IGLESIA EL SALVADOR

VILLAFÁFILA

 

 

Esta parroquia que primero se tituló del Señor San Salvador, más tarde San Salvador y por último, El Salvador. Estaba situada en la plaza de su nombre, concretamente en el hoy inmueble que fue de los herederos de Juan Cañibano. Su fiesta es celebrada el 6 de agosto, Transfiguración del Señor. Sus feligreses tenían derecho de presentación para su provisión[1].

Los límites de esta parroquia abarcaban las manzanas extramuros de la villa, alrededor de las plazuelas de El Salvador y  El Corrillo, donde anteriormente se ubicaba la parroquia de San Miguel que se unieron en el siglo XV. Pero también se incluían en su demarcación varias casas dentro del recinto amurallado de la villa, Así las manzanas de la calle del Carmen que miran al este, donde vivían los Montero, la última casa de la esquina de esa misma calle pero a la otra fachada, la calle de la Mora, parte de la calle del Triunfo y los edificios de la calle de las Eras cuyas fachadas miran al oeste, hasta el regato.

Documentalmente se menciona, en el cambio de 1310 entre el obispo de Astorga y el Infante Don Juan:

“et una salina de Santa Marina que lieva el clérigo de Sant Salvador”, “metad de la tercia de la iglesia de Sant Salvador”[2]

 

Al repasar las cuentas de fábrica de esta parroquia, (lo mismo que la de San Juan) se saca la impresión que eran iglesias, arquitectónicamente, de poco valor su construcción más endeble, tapial, aunque también llevase piedra y ladrillo y sus materiales de baja calidad: se menciona con frecuencia el barro y la espadaña en las muy frecuentes reparaciones que casi todos los años había necesidad de realizar y que generalmente, eran llevadas a cabo por portugueses y a veces por gallegos.

 

Esta iglesia estaba construida por tres naves: una central y dos laterales, con las capillas en sus cabeceras, comunicadas  con la primera por parejas de arcos ojivales desiguales, que llevan sus dovelas guarnecidas (dibujadas). En el siglo XVI la nave del norte estaba dedicada a San Miguel (Advocación de la desaparecida iglesia situada en el corrillo que se anejo a la de San Salvador), la capilla mayor estaba dedicada a San Salvador y la de la nave meridional a Nuestra Señora). En 1578 el obispo manda que se hagan dos altares más de los que había. Tenía una  puerta de acceso del arco de medio punto recuadrado, siendo lo más seguro que estuviera en la nave del naciente (Epístola), cosa normal en muchas iglesias mudéjares. Al final de las naves estaría la torre. En 1577 tenía dos puertas, unas grandes y otras pequeñas, en 1720 se mencionan unas puertas que miran al norte, posiblemente las otras miraban al sur.

Croquis de la Iglesia del Salvador

 

En 1577 el obispo de Astorga en su visita pastoral deja mandado que se haga la torre y se blanquee la iglesia. Para hacer la torre se emplearon adobes, ladrillos y piedra. Estaba en la capilla de San Miguel. En 1584 ya estaba hecha la torre y tenía 2 campana y una esquila, pero no rematada, pues ese año el obispo manda que se prosigan las obras y se haga un arco en la torre. Las obras parece que se fueron demorando pues en 1597 ya en plena crisis económica de la villa manda de nuevo que se cubra la torre y que se haga una escalera y que se guarnezca de ladrillo la capilla de San Bartolomé, y en 1604 se cita otra capilla de Nuestra Señora. En 1614 manda hacer una imagen de bulto de S. Bartolomé que ya está hecha en 1620 cuando manda que se haga un altar. En 1617 se manda hacer una imagen nueva de Nuestra Señora de madera al imaginero Gregorio Español para sustituir a la vieja que era vestidera. Creo que se trata de la Virgen de la Consolación que actualmente se conserva en el museo para la que en 1673 se compra una corona de plata. El presbiterio en la nave central se cubría con una armadura cupuliforme de lazos ataujerados[3]. Se encuentra actualmente reasentada en la Capilla de San Bernardino de la Casa-Museo de El Greco en Toledo, por la adquisición del marqués de la Vega-Inclán, al ser la iglesia derruida al principio del siglo pasado[4]. Su arte responde, dentro del mundo musulmán, al tipo almohade[5]

Techumbre de dicha capilla de la Casa-Museo de El Greco

 

La armadura presenta un techo de par de nudillo ochogavado y cupuliforme, en el que pueden diferenciarse dos partes:

A) La más exterior formada por ocho faldones (trapecios regulares bien definidos), independientes entre sí, compuesto cada uno de ellos por una lacería de ruedas de diez puntas a calle y cuerda, con sus correspondientes azafates dibujados en su interior con hélices y esvásticas. (“con hojarascas góticas coloreadas” dice Gómez Moreno), cuyos elementos de trabazón con otras ruedas, diez por cada una de ellas, son siete estrellas de cinco puntas y tres hexágonos irregulares, entre cada par de faldones lo hacen por otros pares de azafates y de ruedas iguales, repartidos y entrelazados sí por aspillas. Es el resultado de una rotación radial del conjunto calle-rueda en torno a un centro combinándose a la vez con otras ruedas de lazo igual a través de  otras de lacería distinta.

B) La parte interior o almizate contiene un octógono regular de ocho rueda de ocho puntas, que a su vez al unirse dan lugar a una combinación recuadrada en posición normal, en alternancia con otra posición sesgada, originando otra nueva rueda octogonal central de menor tamaño que las anteriores. De estas ruedas dependen racimos de mocábares, de acuerdo con el tamaño de las mismas. Este almizate sufrió deterioros y por ello fue posteriormente sustituido por otro que es el que se encuentra actualmente se contempla en la techumbre de dicha capilla de la Casa-Museo de El Greco[6].

La armadura del presbiterio en origen debía continuar por el resto de la nave mayor de la Iglesia del Salvador, puesto que la estructura descrita se prolonga lateralmente por dos lacerías distintas: una formada por ruedas octogonales que en alternancia dan origen a cuatro estrellas de cinco puntas con cuatro azafates y otra que lo hace con un recuadro de alternancia con cuatro azafates y cuatro estrellas deformadas. Desconocemos cómo continuaba la armadura en el resto de la nave. Unos tirantes apareados sobe canes moriscos unían los lados de la misma, en igual forma que hemos señalado al hablar de la Iglesia de San Martín

Por diversas menciones en los libros de cuentas de la parroquia podemos hacernos una pequeña idea de la situación y aparición de algunas de las imágenes que existieron. Así:

1575 pilar del Crucifijo, y se cita un coro de la capilla de San Bartolomé, y otro coro de la capilla de San Miguel.

1637 en la capilla de S. Miguel se ubica un altar de N.ª Sª. de las Moscas.

1659 en la capilla de la Consolación en el arco último junto al Calvario.

1660 se mencionan 3 arcos en la capilla de Nª. Sª. en la escalera de la torre.

1715 en la capilla del Santo Cristo junto al altar de Sª. Mª. La Blanca.

1735 en la nave de N.ª Sª. de la Consolación, atrás del altar de S. Bartolomé

1742 en la nave de la Consolación, cerca del altar de San Antonio.

1764 en la nave del Santo Cristo, cerca del altar de Nª. Sra.

1765 posiblemente a la Virgen de la Consolación se conoce como Nª. Sra. La Blanca.

Plaza del Salvador

 

ALTARES

 

Tenía cinco: El mayor, con imágenes de El Salvador, Santa Águeda y San Babilés; y en cada una de los otros cuatro, respectivamente, las de Ntra. Sra. la Blanca, Ntra. Sra. de la Consolación, San Antonio de Padua y el Ecce Homo (que en realidad, es Jesús atado a la columna). En 1617 se realizó un gasto de 25 reales por “aderezar y limpiar los retablos y hacer el altar para san Babilés y san Bartolomé[7].

 

IMAGÉNES

 

Niño Jesús "El Niño de la Bola"

 

 Estilo barroco, siglo XVIII, mide 0,5 m.

 

Cuya existencia nos consta por hallarse inventariada en el año 1775[8] y que será el que tradicionalmente se ha venido designando con el nombre de "Niño de la Bola" ya que dicho inventario leemos: "más unas potencias de plata del Niño Jesús y una cruz con plata encima del mundo que tiene en su mano" por eso popularmente se le designa así, aunque la bola actual no es la original, sino una de cristal.

 

Niño de la Bola

 

San Antonio de Padua

Estilo barroco, siglo XVIII, mide 0,63 m.

En el siglo XVIII se menciona un retablo de San Antonio de Padua cuya  imagen  se hizo en 1730 y su coste fue de 550 reales, de los cuales pagó la iglesia 120 y el resto el párroco de la misma D.  Pablo Suena[9].

 

San Antonio de Padua

 

El Salvador

 

El Salvador, estilo barroco, siglo XVIII, mide 1 m.

 

Realizada el año 1762, pues en las cuentas de los años 1763 y 1764 se anotan las siguientes partidas de gastos "ocho fanegas de trigo que se llevó el escultor que hizo El Salvador" y "600 reales que costaron El Salvador y el Ecce Homo"[10]. En 1805 fue retocada.

 

El Salvador

 

Ecce Homo

 

Estilo barroco, siglo XVIII, mide 1.30 m.

 

Realizada el año 1762, pues en las cuentas de los años 1763 y 1764 se anotan las siguientes partidas de gastos "ocho fanegas de trigo que se llevó el escultor que hizo El Salvador" y "600 reales que costaron El Salvador y el Ecce Homo"[11]. No es buena escultura la del Ecce Homo, por ello sus fallos pronto se hicieron patentes, pues en 1859 fue necesario "encolar, componer, hacer sus tercas... y encarnar y pulimentar el Ecce Homo", con unos gasto de 223 reales[12], estos fallos aun persisten hoy día. La procesión que se hacía con el Ecce Homo primeramente tenía lugar el Martes Santo, pero a partir de 1861, en las cuentas siempre se anota una partida de ingresos "que dieron por llevar el Ecce Homo, el Jueves Santo"[13].

 

 

Ecce Homo

 

Santa Águeda

 

Estilo barroco, siglo XVIII, mide 0,87 m.

La imagen lleva en su base la siguiente inscripción: “Se hizo esta Sn Agueda. Vn. Mt a devoción Dn PROBO Juan Costilla. Año 1754”.

Se consigna en el año 1834 un gasto de “114 reales que llevó el maestro para hacer la efigie de santa Águeda"[14].

 La imagen fue retocada en 1858, juntamente con las de la Consolación y San Babilés, pagándose por todo ello 180 reales[15].

 

 

Santa Águeda

 

De las restantes imágenes no consta cuando fueron esculpidas, aunque son anteriores.

 

Consolación

 

Estilo barroco inicial, siglo XVII, años siguientes a 1600, mide 1,30 m. A su pie lleva la siguiente inscripción: “NUESTRA SEÑORA DLA COSOLACIO”.

 

La única referencia documental que tenemos de esta escultura es que, juntamente con las de Santa Águeda y San Babilés, fue retocada en 1858, pagándose por ello 180 reales[16]

 

Consolación

 

San Babilés

 

Estilo barroco, comienzos del siglo XVIII, mide 0,98 m.

 

La referencia más antigua que tenemos no es precisamente de la imagen, sino de su altar. En 1617 se realizó un gasto de 25 reales por “aderezar y limpiar los retablos y hacer el altar para san Babilés y san Bartolomé[17].

 

Sabemos que las dos, fueron retocadas, juntamente con la de Santa Águeda, en 1858, por lo que hubo que pagar 180 reales[18].

 

 

San Babilés

 

Ntra. Sra. la Blanca

 

No era talla, pues tenía dos capas (una encarnada y otra blanca), toca y rostrillo. (Cuentas de 1866).

 

Ntra. Sra. la Blanca

 

San Bartolomé

 

Desaparecida.

 

En 1617 entre los gastos de la iglesia figuran 25 reales que importó "aderezar y limpiar los retablos y hacer el altar de San Babilés y San Bartolomé[19].

Imágenes existentes hoy, el Ecce Homo, el Salvador, la Consolación, el Niño de la Bola, Santa Águeda, San Antonio  de Padua y Ntra. Sra. la Blanca.

Desaparecida, San Bartolomé.

De los Altares, (después de la supresión de parroquia) uno se vendió en 179 pts. a la parroquia de Manganeses de la Polvorosa; y al menos, otro se puso en la de Santa María (probablemente el lateral de la nave de Naciente)[20].

La Fiesta de Santa Isabel (La Feria) parece que se celebraba en El Salvador, pues en las cuentas anuales, a partir de 1851, se suele encontrar esta partida: "una libra de cera pagó el Ayuntamiento para la fundación de Santa Isabel"[21].

Bienes Inmuebles

La Iglesia

Según en inventario de 1710[22], tenía 14 tierras, con una cabida total de 30 fanegas, una viña de tres cuarta; un silo, una panera; 3 foros que rentaban 4 fanegas de cebada; un censo de 500 reales de principal y 15 reales de renta anual; y finalmente, tres suelos de casas, por una de las cuales pagaba la parroquia, al año media carga de cebada (11 reales) como fuero al Convento de San Marcos de León, fuero que dio lugar a múltiples conflictos judiciales entre ambas partes.

El Curato

Según el mismo inventario, tenía una casa, donadas en 1688 por D. Antonio Durán, que fue párroco de San Martín y Comisario de la Inquisición; y que tenían como carga ofrecer cierto número de misas por su alma y la de su hermana. Una tierra a los Navajos, de 6 cuartas, una viña, a la Rabiosa, de una cuarta.

Primicias

Percibía esta parroquia por dicho concepto, 9 fanegas de trigo, 10 de cebada, y 9 de centeno.

Diezmos

Se percibían en las siguientes proporciones: En granos y corderos, 1/3 cada uno el párroco, el Obispo y San Marcos; en el vino, 3/6 el párroco, 2/6 el Obispo y 1/6 San Marcos, en garbanzos y lana; 2/3 el párroco, 1/3 el Obispo. Percibía, por diezmos al año el párroco un total de 4 carga, 1 fanega y 1 celemín de garbanzos; y 20 corderos. No percibiendo diezmos sobre el vino y  la lana. Pero además, percibía los diezmos del Beneficio de San Miguel que figuraba aparte, y en la siguiente proporción: granos y corderos, 2/3 el cura, 1/3 San Marcos; en garbanzos y lana lo percibía todo el cura con la obligación de pagar a San Marcos 4 ducados y la sexta parte del vino. En total, por San Miguel, percibía el cura 4 cargas, 7 fanegas y 4 celemines de trigo; 19 cargas y 1 fanega de cebada; 26 carga, 7 fanegas y 4 celemines de centeno; 5 celemines de garbanzos; 6 cantaros de vino, 22 corderos; y 19 arrobas de lana. (Catastro del Marqués de la Ensenada).

Fundaciones

Cofradías

Cofradía San Babilés

En el primer libro de difuntos conservado en la parroquia se anota “dice la cofradía de San Babilés una misa cada mes por los cofrades difuntos”, y el día de la fiesta de San Babilés se celebraba en esta iglesia misa cantada por todo el cabildo eclesiástico a cargo de la cofradía

En el testamento de Babilés Martínez fallecido en 1579 figura un gasto de seis reales de la salida de la cofradía de San Babilés.

En 1648 el obispo “halló que en la parroquia se solían juntar en forma de cofradía que llaman de San Babilés, si parecer a la visita ni tener reglas ni libro, manda que si quieren tener cofradía sea haciendo reglas y aprobándolas S.I.”. Tres Años más tarde con ocasión de una nueva visita pastoral manda que los cofrades de San Babilés compren un libro en que asientes los cofrades y los maravedíes y hagan la fiesta

El último dato que de ella se tiene es del año 1888.

Cofradía la de la Cruz 

Sin Datos

Cofradía de Ánimas

Sin datos

Capellanías

Consolación o Misa de Alba

Solo tuvo una, fundada en 1640 por Dª. María Benavente, mujer de Félix Cordero en 1614, como una memoria de una misa de 11 cada domingo, y dejó por patronos al cura y a los feligreses, decir una misa todos los domingos, al alba, para que los pastores pudiesen cumplir con esta obligación. El derecho de presentar al capellán correspondía, conjuntamente, al párroco y a los feligreses de la misma parroquia[23]. En 1640 por acuerdo se cambió la memoria por capellanía. Había dejado en su testamento 21 cargas de tierras y un majuelo de ¾., para que con sus rentas se dijeran las misas.

Pía Memoria de Huérfanas

En el libro dicha Pía Memoria de Huérfanas, 1574-1693, pág. 3 y ss. hallamos copia del Testamento que el 23 de noviembre   1556 otorgó el Bachiller Hernando de Robles, cura de San Salvador y antes de San Agustín del Pozo. Tenía como cargo la dote de dos huérfanas de buena familia, honestas y pobres, feligresas de la parroquia con 200 R cada una.

Comienza manifestando su voluntad de que le entierren en la capilla de la Concepción de San Juan de la que era capellán, y que se apliquen por su alma 800 misas. Hace legados a un hermano, a varios criados y al hospital de San Juan. Y finalmente, manda que con la venta de sus bienes se constituya un capital de 417.000 maravedís (12.265 reales), con cuyas rentas se dote a tres huérfanas, al casarse; dote que sería de 20 ducados (220 reales) para cada una. Para poder obtener la dote, tenían que ser doncellas, huérfanas, pobres y honestas, una de San Agustín y las otras dos de la parroquia de El Salvador; siendo preferidas las que fuesen familiares del fundador hasta 4º grado. Además para las feligresas de El Salvador se ponía otra condición necesaria para recibir la dote: que tenían que casarse en la referida capilla de la Concepción de San Juan.

Al final de la copia del testamento se pone un inventario, extenso y detallismo, de todos los bienes del fundador, (fincas, casas, dinero que tiene, dinero que le adeudan (con los nombres de los deudores), etc. ... es curioso por lo detallista, en el inventario de granos, vinos, animales y bienes muebles: en las paneras, 200 cargas de trigo, 82 de cebada y 18 de centeno, en un silo; en la cueva de su casa 8 cubas de vino tinto y 2 de blanco, en la cocina, otra de tinto, un carral de tinto, a la entrada de la bodega; en la de Luis Robles, 4 de tinto, mas otra de 60 cántaros, más 3 carrales, más otros dos de tinto en las bodegas de dos vecinos.

De animales, se nos habla de una mula de silla y otra de cerril, de 3 años, más una bestia parda, 6 cerdos, de los cuales dos son "cebados y los otros 4 de monte", 12 gallinas con su gallo.

A continuación se enumeran los bienes muebles; arcas, artesas, 8 cubas, tinajas, cueros,... y una lista extensa de aperos de labranza: sillas, camas y demás objetos domésticos, como mesas, utensilios de cocina y ropas.

los bienes de la misma eran: 162 fanegas y media de tierras, que en 1750 rentaban 7 cargas y media de pan, 10 censos, con un total de 3075 reales principal y 92,25 reales de renta anual, más 4 fosos, que en el mismo año antedicho, rentaban 11 fanegas y 3 celemines de cebada. Y además de la dote, tenía como carga decir 75 misas rezadas al año.

Desaparece por falta de rentas para sufragar la dote. El último año que hayamos sus cuentas es el de 1820.

Nota: Al estudiar las fundaciones parroquiales, de todas las parroquias, como comprobamos que la mayoría de ellas tenían una finalidad cultural, es decir, que tenían por objeto dar a Dios un mayor y mejor culto, o aplicar sufragios por el alma del fundador y de los suyos. Esta es la que tiene un fin puramente caritativo.

Pía Memoria de Babilés Martínez

Si de la Memoria anterior acabamos de anotar que era puramente caritativas, de ésta tenemos que decir que surge como cual "rara avis" en el mundo rural de aquella época, en que era rarísimo hallar inquietudes culturales. Y esa inquietud la sintió su fundador, al fundar una Memoria Pía, cuya finalidad fue la de Becar a estudiantes.

En el libro de la misma, págs. 1 y ss., nos encontramos con la copia del testamento de Babilés Martínez (fallecido en 1579) y de su mujer María de Caramanzana (fallecida en 1576), que fue otorgado en 1576 ante el Notario Francisco Hernández.

Comienza el testamento con una de las formulas rituales de la época "En el nombre de la Santísima Trinidad y de la eterna unidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que son tres personas y una esencia, notorio y manifiesto sea a todo los que publico instrumento de testamento vieren, como nos Babilés..." Piden ser enterrados en la iglesia del Salvador, donde todos los años, el día de San Miguel de septiembre, se dirán dos misas rezadas y una cantada, con respondo sobre sus tumbas y que por cada una de sus almas se diga un treintenario de mismo en el convento de San Francisco de Benavente, por María y en el de Jerónimo de Tábara por Babilés, que tres días a la semana y los domingos y festivo se haga ofrenda por ellos de pan, vino y cera. Manda repartir limosnas a pobres, hacer ciertas mandas a viarios criados, par que rueguen por ellos, a una criada, dos mantos y un cabezal, a otra una manta, a otros dos un ducado cada uno.

La legítima se repartirá entre el hijo y las dos hijas.

Y, finalmente, es voluntad que el quinto de todos sus bienes se destine a becar un estudiante o dos o más, según l que rentasen los dichos bienes, en la Universidad de Salamanca, Alcalá de Henares y otra Universidad Católica de España, o fuera de España, para estudiar Artes, leyes o Medicina. La beca no superaría los mil reales. La beca la disfrutan solo los familiares del fundador y fundadora y por este orden 1º) los que estén estudiando Latinidad en dichas universidades en el momento de surtir efecto este testamento, 2º) los descendientes directos. 3º) los descendientes, por proximidad, de sus hermanos. 4º) en cao de igualdad en grado de parentesco, se la adjudicara al más inteligente, mediante examen que los aspirantes sufrirán en Astorga. 5) Si llegasen a faltar familiares aspirantes a estudiar, esa cantidad se darían a una huérfana pobre de la familia, en dote, si no hubiera huérfana, bastaría, para dotarla, que fuese pobre, si tampoco la hubiese, se darían dos partes a pobres de El Salvador y a otra parte, a la fábrica de dicha iglesia.

Los bienes, que rentaban la cantidad de la beca, no podían labrarlos por si, no para si no para sí por terceras personas, el estudiante o estudiantes becados, ni tampoco sus padres o curadores. El administrador de la Pía Memoria el que tendría el derecho de arrendarlos.

SUPRESIÓN DE LA PARROQUIA

El 3 de junio de 1896, como efecto indirecto de la Desamortización de Mádoz, es suprimida como parroquia de Santa María. El edificio se desmontó pocos años después, ya que en su visita pastoral de 1902 se autoriza al párroco de Santa María a que proceda a la venta de objetos de culto, altares y materiales de dicha iglesia[24], y en las cuentas de 1909[25], se dice que en las obras de ampliación que se están realizando en la iglesia de Santa María, se emplean materiales de las iglesias de El Salvador y San Pedro, así como también se invierte el dinero procedente de la venta de materiales, altares y campanas de dichas iglesias. Finalmente, se vendieron los suelos por 500 pts.[26]. La casa parroquial se había vendido ya en 1903 a Manuel Blanco.


 

Autor:

José Luis Domínguez Martínez.

 

Biografía - Textos:

 

Manuel de la Granja Alonso y Pérez Bragado Camilo:

Villafáfila: Historia y actualidad de una villa castellano leonesa y sus iglesias parroquiales. 1996. pág. 421-426.

 

Manuel de la Granja Alonso:

El Arte de una Villa Castellano-leonesa Villafáfila. 2008. pág. 28 y 29.

 

Elías Rodríguez Rodríguez:

Datos son publicar.

Las  campanas de las iglesias de Villafáfila.

 

Fotografías:

Manuel Granja Alonso.

José Luis Domínguez  Martínez.

 

Transcripción y montaje:

José Luis Domínguez.

 

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[1] Lib. Fáb. El Salvador. 1736-1821, pág. 35.

 

[2] Flórez, E. España Sagrada, op. cit. tomo XVI, escritura XLI.

 

[3] Realizados por taujeles o listones, que clavados en un tablero forman el lazo, cubriendo el armazón de la techumbre de la nave.

 

[4] Gómez Moreno, Manolo., op. cit., 317. Gómez Moreno, Mª. E., La Casa y el Museo de El Greco, Toledo 1981.

 

[5] No estamos muy seguros de que la armadura de la Casa-Museo de El greco corresponda a la de la Iglesia del Salvador de Villafáfila. Manuel Gómez Moreno dice que esta era de lazo de doce, mientras que la otra es de diez, si bien sabemos que hubo de acoplarse al nuevo edificio de la Casa-Museo y por ello, es posible que fuese modificada.

 

[6] Nuere Menteco, E. y otros, Artesonados de Toledo, Toledo, 1992.

 

[7] Lib. Fáb. El Salvador. 1570-1674, p. 145 vuelta.

 

[8] Lib. Fáb. El Salvador. 1736-1821, pág. 103.

 

[9] Lib. Fáb. El Salvador, 1736-1821, pág. 9.

 

[10] Lib. Fáb. El Salvador, 1736-1821, pág. 68 vta. y 92.

 

[11] Lib. Fáb. El Salvador, 1736-1821, pág. 68 vta. y 92.

 

[12] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1896, pág. 228.

 

[13] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1896, pág. 77 vta.

 

[14] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1896, pág. 39 vuelta.

 

[15] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1898,  pág. 226.

 

[16] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1898, pág. 22

 

[17] Lib. Fáb. El Salvador. 1570-1674, pág. 145 vuelta.

 

[18] Lib. Fáb. El Salvador 1821-1896, pág. 226.

 

[19] Lib. Fáb. El Salvador, 1570-1674, pág. 145 vta.

 

[20] Lib. Fáb. Santa María, 1897-1968, pág. 26 y 28.

 

[21] Lib. Fáb. El Salvador, 1821-1896, pág. 61 vta.

 

[22] Lib. Fáb. El Salvador, 1678-1736, pág. 87 y ss.

 

[23] Lib. Fáb. El Salvador. 1736-1821, pág. 31.

 

[24] Lib. Fáb. Santa María 1897-1968, pág. 10.

 

[25] Lib. Fáb. Santa María 1897-1968, pág. 25.

 

[26] Lib. Fáb. Santa María 1897-1968, pág. 39.