VILLA DE FAFILA Apuntes sobre el origen de un nombre |
|
|
Aunque en el término municipal se encuentran diversos restos materiales desde el Neolítico (5.000 A.C.), el poblamiento más antiguo documentado dentro del casco urbano actual es de la primera Edad de Hierro, en el solar de la antigua iglesia de San Martín. En las afueras del pueblo, tanto al este, en La Carrerina y El Escambrón, donde existen diversos materiales, tanto constructivos como cerámicos, de época tardorromana, como en el oeste, en el pago de Santa Marta donde se encontró el tesorillo visigodo, existen indicios de la ocupación de la villa entre los siglo IV y VIII.
La primera cita escrita que he encontrado de Villafáfila se remonta al año 936, cerca de la Salina en un documento del monasterio de Sahagún, por el que Alarigo y su mujer Fradegundia, venden dos salinas en Lampreana, una de ellas en la Salina Grande –Lacuna Maiore– y cita como lindantes a los términos de Abiza, de Piniolo, de Atanarico y de Villafáfila: “Iª pausata ad Lacuna Maiore ad terminum de Abiza et de Pinniolo et de Villa de Fafila...”[1]. El año 954 en una donación que hace un noble mozárabe, Piloti Gebúldiz, de diversas heredades al monasterio de San Martín de Valdepueblo, en Mayorga, ya se menciona como aldea con buenas casas: “in Lampreana, in Villa fafila, palacios obtimos cum suas hereditates”[2]. Es probable que la localización de la aldea altomedieval estuviera más cerca de la Salina Grande que la villa contemporánea, que seguramente se organizó como tal un siglo después. La etimología parece que corresponde, como en muchos lugares de la Tierra de Campos a un antropónimo común del siglo X, que sería el propietario de una villa rústica que se fue transformando en aldea. Otros pueblos cercanos pueden tener un topónimo referido a su antiguo propietario: Revellinos (Revelle), Otero de Seriego (Serico o Seriego), Villaveza (Abeza o Abiza), Villarigo (Erico o Erigo), Villarrín (Regine), etc. Varios personajes de nombre Fafila o Favila (escrito a veces Fauila) como se relacionan indistintamente, aparecen en textos coetáneos. El primero de ellos documentado actúa a finales del siglo IX, durante el reinado de Alfonso III, y posiblemente se trate de un sobrino del rey, se llamaba Fáfila Odoariz, y actúa como testigo en un documento de 886 de restauración de la diócesis de Orense[3]; a principios del siglo X en la corte de Ordoño II hallamos a otro, a Fafila Baroncelliz, personaje emparentado con el obispo Sisnando de Santiago al que encontramos confirmando una donación a la catedral de Santiago en el 911[4], o en la confirmación de un documento del monasterio de Sahagún en 921[5]; el conde Fafila Olaliz y otro Fafila diferente confirman varios documentos de la catedral de León, desde 927 a 991[6]; y otros muchos personajes con el mismo nombre aparecen en el siglo X, confirmando documentos de monasterios en toda la Península Ibérica: - Los gallegos son los que mencionan más veces a personajes así nombrados: como Sobrado cuando en 927 varios testigos hacen referencia a un abuelo llamado Fáfila y durante todo el siglo X otros homónimos[7]; de Celanova, o de la diócesis de Mondoñedo (un confeso se cita en 951, y la viuda y los hijos de otro Fáfila, fallecido antes de 974[8]; - De otros monasterios leoneses[9], - Portugueses (como el Fafila ts en un documento del monasterio de San Salvador de Moreira, datado en 915), - Catalanes donde Fafila con diferentes variantes se documenta como antropónimo en Cataluña entre el 846 y 989 en diversa documentación monástica[10]. - Castellanos, como uno de los Santos mártires del monasterio de Cardeña, que perecieron en el monasterio burgalés en el siglo IX era el monje Fauila. Por lo tanto, de la documentación medieval publicada hasta ahora podemos deducir que el nombre Fáfila era relativamente común y extendido por toda la península a principios del siglo X. Por lo tanto no podemos saber quién sería el Fáfila propietario de esta villa cercana a la Salina Grande, que podía ser contemporáneo del documento de 936, o referirse ya a un antropónimo consolidado que se remonte a un personaje anterior de ese apelativo. Tradicionalmente se ha propuesto un origen visigodo a Villafáfila, que podría tener confirmación en los hallazgos arqueológicos del tesorillo en 1921. Así Cesáreo Fernández Duro, en su Colección Bibliografía-Biográfica de noticias referentes a la provincia de Zamora, cita la fundación de Villafáfila en el año 435, según Gregorio de Argaiz en “Población eclesiástica de España y noticias de sus primeras honras. Hallada en los escritos de S. Gregorio obispo de Granada y en el Chroninon de Humberto, monje de S. Benito.1667-1669. Tomo III pág.332[11]”. Pero no se caracteriza este autor por la precisión de sus citas.
Ningún fundamento tendría la hipótesis relativamente extendida de relacionar el origen con el rey Fáfila o Favila, hijo de don Pelayo, que vivió y murió en Asturias a mediados del siglo VIII.
Sin embargo, el origen primigenio de una villa con este nombre bien pudiera haber estado relacionado con una posesión rústica del dux Favila, padre de Pelayo según la versión ovetense de la crónica de Alfonso III, cuyo ámbito de actuación podría haberse realizado a fines del siglo VII en la provincia de Astorga[12]. Parece que antes del 683 se habían creado dos nuevas provincias o ducados en el norte peninsular, una la de Asturias, con capital en Astorga y otra en Cantabria, con capital en Amaya[13]. Este personaje permanece confuso en la historia. Por lo poco que sabemos de él, vivió a caballo de los siglos VII y VIII. Las crónicas medievales le adjudican un origen real, como hijo de Chindasvinto y de Reciberga, que habrían tenido tres hijos: Recesvinto, que le sucedió como rey, Teodofredo que sería el padre de don Rodrigo, y el dux Fáfila, padre de don Pelayo. Según Sebastián de Salamanca: “Tunc Pelagium sibi filium quondam Fafilani Ducis ex semine Regio in Principem elegerunt” Entonces eligieron por príncipe a Pelayo, hijo del duque Fáfila, de sangre real. Se le cita como duque pero no se sabe con certeza si ejercía un ducado territorial que pudiera ser el de Asturias, o era uno de los dux que integrados en la curia regia o Palatium, que acompañaban y asesoraban al rey visigodo. El duque Fáfila a principio del siglo VIII fue enviado por el rey Égica (687-702) desde Toledo a ver a su hijo Witiza, (700-710) al que tenía asociado al trono y residía en Tuy (700-702). Hubo un incidente entre Witiza y Fáfila, al parecer por causa de la esposa de éste, que sufrió un golpe en la cabeza del que falleció. “Fafillam Witiza, occasionem uxoris, fuste in capitis vulneravit, ex quo vulnere mortuus fuit juxta urbicam” (Por un motivo ocasionado por la esposa [o por otra mujer], le golpeó la cabeza con un bastón [Vitiza a Favila], lo que le produjo después la muerte). Lucas de Tuy dice “Witiza uxoris instigante”. Después del incidente Witiza desterró de Toledo a Pelayo, que habría vuelto durante el reinado de Rodrigo, del que se le supone primo. Algunos escritores de tratados históricos del siglo XVII afirman que la esposa de Fáfila era su sobrina doña Luz. http://www.ih.csic.es/departamentos/medieval/fmh/albeldensia.htm La hipótesis de que el ducado de Fáfila fuera ejercido sobre la provincia de Asturias, con capital en Astorga, se puede deducir del hecho documentado en las crónicas de que Pelayo se refugió en Asturias cuando fue expulsado de Toledo por Witiza, pues su padre tendría allí establecidas relaciones protofeudales de dependencias e intereses, que servirían de protección y cobijo a su hijo. En apoyo a esta teoría están el evidente ascendiente de Pelayo sobre los astures y más concretamente (es un testimonio de la máxima importancia histórica) las posesiones de tierras que le conocemos en Tiñana, por el testamento del rey Alfonso el Magno, pues era frecuente la posesión de propiedades territoriales en el territorio de ejercicio del ducado (lo mismo serviría para apoyar la posesión de una villa en Villafáfila, territorio vinculado desde siempre eclesiásticamente a Astorga).
También se hace una nueva luz sobre las motivaciones de Munuza para contraer matrimonio con la hermana de Pelayo, tal y como relata la C. Rotense. Sería la forma de emparentar con el sucesor de un poder legítimo en la provincia.” http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=7287&pagina=1#comentarios#ixzz1ssg77WiM http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=7287&pagina=1#comentarios#ixzz1ssfBRXRj En los últimos años se ha pretendido dar una nueva significación etimológica relacionando el nombre de Villafáfila con la “favilla salis” como denominaban los romanos a la sal más fina, “que acabaría prestando con toda probabilidad su nombre a estos húmedos parajes”[14]. Autor: Elías Rodríguez Rodríguez. historiasdevillafafila.blogspot.com https://historiasdevillafafila.blogspot.com/2014/05/villa-de-fafila-apuntes-sobre-el-origen.html
Fotos: Elías Rodríguez Rodríguez. José Luis Domínguez Martínez.
Transcripción y montaje: José Luis Domínguez Martínez.
Todo texto, fotografías, transcripción y montaje, los derechos son pertenecientes a sus autores, queda prohibida sin autorización cualquier tipo de utilización. Todo texto y fotografía ha sido autorizado al almacenamiento, tratamiento, trabajo, transcripción y montaje a José Luis Domínguez Martínez, su difusión en villafafila.net, y cualquier medio que precie el autorizado.[1] Mínguez, 1976: doc. 36. [2] Rodríguez Fernández, 1982: Doc. 20. [3] Granja, 1997. [4] Lucas, 1995. [5] Mínguez, 1976. [6] Sáez, 1987; Ruiz Asensio,1987. [7] Los certales, 1976 I: doc. 24, 56, 58, 131. [8] Colección diplomática medieval do Archivo da Catedral de Mondoñedo. [9] Granja 1997. [10] Repertori d´antropónimcs catalans (RAC) Jordi Bolós y Josep Moran Barcelona 1994. [11] 435. "Fafila Vrbs Vaceorum in margini fluuii Pisorgii inundatur": Fáfila ciudad de Tierra de Campos, a la rivera del Pisuerga se inundó. No se tiene hoy noticia de tal Ciudad a la rivera del Pisuerga, o se anegó de suerte, que nunca ms volvieron a edificarla, o ha mudado el nombre. Y lo que tengo por mas cierto es, que como escribía en Portugal se equivocó en el nombre del rio ,ò habló por mayor, por ser el Pisuerga el más noble rio de Campos; porque el lugar de Villa Fasila (de quien acaso habla) está cerca de Benavente a la ribera del rio Esla, y este sería el inundado” [12] Isla Frez, A. 1995. [13] Luis A. García Moreno. Historia de la España Visigoda. Madrid 1989. [14] Delibes, 1993: 36. |