84-86873-87-8.

 

Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. 2000. pág.30, 31, 32, 33, 34,35, 36 y 37.

Autor - Textos: Mariano Rodríguez Alonso. Jesús Palacios Alberti. Ana María Martínez.

José Ángel Arranz Sanz.

Fotografía:

José Mª. Diez Laplaza.

 

Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1846-1850) - Madoz, Pascual. Tomo XVI, pág 124, Villafáfila.

http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1004975

 

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis, pág. 366, 418, 465, 502, 503, y 506.

https://www.dropbox.com/s/pmp21rkc1awu44a/Catalogo%20Lagos%20Espa%C3%B1a%20Pardo%201948.pdf?dl=0

 

José Luis Domínguez Martínez:

Datos propios.

 

Fotografía y mapas:

Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1846-1850) - Madoz, Pascual.

Catálogo de los lagos de España (1948) - Pardo, Luis.

Mapa del Ejercito Villafáfila 0308 y Manganeses de la Lampreana 0340.

A.G.S. Mapas, Planos y Dibujos LXI-64

Elías Rodríguez Rodríguez.

José Mª. Diez Laplaza.

Joaquín Alegre (Salinas de Villafáfila. El último refugio).

José Luis Domínguez Martínez.

 

Transcripción y montaje:

José Luis Domínguez Martínez.

 

Autorización y difusión. Patrimonio Natural de C. y L.

 

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[1] Estrabón, II.2, 6; citado por Delibes, 1993.

[2] AHN, Becerro de Sahagún, fols. 45v-46r. José María MÍNGUEZ FERNÁNDEZ: COLECCIÓN DIPLOMÁTICA..., doc. 36.