SAN JUAN BAUTISTA - VILLAFÁFILA

Siglo: XVII hacia mediados.

Estilo: Barroco.

Mide: 1 m.

Autor: Desconocido.

Procede: Iglesia de San Juan, de la que era su titular, festividad el 24 junio.

Ubicación: Sin determinar.

Imagen Procesional: Desfila desde 1831 en la procesión del Encuentro, el Viernes Santo a la mañana, junto a Jesús Nazareno “El Nazareno” y María. Seguramente desde ese año se realice la ceremonia del Encuentro, además de que es subastada por primera vez al igual que la trompeta.

Descripción de la imagen:

Posee cabeza con pelo y barba abundantes y rizados. Los ojos los tiene abiertos y la boca cerrada. El cuerpo lleva una túnica corta de piel de camello, ceñida y anudada por delante. Sobre ella tiene un manto de color rojizo carmín. Que deja descubierto su brazo derecho y parte del pecho, recogido sobre el que se encuentra el Cordero Divino (Agnus Dei). El manto y la túnica son cortas y dejan ver parte de las extremidades (la derecha, adelantada) con los pies descalzos. Se pretende dar sensación real al cuerpo penitencial, sometido a la vida del desierto. Es la simbología propia del santo. La posición de la mano, de su brazo derecho nos hace pensar que llevaría una cruz con travesaño vertical muy largo respecto al otro, según la simbología. El ritmo del cuerpo y la forma de disponer los brazos y piernas siguieren un movimiento implícito, que confiere una naturaleza dinámica en la escultura.

Su policromía es en las partes desnudas de una encarnación mate y en el manto de color rojo carmín, llamado de Indias.

Historia:

Pero como en todos los libros parroquiales la encontramos sin adjetivo, puede surgir la duda de si era El Bautista o San Juan, el Apóstol. Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que se trata de San Juan Bautista; porque temeos una imagen de San Juan y ésta es de San Juan Bautista como lo denotan su simbología (el cordero), pies descalzos, brazo derecho totalmente desnudo, dejando al descubierto, debajo del manto, parte de la túnica, pelo y barba abundantísimos, etc. detalles que encajan totalmente en la manera tradicional de representar la figura del Bautista. Ahora bien, si tenemos en cuenta que en ninguna de las otras parroquias se halla inventariada, ni siquiera aludida, imagen alguna de San Juan, concluiremos que ésta no puede ser otra que la del titular de San Juan.

Seguramente San Juan, 24 de junio, era el patrono de Villafáfila y sus fiestas así lo atestiguan en documentos ya en el siglo XVI donde esos días se daba o corría un toro:

Aunque las primeras noticias documentales se recogen a mediados del siglo XVI, la tradición oral puede no estar descaminada, pues la presencia del rey don Fernando el Católico en la villa mientras negociaba la Concordia de Villafáfila con su yerno el rey Felipe el Hermoso, sobre la sucesión de los reinos de Castilla, en junio de 1506 es suficientemente conocida de historiadores y cronistas[1].

Es muy probable que, durante su estancia, que duró una semana, fuera obsequiado por parte del concejo con la corrida de algún novillo. El hecho de que los encierros se corrieran en el siglo XVI el día de San Juan, coincidiendo con las fechas de la permanencia del rey en la villa, pues la llegada de la corte del rey Fernando a Villafáfila se debió de producir el día 22 de junio, según reseña Zurita:

“estando el Rey en Villafáfila a veynte y tres del mes de Iunio”,

el día 27 firmó la Concordia en la iglesia de San Martín y permaneció en la misma Villafáfila por lo menos hasta el día 27 pueden apoyar esas conjeturas. Además, era habitual recibir a los reyes con suelta y corrida de algún toro.

1546 como indica en un testimonio de un vecino de Villafáfila en un pleito entre la villa y su primer señor particular, el I Marqués de Távara:

“que don Bernardino Pimentel tenía una casa vieja en la plaza que antes era del conde de Benavente donde se encerraban los toros cuando se corrían por el día de San Juan”[3].

 Así fue hasta el siglo XVII al menos hasta con la profesión por parte del concejo de un “Voto de Villa”, esto es una promesa solemne por parte del concejo, que se hizo en honor de San Roque, coincidiendo con una de las epidemias de peste que azotaron la villa en el siglo XVII, se debió trasladar la corrida al día 16 de agosto y el patrono por San Roque, seguramente coincidiendo con unas fechas en las que las labores de siega y trilla estaban ya finalizando.

1775 al ser la iglesia de San Juan suprimida, pasa a depender de la iglesia de San Martín.

1807 ya antes estaba demolida la iglesia San Juan, pasando la imagen, a la iglesia de San Martín, sin datos ninguno de dónde estaría ubicada.

San Juan siempre ha sido llevado por los más jóvenes, al ser la imagen de menor peso, es con el que todo se iniciaban portando, el hecho que la noche del jueves santo se producía que la juventud pasara toda la noche en vela hasta la mañana del Viernes a la procesión , surgido a través con lo que siglos, dado en ser las limonadas de esa mezcal de la fe con la tradición, hiciese ir algunos jóvenes portadores con un punto de alegría, que San Juan se llevaba en pequeñas picardías de juventud, como es tradicional esa mañana desayunar churros y chocolate, San Juan no pocas veces iba con los morros pasados en chocolate, entre otras muchas que cada joven lleva en sí. Como los grupos de María y de Jesús Nazareno, a los inexpertos portadores de San Juan se la colaran en hacer la reverencia en otro punto del recorrido fuera de lo habitual que se hacía en la Plaza.

Desde 1831 se subasta además de Jesús Nazareno, María, la imagen de San Juan[4] y la trompeta, el Domingo de Ramos por la tarde, a las puertas de la iglesia de San Martín, bajo la Cofradía de Jesús Nazareno, que por primera vez sale San Juan en procesión en la mañana del Viernes Santo, y por lo que es de suponer que desde entonces se celebrara la “Ceremonia del Encuentro”, y ese año valen menos:

“Jesús 72 R.,

La Virgen 33 R,

S. Juan 9 R,

la trompeta 9 R,

y las cruces de pedir 7 reales.

La imagen de La Virgen recibe diversas denominaciones como La Soledad o María”.

La “Ceremonia del Encuentro” consiste en la representación del Encuentro entre las tres imágenes y haciéndose entre ellas reverencia, este acto se realizaba en la Plaza Mayor en la casa (hoy de Isabel Rodríguez) desde esta casa en su balcón se apostaba el predicador que iba dando el Sermón del Encuentro, los penitentes con su imagen, se situaban, Jesús Nazareno “El Nazareno” en la esquina de plaza San Martin (casa hoy de Gerardo Delás Gómez), María en el Ayuntamiento y San Juan en la Plaza Mayor junto a la entrada de la calle Costanilla (hoy calle de D. Daniel Fuertes) a la vez que se daba el Sermón del Encuentro el predicador, bajo sus palabras iban actuando los penitentes , primero San Juan que subía a la plaza por el lado derecho para llegar a María y hacerle las “Reverencias” entre los dos,  luego iba San Juan a hacer reverencias a Jesús Nazareno “El Nazareno” las hacía entre los dos y por último seguidamente María hacia Jesús Nazareno “El Nazareno” haciendo reverencia los dos  y que dicha ceremonia ha dado después nombre a la procesión como hoy día conocemos.

En abril de 1882[5], se registra con lo que valen las imágenes y la trompeta:

“En Villafáfila a dos de abril de mil ochocientos ochenta y dos asimismo los cofrades a toque de campana a quien costumbres oír a las cuentas del año anterior, a hora a seis la misma para llevar las imágenes en el viernes Sto. y por llevarla ... a uno a uno de paciente.

D. Eufrasio Martínez da de presente por llevar a Jesús ochenta reales.

D. Martín Costilla ofreció dar de presente cuarenta reales por llevar a María.

D. Gregorio Tejedor da de presente diez y seis por llevar a San Juan.

D. Gaspar Lorenzo da de presente por llevar y tocar la trompeta 16 reales”.

1896 la iglesia de San Martín es suprimida como parroquia y es anejada a Santa María el Moral.

La subasta a principios del siglo XX, pasa hacerse en las puertas de la iglesia de Santa María del Moral.

Se conservan las cuentas de los años 30 del siglo XX y poseemos ver la evolución de la cofradía en esos años.

En la década de los 50 del siglo XX la cofradía dejó de funcionar como tal. Posiblemente entre 1953 es cuando desaparece la Iglesia de San Martín.

Aunque la cofradía despareciese, las imágenes se siguieron subastando hasta hoy día, incluida la de San Juan, la procesión se ha seguido manteniendo hasta la actualidad, además es la que más devoción tiene.

1953 desaparece la iglesia de San Martín, las imágenes son trasladadas a Santa María del Moral, no sabemos que fuese colocado en el interior de la iglesia, estaría guardado en la casa parroquial.  Y la procesión ese año empieza a salir de la iglesia de Santa María del Moral.

Entre el año 1959 (27 de Marzo) o 1960 (15 de abril), se produjo la caída de San Juan en la procesión, en el momento del Encuentro.

Quizás la mañana del grupo de San Juan no empezaba bien, se habían reunido en una casa vieja en la calle Zamora junto a la plaza de San Juan, (hoy casa de D. Juan Antonio Martín Vega “Tiarruco”) después de pasar una noche como era tradición de estar de fiesta, entre limonada, hasta la hora la procesión, después de intentar hacer churros que les salía como fideos, se acostaron en una habitación entre cañizos, tapados con unas mantas, tan dormidos quedaron que llegó la hora de la procesión y no levantaron, uno del grupo que en esa noche su madre no le había dejado quedar D. Jesé Fidalgo Benayas “Pepe” sabiendo donde estaban fue a llamarlos cuando llegaron a la procesión eran ya las nueve de la mañana.

Llegado el momento de realizar el encuentro, como mandaba la tradición se colocan en la entrada de la calle Costanilla (hoy calle D. Daniel Fuertes) justo al otro queda al lado la entrada a la calle Lavapiés, en una esquina de la plaza. La colocación de estos en las andas fue, al frente de la imagen, en la izquierda D. José Luis Fernández Alonso “Caña”, a la derecha D. Jesé Fidalgo Benayas “Pepe”, a tras a la izquierda D. Julián Martín Vega “Tiarruco” y a la derecha D. Isidro Domínguez Calzada “Chonche”. A las palabras del predicador “Corre Juan a ver a María” salen los penitentes en dirección a María para hacer la venia que estaba apostada en la Plaza del Reloj o Ayuntamiento, los de San Juan al poco de iniciar su marcha e ir por el lado del trinquete enfilando la pista D. Isidro Domínguez Calzada “Chonche” avisa a D. José Luis Fernández Alonso “Caña” que pisaba la túnica (hay que recordar que el asfaltado de las calles no existía haciendo dificultosa el porte de las imágenes, y las túnicas no siempre te quedaban como un traje bien ajustado) la túnica al final se le enredó con la consecuencia de que el santo se les vino abajo, San Juan se les cayó al suelo, el testarazo que se llevó resonó en toda la plaza, es de suponer el susto de ellos cuatro, la sorpresa y disgusto de todos los asistentes, de lo cual le quedo señal y alguna abertura a San Juan de su testarazo contra el suelo. Uno de los vecinos les llegó a increpar D. “Sinculo” Al que D. Julián Martín Vega “Tiarruco” con la pica lo amenazo que lo habría en canal, desistiendo la aptitud increpadora.

Llegó la hora de ir a pagar el Santo el ajuste hecho, nadie quería ir a pagar temiendo la bronca del Sr. Cura Camilo Pérez Bragado que había llegado como párroco en 1955, al final D. Isidro Domínguez Calzada “Chonche” acompañado con por otro fueron y pagaron, seguro esperaban una bronca, pero no les dijo absolutamente nada[8]. Aun le dura a San Juan sus marcas de aquel

Sobre principios de la década 1970 siglo XX, se deja de decir el Sermón del Encuentro, pero se mantuvo el encuentro y reverencias, pero su realización es en la plaza del Ayuntamiento, San Juan se pone a la esquina de San Martín que llega atravesando toda la Plaza Mayor por el lado del trinquete siendo primero con María y segundo Jesús Nazareno mientras les esperan en la esquina del Ayuntamiento que reverencie, acercándose San Juan, y realizándose las reverencias.

1995 es conservado en el Museo Parroquial.

Autor: José Luis Domínguez Martínez.

Bibliografía - Texto:

Manuel de la Granja Alonso y Camilo Pérez Bragado: Villafáfila Historia y actualidad de una villa castellano-leonesa y sus iglesias parroquiales, pág. 415, 436, 443.

Manuel de la Granja Alonso: El arte de una villa castellano-leonesa, Villafáfila. pág. 26, 32, 85.

Elías Rodríguez Rodríguez: Cofradía Jesús Nazareno,

historiasdevillafafila.blogspot.com https://historiasdevillafafila.blogspot.com/2020/04/la-cofradia-de-jesus-nazareno.html

villafafila.net - https://villafafila.net/cofradianazareno/cofradianazareno.htm

Elías Rodríguez Rodríguez: Noticias historias sobre los encierros de Villafáfila. La Opinión de Zamora año 2000.

villafafila.net https://villafafila.net/encierros/encierros.htm

Elías Rodríguez Rodríguez: Algaradas en las fiestas por causa de los toros a principios del siglo XX. historiasdevillafafila.blogspot.com

https://historiasdevillafafila.blogspot.com/2020/08/algaradas-en-las-fiestas-por-causa-de.html

Isidro Domínguez Calzada: Datos personales.

José Luis Domínguez Martínez: Datos personales.

A.D.Za. Parroquial de Villafáfila. 113.4: Libros 15 y 16. El primer libro de cuentas de esta cofradía que se conserva actualmente en el archivo diocesano y data 1819[9].

Fotografía: Manuel de la Granja Alonso, Elías Rodríguez Rodríguez y José Luis Domínguez Martínez.

Trascripción y montaje: José Luis Domínguez Martínez.

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