IGLESIA DE SANTA MARTA - VILLAFÁFILA

Santa Marta documentalmente se menciona  por primera vez  en 1310, que el Cabildo de la catedral de Astorga y el obispo don Alfonso firman un contrato con el infante don Juan, en el que, a cambio de ciertas concesiones del infante, le hacen entrega por los días de su vida de:

“el nuestro Cillero de Villafáfila con todos aquellos nuestros derechos que son de la nuestra Messa”;

“otrosi la meatad de la tercia de Sanata Marta que lieva el clerigo de Sant Salvador”[1].

Se localizaba al sureste de Villafáfila, fuera del casco amurallado, junto a la laguna que daba nombre, y que apenas hoy aún perdura. Pero, ¿dónde estaba situada esta iglesia? No se puede precisar con exactitud. Desde luego no lo estaba donde está la Laguna de Santa Marta, a lo que aparentemente pudiera inducir la frase del mandato de la visita pastoral:

“halló que estaba lo más de él inundado con una laguna”

ya que, al describir la finca nº 4 perteneciente a dicho beneficio se menciona la laguna, que recibiría su nombre por la proximidad a la iglesia. Con toda probabilidad se puede afirmar que estaría en la terminación de la calle de Santa Marta, que parte de la plaza de San Juan, es decir en la finca propiedad de los herederos de Julián Fidalgo.

Pocos datos tenemos de esta parroquia, al no existir libro alguno de ella.                

1628 deja anotado el obispo:

“que en la iglesia parroquial de Santa Marta que oy es rural y está en el campo fuera de la villa ay una campana y por el peligro que tiene la torre mando, que se deposite en San Martín”.

 Al desaparecer como parroquia, se constituye en Beneficio, de patronazgo lego (presentación de los feligreses); en 1718 presentaban Julián Trabadillo y Bernardo Fernández, como dueños de la única casa que tenía este beneficio, cuya carga consistía en una misa cantada y vísperas del día de Santa Marta (29 de julio).

Tenía los siguientes bienes; que se especifican en el Apeo que, en año de 1763, se hizo de todos los bienes pertenecientes a la parroquia de San Juan y las cofradías, beneficios, etc., sitos en dicha parroquia (pág. 25-27).

TIERRAS

Una, a la Salina (de 6 fan. y 287 palos). Otra a las eras de San Juan, lo llaman “La Erica” (2 fan. y 304 palos). Otra al camino de Villarrín, que llaman el Pico (7 fan. y 132 palos). Otra a la Laguna de Santa Marta, que llaman el Peredón (2 fan. y 100 palos). Otra al prado de los Llamares (7 fan. y 20 Palos)[2].

VIÑAS

Una al vago de la Fuente (6 cuartas y 20 palos). Otra más adelante de la anterior (de 3 cuarterones y 20 palos). Otra en dicho vago más adelante (2 cuartas). Otra, por debajo de la anterior (7 cuarterones y 23 palos)[3].

La iglesia parece que existió hasta principios del siglo XVIII, porque en la visita pastoral del 6 de noviembre de 1728 hay un mandato, el 26 que literalmente dice así:

 "En cuanto habiéndose arruinado la iglesia del Beneficio Rural de Santa Marta, para memoria de ella, debe haber una señal, y que no se use de ese territorio, como está sucediendo que sacan barro y cultivan para coger fruto, con cuyas labores suelen descubrir huesos de cadáveres, y por evitar semejantes inconvenientes, manda el Sr. Obispo a D. Tomás Bueno, Cura de Faramontanos de Tábara, poseedor de dicho beneficio, que dentro de tres meses haga cerca de tapia de todo el territorio que ocupa el sagrado de dicha iglesia" Y añade "que si no lo hiciera, el cura de San Juan embargará las rentas de dicho beneficio y lo cercará"[4].

Al ser suprimida como parroquia, sus habitantes pasaron a ser feligreses de la de San Juan:

"...los habitantes de la parroquia desaparecida, que hoy lo son de San Juan, donde reciben los sacramentos, paguen a dicha iglesia las primicias adeudadas"[5].

Y más tarde al ser suprimida la parroquia de San Juan y ser incorporados sus feligreses a la de San Martín, el párroco de esta percibía el Beneficio de Santa Marta 30 cuarteles de pan, por administración de sacramentos[6].

El mandato episcopal que ordenaba cercar el lugar de Santa Marta había ocupado, parece que no se cumplió, a causa de la carencia de medios económicos; lo cual dio lugar a un nuevo mandato en la Visita P. de 1730[7]:

 “Por cuanto habiendo reconocido su Ilustrísima el sito donde se dice estuvo la iglesia de Santa Marta, halló que esta lo más de él inundado con una laguna, que por este motivo no se pudo cercar, según se prevenía en la última visita. por tanto y mediante lo que se dicen viven en el territorio, que antiguamente tuvo ducha iglesia, por haber sido parroquia, son muy pobres y no tienen medios para edificar una ermita en dicho sitio, ni tampoco el poseedor del Préstamo puede por si solo hacer dichos gastos por ser corta la renta que percibe, manda su Ilustrísima que, por ahora, a cuenta de dicho poseedor ponga una cruz grande y bien asegurada en el sitio donde prudencialmente se discurriese que estuvo fundada la principal parte de dicha iglesia”.

Autor: Textos - Bibliografía

Manuel de la Granja Alonso y Camilo Pérez Bragado:

Villafáfila: Historia y actualidad de una villa Castellano leonesa y sus iglesias parroquiales. 1996. pág. 409-410.

Fotografías:

José Luis Domínguez Martínez.

Transcripción y montaje:

José Luis Domínguez Martínez.

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