PREGÓN - SEMANA SANTA - VILLAFÁFILA 2011

D. VOLUSIANO CALZADA FIDALGO

 

 

-  D. Agapito Gómez García, hermano en el sacerdocio y amigo,  párroco de Santa María de Villafáfila.

-   A  la Junta Pro-Semana Santa  y cofrades.

-   A la Sra.  Alcaldesa,  Dña.  Susana  de Caso Bausela y autoridades  civiles de esta Villa.

-  Os saludo a todos  vosotros con cariño, familiares y amigos, de cerca y de lejos, de mi querido pueblo.  

Y lo hago con aquel saludo en idioma guaraní, que tantas veces hice,  en la radio, en mis programas religiosos en Paraguay, donde estuve de misionero,  desde el 1971 al ‘90.

¡Ta -Ñandé  py’aguapý   oñondivé   Cristo-rupí¡

¡Que la paz del Señor esté con vosotros!

D. Volusiano Calzada Fidalgo

 

Este año tengo el gran honor de ser invitado por la Junta Pro-Semana Santa de mi pueblo como Pregonero, ¡quién me lo iba a decir a mí cuando era monaguillo! Además quiero haceros partícipes de mi doble alegría pues mañana, 18 de Abril, cumplo 40 años de Ordenación sacerdotal.

                         ¡No habéis podido hacerme mejor regalo!

  Pues bien, nací en el 42, me bautizaron a las dos semanas (23 agosto), hice mi primera comunión casi a los nueve años siendo párroco D. Francisco Lera García y desde muy niño viví la Semana Santa con entusiasmo, recogimiento y no poca curiosidad a la vez, tal como lo vivía en el seno de mi familia. Recuerdo como monaguillo, los viacrucis que rezábamos muy temprano en la Iglesia, todos los viernes durante la Cuaresma y hacía mucho frío.

Traigo aquí, a la memoria, a  personas que influyeron en mi vida: además de mis queridos padres: Leónides y Florencia, mis 6 hermanos y todos los familiares, los maestros: D. Tarsilo, D. Fernando y D. Laurentino. A los Sacerdotes: D. Francisco Lera, (D. Avelino, D. Leónides, D. Víctor), a D. Camilo Pérez  que llegó al pueblo cuando yo me fui a  Coreses, en 1955.

Quiero recordar aquí a + D. Alejandro Tejedor, RIP. Sacerdote, hijo de este pueblo,  fallecido hace pocos meses.

  + Y también a una mujer, + a PURI, RIP, que se destacó por su sencillez y servicio, ligada a la Parroquia y a la Semana Santa por su entusiasmo por los cantos y el Viacrucis

  A partir de los 12 años, poco pude participar ya en la Semana Santa de aquí pues comencé, por deseo propio, mis estudios en el Colegio/Seminario de los Misioneros  del Verbo Divino en Coreses. Luego vino mi etapa de Noviciado de Dueñas (Palencia) y más tarde, mis estudios superiores en el Seminario Mayor SVD de Zizur Menor Navarra, cerca de Pamplona, donde fui ordenado sacerdote  el 18 de Abril de 1971, como ya he dicho, con tres compañeros más:  uno navarro, un riojano y un filipino; y  otros tres más, que se ordenaron  en Octubre. 

  Durante casi 20 años trabajé como Misionero en Paraguay (2971-1990) y allí echaba de menos la Semana Santa de mi tierra,  pues casi no había imágenes, ni tampoco el espíritu “semana-santero” de aquí y eso hacía que la añorara aún más. Sólo viví la Semana Santa de mi pueblo en contadas ocasiones  y una de ellas, tristemente,  coincidió con el fallecimiento de mi padre, poquito antes.  En esta ocasión  me pareció que había decaído el recogimiento y afecto que yo recordaba de entonces.

Durante los dos años de mi estancia en Irlanda, Inglaterra y Escocia no existían las procesiones en las parroquias donde yo estuve. (1982-4).

También fue diferente la Semana Santa en los siete años que estuve destinado en Roma; pues, como sabéis, por ser la Santa Sede del Vaticano, fue una vivencia muy sentida y muy enriquecedora. (1990-97).

Después de los 6 años que trabajé en Madrid en el barrio de Lavapiés con los inmigrantes y en la  Parroquia Virgen del Alba de Alcorcón; ya en el año 2005,  fui destinado a mi querida tierra de Zamora, donde he tenido la ocasión de vivir la Semana Santa con más intensidad,  tal como yo la recordaba. (1997-2005).

(Recuerdo, de paso, mañana Lunes Santo, presidiré, como Capellán, la procesión del SSmo. Cristo de la Buena Muerte, que sale a las 12 de la Noche y regresa de nuevo a  la parroquia de San Vicente Mártir, en Zamora)

Introducción a la celebración de la Semana Santa.

“Porque has establecido generosamente este tiempo de gracia para renovar en santidad a tus hijos, de modo que, libres de todo afecto desordenado, vivamos las realidades  del tiempo presente como anticipo de las  realidades eternas”  (Prefacio Cuaresma II)

Súplica  al   Señor                

Día a día te vamos a acompañar en esta Semana Santa. Es toda una transformación la que tienes que lograr en nosotros, Señor.  Nosotros andamos ocupados y preocupados en muchas cosas, son cosas pequeñas, minucias,  tal vez,  que nos distraen, que nos atan, que nos materializan, que nos alejan de ti. Por eso Señor tenemos necesidad de volver a ti, de convertirnos, de vivir estos días  como un ejemplo de purificación “este es el tiempo de la gracia; este es el día de la salvación”. Y nosotros, de cara a esta Semana Santa, estamos necesitados de salir de nosotros y encontrarnos contigo.  Pero en realidad, eres Tú quien vienes a nuestro  encuentro.

Nos disponemos ya a la celebración del Misterio Pascual, que es  tiempo de contemplación de este Misterio; tiempo para unirnos a Jesús que pasa ante nosotros con la cruz al hombro.  Cruz de muerte y de vida, cruz de oprobio y de victoria, cruz, en definitiva, de salvación por los que creen en Él,  que ha hecho de la muerte vida, y de su muerte, Vida para toda la humanidad.  (D.5º Cuaresma)

¿Cómo debemos de celebrar estos días?

Deben de primar: La sencillez de las celebraciones y también la participación del pueblo en ellas porque ambas se implican mutuamente. Sí, debe aparecer con sencillez y claridad lo que allí se está celebrando: Cristo que ama, sirve y se entrega hasta dar la vida, y a quien el Padre rescatará de la muerte y glorificará. Si bien estamos asistiendo a una época de creciente “laicismo” que más que revelar el misterio, lo oscurece,  detrás de ritos que poco o nada transmiten, y a los que, muchas veces,  el pueblo asiste pasivamente.

Mirad, que los profetas fustigan con dureza el culto vacío, aislado de la vida, de la justicia y del pobre.  Y Jesús, en su encuentro con la Samaritana, nos da el criterio sobre los adoradores que El quiere: en espíritu y en verdad. Jesús, el pobre y el que sufre, es el templo en el que Dios quiere ser adorado en verdad a impulsos de su espíritu.

El otro criterio, muy unido a la sencillez es el de la participación del pueblo. El Concilio desea celebraciones en las que la comunidad aparezca toda ella celebrante y oferente. “ofrecen a Dios la víctima divina y se ofrecen a sí mismos juntamente con ella”. Nos recordó que en la celebración litúrgica “los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente”, en  “una celebración plena, activa y comunitaria”.

Y ahora, os invito a hacer un Vía Crucis singular, porque lo haremos considerando cada una de las procesiones que desfilarán por las calles de nuestro pueblo estos días.

Domingo de Ramos

Hemos iniciado ya hoy la Semana Santa acompañando a Jesús entrando en Jerusalén con nuestros ramos bendecidos. Seguimos a Jesús porque su amor hasta la muerte es vida para siempre. Lo aclamamos y nos sentimos felices de ir con El. Y nos disponemos a acompañarle, paso a paso, en su penoso camino hacia la muerte y resurrección.

Anécdota: Recuerdo aquella frase que de pequeños decíamos: “El que no estrena nada el Domingo de Ramos, no tiene pies ni manos”, y, sobre todo los niños y niñas, siempre estrenábamos alguna prenda.

Miércoles Santo:   Procesión del Silencio.  (Desde el 2000)

Es la cofradía del Santo Cristo de la Misericordia. Toma del juramento y canto del Miserere. Sale por nuestras calles el Santo Cristo de la Misericordia. Esta procesión está marcada por el Silencio.- Ante el Cristo crucificado nos sentimos pecadores y  pedimos perdón: Pedimos perdón y prometemos que no haya más mentira en nuestra vida; para que seamos auténticos; para que la SS no sea una “mentira piadosa”, una apariencia de religiosidad, o una aparente farsa. Para que la SS sea eso: santa en nosotros. La mentira, como la guerra y el pecado. empieza en el corazón del hombre y es de ahí, de nuestro corazón, de donde tenemos que arrancar todo lo que no es verdad, todo lo que es mentira, todo lo que no es auténtico. 

Dice Jacinto Fuertes Trabadillo en una poesía dedicada al recuerdo de la Semana Santa y al Cristo de la Misericordia:

 

Mayores, jóvenes, niños

presentes  en mi memoria

que  demostráis  gran cariño

al  Cristo de la Misericordia.

 

Jóvenes que lo llevasteis

Con entusiasmo y con fe,

Que lo llevéis muchos años

Igual que en el noventa y tres

 

Joven fui como vosotros

Y a vosotros me dirijo

Cuando no podáis con él

Que lo lleven vuestros hijos

 

Y al final de nuestra vida

A ese Cristo le digamos,

Tú que eres Misericordia

Perdona nuestros pecados.

 

Reflexión:

Lo ves Señor, esto es lo que somos, esta es la realidad de nuestra vida y  de nuestra miseria. Pero en ti está la misericordia y el perdón. Empieza Señor a hacernos menos malos. Empieza tú primero y nosotros nos pondremos también manos a la obra.

Nosotros queremos vivir y estamos dispuestos a no dejarnos llevar por el egoísmo, aunque nos dejemos llevar por el mal y, como tú nos conoces bien, confiamos en tu infinita misericordia…

                                                   ***

Triduo Sacro:     Jueves   Viernes y   Sábado

La figura de Jesús, su amor a la humanidad hasta la muerte deben ocupar el corazón de cada uno de nosotros como creyentes, y de la Iglesia, que formamos y somos, como comunidad.

La cruz y la vida siguen siendo reales compañeras de camino de nuestra historia personal y colectiva. Los crucificados de hoy deben seguir atrayendo nuestras miradas. La vida, la resurrección, es nuestra vocación suprema: vivir y dar la vida.

Son días de priorizar las celebraciones litúrgicas, de participar vivamente en ellas,

-  de comulgar, el Jueves Santo, con Cristo puesto a los pies y al servicio a los suyos, a quienes llama amigos y les dice que les ama y que se amen entre ellos.

-  Comulgar, el Viernes, con los despojos de uno que ha muerto en la Cruz , desnudo y abandonado.

-  Comulgar en la mañana de Pascua con Cristo resucitado, acogido por el Padre en la muerte y glorificado y constituido Señor y Viviente que da la vida.

Esos tres días debemos vivirlos en íntima unidad, sin separar unos de otros. Amor, servicio, entrega, muerte y resurrección son pasos de aquel que es Camino, Verdad y Vida; Cristo, el Señor. Y son también nuestros pasos. (De Eucaristía 2010)

 Jueves:

-  Celebración de la  Cena del Señor.

Eucaristía: Allí en el cenáculo contemplamos a Jesús que lava los pies a sus discípulos, como un signo de su entrega. Y escuchamos cómo nos deja el pan y el vino como sacramento permanente de su presencia entre nosotros, para acompañarnos toda la vida, instituyendo así la Eucaristía y el sacramento del Orden Sacerdotal.

¡Cómo quiero yo agradecer al Señor mi sacerdocio vivido en estos 40 años, debo agradecer a la Iglesia, a la  Congregación del Verbo Divino, donde me ungiste sacerdote con tu Espíritu y que también ungió a San Arnoldo Janssen, nuestro santo fundador. A él y a todos mis hermanos misioneros debo dar gracias de corazón.  Y  a todos vosotros que formáis la comunidad eclesial  de mi pueblo, Villafáfila,  y a toda mi querida familia, en especial, a mis recordados padres ya difuntos. 

Día de la caridad por excelencia,  Jueves Santo

La caridad es una dimensión esencial de todo bautizado y en toda comunidad cristiana; tiene múltiples formas para manifestarse y se puede vivir de muchas maneras. Los nuevos tiempos, las nuevas pobrezas nos pedirán también nuevas formas que es necesario encontrar y madurar. No lo olvidemos.

Procesión de Penitencia con el Ecce Homo

Esta imagen siempre la miraba yo con mucha admiración. Jesús atado a una columna, golpeado y maltratado. (He estado en Tierra Santa justamente donde Jesús fue interrogado por Pilatos). No nos quedemos fuera de este misterio: no nos lavemos, nosotros, también las manos.  Somos culpables de su sufrimiento.

Mirad que nadie como los fariseos escucharon palabras más duras. Nosotros tenemos el peligro de quedarnos en las imágenes, las costumbres de cada día, etc… pero tenemos que ir más adelante, calar más hondo, no debemos quedarnos en la superficie, en la tradición, en lo típico, quedarnos a la puerta sin entrar en la actitud ante el misterio y el mensaje de la Pasión del Señor.

¡Oh Señor, pequé ten piedad y misericordia de mí!

-   

Procesión  de la Veracruz.

Es un gran logro de la Junta Pro-Semana Santa que el pasado año 2010 consiguió recuperar. Sabemos que procesionaba la noche del Jueves Santo; los cofrades eran de dos clases: La luz, y sangre, o, de disciplina. Vestidos con túnica o camisa blanca y capirote ó caperuzas; llevando una vela los de luz y disciplinándose los segundos durante la procesión. Se sabe también que en el año 1717 había 45 mujeres cofrades, aunque no se especifica de qué tipo. Después de la procesión se tomaba un refrigerio consistente en tortas y vino (la parva). Esta cofradía dejó de procesionar  hacia el año 1880.

Reflexión: Pero ¿Vamos a contemplar a Cristo en la cruz sin que no nos pase nada por dentro? ¿sin que nos decidamos a poner en práctica las exigencias del amor fraterno? ¿sin que ahonde en nosotros el valor de la eucaristía? ¿comprendes ahora, Señor, porque, como Pedro, te decimos que no subas a la cruz?.

Viernes Santo

-  Procesión del Encuentro: desfila Jesús Nazareno, María y San Juan.

-  Santos Oficios de la Muerte del Señor.

-  Procesión del Santo Entierro: con  Las Angustias, La Urna, y Virgen de los Dolores

 “Hoy, en el Viernes Santo, la Cruz de Jesús es el centro de todo. Con dolor, pero más aún con admiración y agradecimiento, nos acercamos a Él y afirmamos nuestra fe en Él porque de la cruz de Jesús, de su amor inmenso, brota vida inagotable para toda la humanidad.

       Quiero deciros: Dichosos vosotros:

-  los que veáis a las procesiones de Semana Santa de nuestro pueblo y la hagáis vida,

-  los que vistáis la túnica penitencial y haya una sintonía de penitencia en el corazón;

-  los que cargáis con los “pasos” y ofrecéis vuestras fuerzas y vuestro sudor como una penitencia que purifica y redime. Y hacéis oración.

-  Bienaventurados si además de incorporaros a la muerte de Cristo, resucitáis con El a una nueva vida en el gozo pascual del Aleluya.

-   

Sábado Santo  día de silencio. Junto al sepulcro de Jesús sentimos el dolor de la muerte del Maestro, el dolor de todas las muertes del mundo. Pero, al mismo tiempo, confiamos en la fuerza de Dios: el grano de trigo, sepultado en la tierra, dará mucho fruto.

Procesión con la  Soledad por la noche.

Vais solamente mujeres, seguramente muchas madres.  Fijaos bien… María está sola. Hoy no podemos mirar a la eucaristía ( no hay misa), ni a la cruz, miramos a María que se encuentra sola. Puede que materialmente esté acompañada por alguna de las mujeres, o tal vez por Juan que había de llevarla a su casa. Pero, aunque estuviera acompañada, María está sola, es un vacío tan grande el que tiene por la muerte del hijo que nada ni nadie lo puede llenar. Las madres que hayan perdido a un hijo lo pueden comprender pero siempre habrá una diferencia muy grande y una distancia inalcanzable dada la calidad de este HIJO y la sensibilidad de esta madre.

Nos acercamos a ella con respeto y nada le vamos a decir. Queremos simplemente estar y compartir.

A la SOLEDAD  de MARÍA  por Jacinto Fuerte Trabadillo


 

La procesión de mi pueblo

 Que a mí me ha gustado más

Y que siempre la recuerdo

María en su soledad.

 

Procesión que no había visto

Luto, tristeza, llorar;

Llanto en la Madre de Cristo,

Me enamora su piedad.

 

Procesión de penitencia,

Mujeres con fe y con luz,

Iluminan y le rezan

A la Madre de Jesús.

 

Engarzan cantos y rezos

Con fe y amor de verdad,

Y miran a esa Madre

Que llora en su soledad.

 

Con mis hijos la seguí

Por las calles más cercanas,

Yo la miraba con fe,

Mis hijos besos le daban.

 

Me sentí más penitente,

Me encontré más pecador,

Llegó hasta mí el eco triste:

“Llora la madre de mi amor”.

 

La soledad de María

Me llenaba de dolor,

Lloraba  la Madre mía

¡Nunca vi pena mayor!

……….

Me cansé de caminar

Por senderos de rastrojos

y  retrocedí hacia atrás

Con lágrimas en los ojos

……………

Yo iba solo y sentí pena,

No podía acompañar

A mi Madre, la más buena,

Llorando en su soledad.

 

Cristo nos dio a su Madre

En la persona de  Juan

Por  eso hoy sus hijos

La  vamos a acompañar.

 

Meditando los misterios

de la pena y el amor,

pensé  ayudar a la Virgen

yendo en la procesión.

                    +++

Comentario: Procesión que he contemplado en una ocasión desde lejos, aunque según me cuentan, las mujeres que han participado, desde niñas, la han vivido con gran intensidad preparando sus trajes negros, sus faroles con cristales relucientes para que la luz de sus velas iluminen el paso de la Virgen. (Los hombres las contemplan apostados en las esquinas de las calles y a la puerta de los bares por donde pasa la procesión con gran recogimiento y silencio).

Llegamos a la noche de la solemne Vigilia Pascual, se enciende una luz. Es la luz que rompe las cadenas del mal, de la tristeza, de la muerte. Jesús ha resucitado y su resurrección nos llama en medio de todas las angustias. La vida vence a la muerte, la vida de Jesús ilumina para siempre nuestro débil camino de hombres y mujeres en este mundo.

Domingo de Resurrección: Procesión del Encuentro y Eucaristía.  Desfilan El Salvador y la Virgen      del Carmen.

-  El tiempo en honor de Jesús resucitado,

-  el tiempo de vivir la alegría de ser cristianos,

-  el tiempo de transmitir la fuerza del amor, la caridad,

-  el tiempo de poner concordia y buena voluntad a nuestro alrededor,

-  el tiempo de mostrar con respeto y cariño nuestra fe,

-  el tiempo de ponernos decididamente a favor de los menos  favorecidos,

-  el tiempo de estar con todos los que sufren y los enfermos,

-  el tiempo de vivir a fondo el Espíritu que Jesús nos ha dado.                                    

 

A todos vosotros que estáis aquí y me escucháis, a los de Villafáfila que estáis lejos, a los parroquianos de Zamora de San Juan Bautista y San Vicente Mártir, a tantos enfermos y acompañantes del Hospital provincial “Rodríguez Chamorro” de Zamora,  mis más cariñosos deseos de una feliz    Semana Santa.    

Y termino con este deseo en idioma Guaraní “Decid a todo el mundo que Jesús que había muerto,  ha resucitado  ¡Ven Señor Jesús, Ven!”

Romombe’ú   Ñandejára   Hesukrísto   remanó-hagué,

Rogueroviá  reikové jevyhá   ¡Ejú Ñandejára, ejú!

¿Felices Pascuas de Resurrección!

Villafáfila (Zamora)  a  17 ABRIL  2011                                     


Autor:

José Luis Domínguez Martínez.

 

Texto:

D. Volusiano Calzada Fidalgo

Pregonero de la Semana Santa de Villafáfila 2011.

 

Fotografía:

José Luis Domínguez Martínez.

 

Transcripción y montaje:

José Luis Domínguez Martínez.

 

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