LA VIVIENDA EN VILLAFÁFILA

Las características de las casas antiguas por carecer de piedra, la edificación  era de adobe o tapial, con basamento de aquella. Su cubierta a dos aguas. No hay patios interiores, por los rigores del clima. Este tipo de edificación iba en consonancia con éste, actuando de aislante en los calores veraniegos y en los fríos invernales. Si el "status" de la vivienda era notable la fachada principal iba cubierta de ladrillo o plaquetas de cerámica, si no lo era, ésta se revocaba de barro con paja. Planta baja o dos plantas era dependencia también de aquél.

Esta edificación constaba de una cocina con 2-3-4 dormitorios. Aquélla es el centro de la vida familiar, sobre todo en invierno. En su hogar se quemaba paja sarmientos y cepas de vid madera que tonificaban la temperatura de toda la casa. Los vecinos más importantes dentro de la edificación, contaban con el "comedor" que era la habitación principal, donde se recibía invitados si no se hacía en el "salón", si también lo había. El mobiliario estaba en relación con el "status" de la vivienda. La planta alta de la casa podía dedicarse vivienda o granero, el "sobrado". No había lavabos ni servicios, porque no había agua corriente ni saneamiento.

 La casa de a un corral donde se encuentra las dependencias agrícolas: cuadras (con su "pareja"), "pocilgas" o cochineras, gallinero (situado sobre el horno de cocer el pan), cabañales, pajar (con su "bocarón") y panera. En el corral se entra por unas grandes puertas, de dos hojas, denominadas "traseras" con su tejado, bajo el cual se encuentra la "tenada" donde se guardan los "manojos" de sarmientos de vid. Debajo se guardaba el carro. Este tenía únicamente dos grandes ruedas, de acuerdo con la horizontalidad del relieve. En el corral se formaba el estiércol, que se recogía en el "estercolero", para que una vez hecho se llevase al "moledero" o "muladar", donde se almacenaba hasta su distribución, en el otoño, sobre el terrazo. En uno de los lados del corral se encuentra "el cabañal" o cobertizo para refugio del ganado, que podía dedicarse a "aprisco".

El aspecto exterior del poblamiento daba la sensación, de acuerdo con la edificación, de tristeza y pobreza.

 Hoy en la actualidad las casas que son de barro y tapial la mayoría están renovadas, su exterior recubierto de ladrillo, los tejados con teja nueva cubierta  empleando los nuevos materiales para impermeabilizar, las puertas de doble hoja ya apenas existe alguna, cambiadas por materiales de hoy día, en el  interior las paredes están dadas de pintura, o parte azulejadas, los suelos cambiados de su forma original, cuenta con cuarto de baño, agua corriente, muchas con calefacción, aunque siempre se encuentran elementos originales desde el primer día. También hoy día se tiene todos los utensilios, cocina de butano, fregadero, lavadora, televisión, teléfono etc. Lo mismo que una casa de una ciudad Las casas  se construyen de ladrillo y hormigón, ya ha desaparecido totalmente el tapial y el adobe. Muchos de aquellos emigrantes vuelven para construir sus casas de verano para pasar las vacaciones, también volviendo para pasar más tranquilamente su vejez.

 Las insalubres  cuadras, pocilgas y apriscos de corral, han sido sustituidas por amplias naves que forman las ganaderías de vacuno, ovino y porcino, que vemos, rodeando en el pueblo. Todavía se mantiene algunas pocilgas para la cría de pollos, conejos, o los  cerdos para la matanza.

Bibliografía -Texto:

Autor:

De la Granja Alonso, Manuel.

Villafáfila: Historia de una villa castellano-leonesa. págs. 359 y 360.

Fotografía:

De la Granja Alonso:

Manuel. Villafáfila: Historia de una villa castellano-leonesa. pág. 361.

José Luis Domínguez Martínez.

Transcripción y montaje:

José Luis Domínguez Martínez.

Todo texto, fotografías, transcripción y montaje, sus derechos son pertenecientes a sus autores, queda prohibida sin autorización cualquier tipo de utilización.