06.08.2013, La Opinión de Zamora
http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2013/08/05/sanidad-veces-somete-vaivenes-politicos/697238.html
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Elías Rodríguez, en su consulta.Foto
S. F. |
SILVIA FERNÁNDEZ. Elías Rodríguez
Rodríguez es desde hace 26 años el médico de
Muelas del Pan. Su gran pasión era la
Historia, pero los derroteros de la vida le
llevaron por otro camino. «La cercanía a la
gente y el afán de servicio público» le
decantaron por la medicina, aunque nunca ha
dejado de hurgar en el pasado a través de
sus investigaciones, libros y artículos,
muchos sobre el pueblo que le vio nacer,
Villafáfila. Después de recibir hace unos
días un homenaje de los moleños , tras una
enfermedad que le ha apartado del ejercicio
de su profesión durante seis meses, Elías
Rodríguez ha vuelto al consultorio en el que
espera jubilarse, calcula que «dentro de
diez años», aunque con cierta ironía exclama
que espera no tener que «estar hasta los 80
años pasando consulta».
-El 26 de julio recibió un homenaje de
Muelas del Pan por su labor como médico, y a
decir de lo vecinos también por su calidad
humana. ¿Un motivo de orgullo cuando la
sanidad y sus profesionales están en el
punto de mira con tanto recorte?
-En estos actos priva la emotividad y
corremos el peligro de que las alabanzas nos
hagan perder la perspectiva de que somos
mortales, pero este homenaje es desde luego
un motivo de orgullo. Siempre se agradecen
las muestras de cariño y más después de una
enfermedad.
-Curiosamente comenzó su trayectoria
profesional en Muelas del Pan, localidad
donde también piensa jubilarse...
- Si, así es. Fue en Muelas del Pan, en
el año 1981, donde hice mi primera
sustitución de un mes. Después estuve casi
cuatro años en la localidad leonesa de
Veguellina de Órbigo, me tocó la mili en
medio, nada menos que en Vitoria y con mi
mujer embarazada. En 1987 regresé con mi
familia a Zamora y nos instalamos en Muelas,
yo como médico y mi mujer como maestra. Y
ahí sigo.
-Menos mal que su pasión era la Historia
porque cumple ya 26 años como médico de los
moleños.
-Si, la vida tiene esas cosas. Quería ser
historiador, pero seguramente he vivido
mejor como médico. Decidí enfocar mi vida
hacia la medicina por la cercanía a la gente
y el afán de servicio público. Pero al
principio fue mera casualidad. Tuve un
problema para elegir como optativas
Filosofía, Historia Universal y alemán, y
finalmente me decanté por Biología, Química
y alemán.
-¿En un cuarto de siglo como facultativo
las condiciones de trabajo serán ahora muy
distintas?
-No había ni mucho menos los medios que
hay ahora. No era la medicina heroica de los
años 50, pero teníamos que estar al pie del
cañón las 24 horas del día y salir adelante
con la ciencia que cada uno tuviera. El
nivel preventivo es mejor ahora, se tienen
más en cuenta los hábitos de vida. Pero
antes los médicos estábamos más implicados
en lo que era salud pública (aguas,
residuos, vacunas). Teníamos esas
competencias que en estos últimos años se
han diluido porque se reparten entre
pediatras, médicos, farmacéuticos....
-¿En tantos años habrá acumulado muchas
anécdotas?
-He tratado a cinco generaciones de una
misma familia, desde el anciano hasta el
tataranieto. He vivido de todo, desde
accidentes de tráfico hasta suicidios y
homicidios. Una señora nos quería dejar su
herencia a una enfermera y a mí. Y es que
ser médico en un pueblo trasciende de lo que
es un profesional de la medicina. Actúas de
confidente, de consejero... Aconsejamos que
hacer para cobrar una pensión o para
solicitar residencia y hasta mediamos entre
familias que no se llevan bien. Nosotros nos
implicamos en sus problemas y ellos nos
tratan con mucha amabilidad. Nunca he tenido
problemas, ni amenazas ni agresiones.
-Muelas del Pan ha sido noticia debido a
las movilizaciones por el cierre de las
urgencias nocturnas que finalmente se
reabren. ¿La sanidad puede estar sometida a
tantos cambios imprevistos?
-Ese episodio ha coincidido con mi
periodo de baja. Aunque en términos de
rentabilidad económica ciertos servicios
pueden ser gravosos, en términos de
solidaridad social hay que priorizar tanto
la sanidad como la educación con respecto a
otros gastos. Más que a las verdaderas
necesidades, la sanidad está sometida a
veces a los vaivenes políticos. A pesar de
las mejoras de medios técnicos y humanos,
hacer accesible a la ciudadanía la atención
de urgencias y la cercanía de un médico
genera confianza en poblaciones envejecidas.
-¿Sanidad pública o privada?
-La sanidad debe regirse por unos
criterios de gestión eficaces. Como
profesional me interesa más la gestión
pública, como contribuyente la eficacia de
la gestión y la calidad de los servicios. Un
sistema público y universal hace que
cualquier problema sanitario reciba
respuesta de la administración. La medicina
privada puede ser más cómoda pero la
atención integral se resiente.
-¿El copago farmacéutico ha cumplido su
objetivo?
-Hace 25 años, el consumo evidentemente
era menor. Luego, ha habido unos años en los
que el gasto se ha disparado. Con el copago
hemos notado una menor demanda de
medicamentos no imprescindibles.
-¿Cómo afectan los recortes que ha
sufrido la sanidad pública?
-Nos han rebajado el sueldo un 13% desde
2010 entre extraordinarias, productividad,
comidas en la guardia etc... La fase de
reestructuración de profesionales médicos en
el ámbito rural por la disminución
demográfica y el recorte en sustituciones,
nos obliga a doblar jornada durante los
periodos de vacaciones, precisamente cuando
se produce un mayor incremento de población
en los pueblos. Con la buena voluntad del
personal sanitario y la comprensión de la
gente no se resiente la atención sanitaria.
-¿Son los médicos un colectivo elitista,
como a veces se les acusa?
-En Atención Primaria y en el ámbito
rural no se percibe el elitismo. Yo trabajo
con 13 médicos más, 11 enfermeras, un
celador y una auxiliar administrativo y
todos, somos imprescindibles en la
organización del centro de salud.
-¿Qué opinión le merece el pacto que
acabe de firmar el Gobierno con el colectivo
de médicos y enfermeras?
-He leído el contenido por la prensa.
Parece una maniobra de distracción de Rajoy,
necesitado de dar una imagen de defensa de
la sanidad pública que las corporaciones
colegiales y sindicales de médicos y
enfermeros ha aprovechado.
-Al margen de la medicina, su gran
afición es estudiar el pasado de la
humanidad.
-Desde siempre me ha gustado cualquier
tema relacionado con el pasado, sobre todo
la historia local de Villafáfila, desde la
Guerra Civil a la ocupación prehistórica de
las Lagunas de Villafáfila. Se puede
compaginar bien con la medicina dedicándole
tiempo de ocio y vacaciones.
-A lo largo de los últimos años ha
realizado numerosos estudios históricos y
descubrimientos arqueológicos. ¿Hay algún
hallazgo que le haya emocionado
especialmente?
-No tengo especial predilección por
ninguno pues todo tiene su importancia,
desde un trozo de cerámica que se encuentra
en una tierra y que te orienta de una
ocupación antigua hasta un testamento de
alguien desconocido que informa sobre los
hábitos y costumbres del siglo XVI.
-Pocos saben que en Villafáfila se firmó
un acuerdo histórico...
-Estudié la Concordia de Villafáfila con
motivo del V Centenario en 2006. La
importancia fue la declaración de la reina
Juana como incapaz de gobernar y la ayuda
que se prestaron el padre y esposo de la
monarca, Fernando El Católico y Felipe el
Hermoso, respectivamente a pesar de que eran
enemigos íntimos.
-¿Y cuáles han sido sus últimos trabajos?
-Los trabajos más recientes se refieren a
los últimos años de vida del monasterio de
Granja de Moreruela y la Casa de Almanza.