EXPLOTACIÓN MEDIEVAL DE LAS SALINAS DE VILLAFÁFILA SU INFLUENCIA EN EL POBLAMIENTO Y LA SOCIEDAD HISTORIA DE LAS EXPLOTACIONES SALINAS EN LAS LAGUNAS DE VILLAFÁFILA |
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Si durante la Edad del Bronce está acreditado el beneficio intensivo de las Salinas de Villafáfila, a juzgar por la abundancia de estaciones salineras en las orillas de las salinas, fue durante la Edad Media, cuando tuvo lugar el mayor esplendor de la producción salinífera de la comarca, favorecido por el aislamiento relativo de las mismas respecto a las explotaciones marítimas o interiores, constatándose una gran profusión de asentamientos humanos, algunos superpuestos o próximos a los prehistóricos, en los alrededores de las Lagunas, que han dejado abundantes testimonios de su actividad en la documentación medieval,
La explotación medieval de las salinas está acreditada desde principios del siglo X y persistió hasta finales de la Edad Media, manteniéndose con carácter residual hasta mediados del siglo XVI y, probablemente, fue el principal condicionante de la ubicación y de la concentración del poblamiento medieval de la comarca, cuyas características conviene conocer antes de entrar a describir los procedimientos y resultados de la explotación salinera medieval.
EL POBLAMIENTO MEDIEVAL DE LA COMARCA
Red viaria antigua.
En cuanto a la red viaria antigua, sobre la que podrían haberse asentado estas poblaciones, y que pudo servir para dar salida a la producción de la sal, existen pocas noticias. Conocida es la existencia de un puente de posible origen romano y restos de dos calzadas en Villafáfila ( Martín Valls y Delibes, 1977 : 313 ) que parecen dirigirse, una hacia el asentamiento romano de la Fuente de San Pedro siguiendo la Vereda de Toro, y la otra hacia el Este, en dirección a Villalpando o Villárdiga (donde se documentan los yacimientos romanos de La Membrilla y del Teso de los Ladrillos), confluyendo ambas en el puente y siguiendo hacia el Norte en dirección al yacimiento romano de Valorio.
J. M. Bragado (1989), en su trabajo sobre la red viaria romana en Zamora, incluye una vía secundaria que iba por el valle del Salado hacia el norte y otro ramal que uniría la Vía de la Plata con la calzada que seguía el curso del Valderaduey pasando cerca de Villafáfila.
Las referencias documentales del siglo X parecen apoyar estas conjeturas. Conocemos en el año 964 una "carrera" que iba de Bretó de la Ribera (quizá la antigua mansión romana de Pretorium sobre la Vía de la Plata) hasta el Valderaduey pasando por Madronil, una salina localizada cerca del puente de Villarigo antes citado, en el trayecto entre éste y la Vereda de Toro "... ipsa pausata que vocitant Matronille ...iuxta Lacuna Maiore....IIIª parte de carrera que discurrit de Breto ad Aratoi...". (Mínguez ,1978: doc. 223). Esta "...carrera que discurrit de Breto ad Aratoi....” que pasaba por Madornil, tenía que cruzar el actual casco de Villafáfila y, probablemente, será la que se conoce como Carrerina, que tiene esa dirección y atraviesa el yacimiento tardorromano de El Escambrón, para dirigirse hacia el puente de Villarigo.
Otra posible vía más o menos perpendicular a la anterior unía Castrogonzalo con Zamora pasando por Villafáfila (Martínez Sopena, 1985: 104) o muy cerca, y por el yacimiento tardorromano de Los Villares, en San Agustín.
Aparte de estas dos carreras o karrales de recorrido más largo o comarcales, encontramos citados en el siglo X otros caminos que unían los pueblos cercanos y que nos dan una idea de la red viaria altomedieval que pudo haber estado superpuesta a los caminos romanos, al tiempo que nos indica lugares ya existentes y, por ende, habitados en esos años.
Así, observamos le existencia de varias carrales que unen diversos lugares con Lampreana. Además de los mencionados caminos a Castrogonzalo y a Zamora, se citan las comunicaciones con Revellinos "...et per via qui discurrit de Revellinos ad Lampriana...” en 946, que era diferente de la que unìa Castrogonzalo con Lampreana a la que se denomina carrale maiore, probablemente por su mayor entidad.
Un camino comunicaba Lampreana con el río Esla al sur de Bretó en 951, atravesando el río por un bado o por una barca, sin descartar la existencia de un puente a la altura de Quintos (Piélago de Juan Corua y Montenego), en cuyos límites se cita,"...figet in Sancto Laurentio et usque in illa penna de Uecella...et figet in carrera de Lampreana;...et de alia parte, carrera que discurrit de Lampreana usque in Vecella.". Este camino en 1254 se le cita como carrera de Villafáfila en una nueva delimitación de Montenegro: “conpieça al pico del Casar carrera de Villafáfila... ye passa a Sant Lorience de la Penna, desi como va dechamente a la Penna de Veziela”, y puede corresponder al camino de la Villa o de Moynegro que, en el Mapa Topográfico Nacional, hoja 308, discurre al sur de Bretó y Santovenia, en dirección este-oeste. A fines del siglo XV existía a la altura de Quintos, hasta donde llegaba un camino que se denominaba Carrevillafáfila, una barca que atravesaba pasajeros, carretas y caminantes hasta la tierra de Távara: “el camino carrera de Villafáfila es camino rreal, como quiera que agora no se anda desde que quitaron la barca... e esta entre el termino de Quintos y de Moreruela”. Por esta zona corría en dirección perpendicular, norte - sur la antigua Vía de la Plata: “...in oriente kale que discurrit a Zamora..." en Megretes (Las Maragatas, al sur de Bretó), año 971(Mínguez 1976: doc. 264); en otro documento de 1182, refiriéndose a la misma se la llama "...carrera fossadera..." (Alfonso Antón 1986: doc. 25).
Otros caminos comunicaban en la primera mitad del siglo X la aldea de Villa Traviesa con San Martín y con la Salina Grande, en los años 930: "...in Villa Travessa...de alia parte que discurrit a Sancto Martino..." ., 934: "...iuxta eclesia vestra de Sancto Martino in Lampreana, de eclesia usque in carrera...." , 937: "...in termino de Villa Travessa...de IIIª parte carrera que discurrit a Lacuna Maiore..." (Mínguez, 1976: doc. 36); y Revellinos con Arcello año 946: "...pro carrale que discurrit de Revellinos ad Arcello..." (Vignau, 1885: doc. CCXI).
En el siglo XII aparece citada varias veces la "Vereda de Toro" como camino de referencia en ciertas delimitaciones. Así en la demarcación de términos de Castrotorafe de 1129: "... como fer en Aradoy, et inde per Valderas, et inde á Oter daguila et entrar en la carrera de Toro, et inde per Valmaior, et inde á Santo Ioane demoledes, et inde a Breton..." (Cabezas Leflrer et a.. 1991: pág. 219); en una donación de una viña: "que está en camino de Benavente para Toro" en 1197 (Reg. Martínez Sopena, 1985: doc. 786); en otra donación de 1199: "illa terra iacet a la laguna de Monago.....et de altera parte cararia que discurrit a Toro...." (Vignau ,1885: doc. CXXII). Esta vía era una alternativa a la Vía de la Plata pues comunicaba Astorga con Salamanca, a través de Toro. Es posible que antes de la fundación de Benavente en la segunda mitad del siglo XII, el trayecto de este camino desde Villafáfila siguiera un poco más al sur, por el camino del Espino, antigua vía pecuaria, para atravesar el Esla por el puente de Deustamben, entre Villaveza y Milles.
También se documenta en 1152: "... sendeiru de latronibus.....duas uias que spartent se in exitu de uilla Moledes, unam que tendit ad Sanctum Tissum et alia que dudit ad Sanctum Petrum, et ad Sanctum Petrum dudit ad Sanctum Tissum." (Loscertales, 1976, II: doc. 48), todos ellos en el actual término de Villarrín. Desde Bamba partían: "carrera de Villalpando....carrera de Cerecinos...", en 1153 (Rodríguez González, 1966: doc. 23.), y a Revellinos llegaba: "...carreira que discurrit de Villa Lobos ad ecclesiam de Revellinos...", en 1155 (Vignau, 1885 doc.: LXXXVIII).
Orígenes del poblamiento medieval.
Las primeras referencias documentales a Lampreana se remontan al año 917 e indican que ya entonces se explotaban las salinas. Ese año, el abad Iquila dona a la conversa Felicia y a la congregación de monjas de Santiago de León varios bienes, entre ellos cinco pausatas en Lampreana (Yánez Cifuentes, 1972: doc. 3).
Es difícil saber, siguiendo las tradicionales y contrapuestas teorías sobre la despoblación del valle del Duero, si estas tierras sufrieron un completo abandono tras la invasión musulmana del siglo VIII, o si persistieron en ellas grupos de población de escasa entidad, dedicados a la explotación de sus haciendas y probablemente de las salinas.
Actualmente, cuando la hipótesis del vacío poblacional de la cuenca del Duero, defendida por D. Claudio Sánchez Albornoz, está superada, según algunos, y puesta en duda por otros estudiosos del medievo zamorano que se inclinan por suponer una persistencia de la población rural (Villar García., 1991 : 100-101), concluyendo que la despoblación de la cuenca del Duero fue sólo una retirada del personal militar y administrativo y de las gentes allegadas a ese personal (Maíllo Salgado, 1991 : 88-89 . "La población indígena seguiría sobre el territorio al margen de las operaciones militares lanzadas lejos de sus puntos de arranque por cristianos y musulmanes,... hasta que la situación cambie radicalmente a partir de Alfonso III" (Caballero Zoreda, 1995: 421) que organiza la repoblación de los territorios al norte del Duero a finales del siglo IX.
Tomando como base esta duplicidad teórica, existen determinados elementos que parecen apoyar esta continuidad, no recogida en las fuentes escritas, en el poblamiento de Lampreana:
- La coincidencia, anteriormente citada, de restos romanos y\o visigodos con otros altomedievales en varios yacimientos, que todavía no ha tenido una confirmación mediante excavación arqueológica, pues la excavación llevada a cabo en 1985 en la zona donde se encontró el tesorillo visigodo no tuvo resultados que pudieran depararnos una idea del contexto arqueológico del hallazgo. Aunque se pueden considerar de época visigoda, la tipología de las cruces de oro y de las piezas de bronce y su uso final, coinciden mejor con una fecha posterior al 711, si el asentamiento resistió la pretendida repoblación del territorio y las incursiones militares altomedievales (Caballero Zoreda, 1995: 374).
- Algunos topónimos parecen tener un origen antiguo. Además de la posible etimología visigoda de Villafáfila (Lázaro Carreter, 1972), de Villarigo (Solana Sáinz, 1985: 142), o de Bamba; el núcleo de población de Moledes o Muélledes, entre Villarrín y Villafáfila, puede significar muladíes, nombre con el que se conoce a los cristianos que bajo la dominación musulmana aceptaron la fe del Islam. También en los topónimos Negrela (documentado cerca de Moledes), o Negraches en Revellinos se ha querido ver una referencia étnica a poblaciones de origen norteafricano (Cabero Domínguez, 1987: 63), aunque todavía no es posible establecer una relación toponímica con los hallazgos materiales. El topónimo Maladones, aldea o término, documentado en el área de Villarrín en 996, puede tener un origen árabe, procedente de malá, que significa, salina en esa lengua (Asín Palacios 1944), y nos puede estar indicando una población dedicada a la explotación de las salinas después de la conquista musulmana.
- La cita de un eremitorio y de un villar cerca de Revellinos en el 946 "...et ermiario et ipsum villare qui est in termino de Veremundo....", “...et ermiario sanct H..." (que parecen corresponder al pago de Villares en el actual término de San Agustín, donde se aprecian vestigios tardorromanos) puede indicar restos de población preexistente, pues las ermitas siempre han sido el último vestigio de un despoblado, así como la mención de dos iglesias ya en 936 "eclesia vestra de Sancto Martino" (Mínguez, 1976 : Doc. 39) en Lampreana, posiblemente en Otero, y 946 "pro eglesia Sancti Mametis " (Vignau 1885: Doc. CCXI), en Revellinos, de donde bien pudieran proceder los capiteles altomedievales de estos dos pueblos (Gómez Moreno, 1927).
- Existen otros indicios de la continuidad de ocupación del espacio como la mención de viñas agrupadas en torno a Villa Travessa en la primera mitad del siglo X (Mínguez 1976: doc. 36), cuyo cultivo requiere una continuidad de población.
-Pero el principal argumento para defender la persistencia de población es la existencia, desde principios del siglo X, de una explotación de las salinas totalmente organizada con una infraestructura de pozos, cisternas, eras..., que no se improvisan en poco tiempo, ni se aprenden las técnicas de extracción de la sal por parte de una población recién llegada a la comarca, sino que necesitan una permanencia en el territorio y transmisión generacional de los conocimientos. Además la presencia de abundantes propietarios de salinas cuyas explotaciones limitan con otras, indican una ocupación intensiva del medio a los pocos años de la supuesta repoblación.
- El análisis de la antroponimia de estos propietarios nos permite apreciar la existencia de muchos nombres de resonancias claramente visigodas junto a otros mozárabes o latinos, lo que nos puede dar una idea de la composición de sus habitantes como "un conglomerado heterogéneo de gentes autóctonas, hispanovisigodos, árabes, mozárabes y repobladores" semejante al existente en Sanabria en esos años (Villar García, 1991: 103).
ONOMÁSTICA DE LOS PROPIETARIOS DE LAMPREANA (930-937)
Abiza / Aboharon / Abolfarage / Alarigo / Almundar / Ambrino /Andemio / Atanarico /Auria Bicco / Cano / Coraisci / Donno / Emiliano / Fafila / Feles / Fredegundia / Fredinando / Gallecos / Gaudinas / Godesteo / Goino / Goldres / Gontilli / 2 Graciosa / Gudes / Guilliamon / Gundisalba / Ibenrez / Iubandus / Iuliano / Lallo / Lubla / Lupi (pbs.) / Luppi / María / Menendo / 3 Piniolo / Quildefonso / 2 Recemondo / Resinda / 2 Riquila / Sabarico / Sando / Segerico / Senda / Servanda / 2 Sesildi / Sesmiro / Sesnando/ Sisegudo / Sisnando / Stefano / Teton.
Por tanto, el origen de la población altomedieval pudo haber sido triple:
1-ciertos grupos que persistirían, dedicados, entre otras actividades, a la extracción salinera, desde época visigoda, unos convertidos, por circunstancias políticas que se desconocen, al islamismo, y otros conservando su religión. Tal vez, hayan sido los responsables de la ocultación del tesorillo de Villafáfila, o del uso de los capiteles de Otero y Revellinos. No se puede descartar la existencia de aporte poblacional norteafricano en el s. VIII, sobre todo en el área de Villarrín donde se documentan en el siglo X los topónimos de resonancias islámicas como Molledes, Maladones y Auterium de Ambroce.
2 -la afluencia de mozárabes desde Al Ándalus en los últimos años del s. IX se manifiesta en las fuentes escritas asociada a la reconstrucción de monasterios y de Zamora capital y en la existencia de topónimos gentilicios como Coreses, Merendeses o Toldanos (Villar García, 1991: 101). En nuestro caso su presencia en estas tierras se desprende de la mención de la aldea de Coreses en 936, posiblemente repoblada con gente procedente de Coria; de otros topónimos como Matronille, y de la antroponimia del siglo X[1].
3 -la llegada de población del norte, en grupos familiares o de aldeas, que espontáneamente o dirigidas por personas principales del entorno regio, incorporan estas tierras a la monarquía astur-leonesa, haciéndolas entrar en el entramado jurídirico-administrativo de la misma, y que adquieren propiedades mediante presuras, donaciones o compras. Las presuras están documentadas en 946 "...ipsa terra prendite de illorum parte...” en Revellinos (Vignau .1885: Doc. CCXI). Además, personajes conocidos de la corte leonesa del siglo X, por las confirmaciones de los documentos de la catedral de León o de los monasterios de Sahagún o Eslonza, como el abad Iquila, Revel, el abad Poficio, Piloti Gebuldi, Fortunio García, cubiculario real, el mayordomo Ansur y otros, donan , compran o venden pausatas y otras propiedades en Lampreana.
Lampreana y su territorio en los siglos X-XII
Las tierras que rodean las lagunas de Villafáfila reciben durante los siglos X al XII el nombre genérico de Lampreana. Se ha aludido a veces, sin base documental, a que este nombre se debía a que los monjes de Sahagún criaban lampreas de río (pez del orden de los ciclóstomos de 30 ó 40 cm. de longitud que vive en aguas estancadas y en ríos de poca corriente), en las lagunas de la zona o en los estanques construidos al efecto. Pero el topónimo data de antes de que los monjes de Sahagún iniciaran sus adquisiciones en la zona (la primera mención del nombre es del 917 y los monjes comienzan su actuación en el 930), y en los comienzos del siglo X es un nombre ya consolidado, por lo que más bien pudiera tener su origen en la abundancia natural de estas lampreas en las lagunas desde antiguo, sin descartar su explotación comercial, aprovechándose de la sal para su conservación en época romana, como antes apuntaba.
Este término se utiliza unas veces con el significado de comarca, otras como territorio, y otras como villa.
Siguiendo a Martínez Sopena se puede afirmar que durante los siglos X y XI en el reino leonés existían los territorios jurisdiccionales que englobaban varias aldeas y que se designaban con el nombre de un núcleo especialmente caracterizado, que ejercía las funciones centrales; la mayor parte de las veces este papel lo ejercían castros fortificados, aunque no faltaban casos de villas que desempeñaban esta función central. Estos núcleos eran la sede desde donde los delegados del poder de la monarquía, los merinos, ejercían sus funciones judiciales.
La extensión de estas circunscripciones era imprecisa, pues su reconstrucción debe hacerse a la vista de datos muy parciales, y cambiante por las concesiones de inmunidad, que el rey hace en beneficio de particulares, de alguna de las villas o aldeas incluidas en estos territorios (Martínez Sopena, 1985).
Esta imprecisión e inestabilidad en la delimitación territorial no es particular sólo de la comarca de la Tierra de Campos, sino que también en el resto de la provincia de Zamora se puede "aventurar la existencia de ámbitos administrativos cambiantes, y escasamente enraizados, en los que se toman algunos núcleos poblacionales como referencia situacional" (Villar García, 1991: 104).
En el caso que me ocupa se puede afirmar que existía un amplio territorio denominado de Lampreana o territorio lampreano, que incluía varias aldeas o villas (en el sentido de los siglos X y XI, sinónimo de núcleo poblado de cualquier entidad jurídica). La primera mención del territorio como tal es del año 945, aunque desde el 930 se citan las villas de San Martín y Villatraviesa “in Lampreana”, aunque el documento falsificado del 922 menciona genéricamente varias villas comprendidas: “in Lampreana... de totas ipsas uillas”.[2]
Por la localización de las aldeas incluidas en Lampreana podemos hacer una delimitación más o menos aproximada del territorio, que era distinto del de Campo de Toro, del de Zamora y del de Campos. Así en 1049: "...Fredenando Monniz tenente Campo de Tauro et Zamora...in uillulis eiesdem loci et amplius in Lampreana...., uel in omnes uillas de Lampredana, seu de Campos...”. En 1106, en una relaciòn de heredades de la catedral de León, se citan por separado las haciendas de los diferentes territorios: " in Campo de Tauro.....; in terra de Zamora....; in Terra de Lampredana...” (Herrero, 1988 Docs: 535 y 1137).
Ocupaba los actuales términos municipales de Revellinos, San Agustín del Pozo, Villafáfila con Otero de Sariegos, Villarrín de Campos, parte de Tapioles ( Bamba ) y gran parte de Manganeses ( Junciel,...), aunque es muy posible que su extensión se prolongara por el sur y suroeste, incluyendo en 1042 a " Rego de Lampriana" (Alfonso Antón, 1986, doc.: 1), que era diferente de "Rego Severi, qui est in territorio Ad Torabe prope monasterium Morairiola” (Ruiz Asensio, 1989, doc.: 970), pero la documentación de la época que he manejado no permite precisarlo. Por el norte sabemos que Vidayanes no estaba incluido, al menos en la primera mitad del siglo XII: en 1139 Alfonso VII dona la mitad de Vidagenos que es entre Castro Gonzalo y La Lamprea (Fernández Duro. 1882: 335).
Se conoce la existencia de un merino real en Lampreana en el año 1042: "...Vita Didaz maiorinus regis in Lampreana..." (Alfonso Antón. 1986: Doc.1), que ejercería el poder delegado del rey para la administración del territorio, tanto en el plano patrimonial como jurisdiccional. Su sede debía de estar situada en la cabecera del territorio, en la villa de Lampreana.
La existencia de esta villa la podemos conocer por varias referencias indirectas del siglo X, como son:
- las menciones de carrales que parten de o van a Lampreana, y que normalmente, en otros casos de mención de vías y caminos, se dirigen a un núcleo urbano concreto, así desde Revellinos in territorio Lampreana se dirige una vía a Lampreana (Vignau 1885: doc. CCXI)
- en las confirmaciones de documentos de compra de heredades por parte del monasterio de Sahagún en Bretó y en Villaveza se cita a "Zacarias abidante in Lampreana" en 971, y a "frate Belite in Lampreana avitante" en 980 (Mínguez Fernández ,1976: docs. 264 y 302).
- en 1025 se cita una viña "super Lampreana" (Ruiz Asensio, 1987: Doc. 943).
Sin embargo la referencia más precisa a la villa de tal nombre está en el documento de donación del diezmo del portazgo de la sal por parte de Alfonso VI a los canónigos de la catedral de León en 1073: "illis donatiuum quod non habebant de redditu mei salis quod antecessores mei possederunt in uilla que dicitur Lampreana....adimus unum hominem quem dicimus excusatum in ipsa uilla de nostro regali,...cum suo solare et sua hereditate..." (Ruiz Asensio, 1989: Doc. 1185). Por esto sabemos de la existencia de tal villa, que tenía salinas y que era de realengo y que sus pobladores, junto con sus casas y heredades eran vasallos del rey.
Sobre la ubicación exacta de esta villa podemos tener una aproximación por los siguientes datos: debía de hallarse al sur de Revellinos pues en el año 946 se cita dos caminos, uno de Castrogonzalo a Lampreana, que transcurre cerca de Revellinos, y otro distinto que va de Revellinos a Lampreana. Además habría de encontrarse al norte de la aldea de Coreses (despoblado localizado a unos dos kilómetros al sur de Villafáfila), pues en el año 936 en referencia a los límites de una pausata se cita una vía que discurrit a Zamora desde Lampreana.
Aparte de estas escasísimas e imprecisas referencias, a partir del siglo XII se observa en la documentación una equivalencia o similitud entre los términos Villafáfila = Lampreana, siendo, a veces, utilizados como sinónimos, y sustituyendo paulatinamente la denominación Lampreana por la de Villafáfila cuando se hace referencia al conjunto de las salinas o para aldeas del territorio; o en el desempeño de las funciones políticas centrales de la comarca, incluso antes de la organización de Villafáfila como villa real.
Por tanto, se puede afirmar que la villa de Lampreana debía de corresponder a la actual Villafáfila o estar muy próxima a ella, en alguno de los asentamientos al sur de la misma, cerca de la Salina Grande, pues en el siglo XVIII en esa zona se localizaba el topónimo menor de La Lampreana: "en los términos de Villafáfila en el sitio llamado Cureses y La Lampreana dos manantiales a media legua de Villafáfila, media de Villarrín y un cuarto de legua de Otero" (A.G.S. Direc. Gen. de Rentas 1ª Remesa nº 2355)[3]. A partir del siglo XII Villafáfila asumió las funciones que anteriormente desempeñaba aquella, como ocurrió en otros lugares de la Tierra de Campos como la villa de Mayorga que después de su fundación como villa real, sustituyó como cabecera del territorio circundante al cercano Castrofroila, que lo había sido en el siglo XI.
Para apoyar esta equivalencia debemos tener en cuenta ciertos datos:
- En la delimitación de Montenegro, propiedad del monasterio de Sahagún, cerca del Esla, entre Santovenia y Bretó, en 951 se citan una serie de elementos geográficos, entre otros "carrera de Lampreana" (Fernández Flórez, 1990: Doc. 1170). En 1254 en otro documento que alude al mismo Montenegro se hace la delimitación con los mismos accidentes geográficos pero ya no se nombra carrera de Lampreana, sino carrera de Villafáfila (Alfonso Antón, 1986: doc. 132), que corresponde al mismo camino.
- respecto a la donación de Alfonso VI a la catedral de León de 1073 antes aludida, le concede, entre otras cosas "reditu meis salis in villa que dicitur Lampreana", y por otro documento del s.XIII, c.1240, sobre rentas que pertenecen a la catedral de León se nos dice: "de salinis de Villa Fafila, redditus quatuor annorum...” (Ruiz Asensio, 1989: doc. 2032), que por la terminología parece existir una correspondencia entre ambas rentas, con las consiguientes equivalencias de nombres evolucionados con el tiempo.
- Villafáfila se cita en el año 936 entre los límites de una pausata en Lampreana: "Iª pausata ad Lacuna Maiore ad terminum de Abiza et de Pinniolo et de Villa de Fafila” lo que indica que en este tiempo Villafáfila estaba muy cerca de la Salina Grande; en 954 se menciona "in Lampreana in Villafafila palacios obtimos cum suas hereditates”, lo que parece indicar un cierto grado de desarrollo urbano, y con el nombre de Villafáfila no vuelve a citarse hasta mediados del siglo XII. En esos dos siglos de silencio es cuando se documenta la villa de Lampreana y el merino de la misma. A partir de 1143 se cita Villafáfila en territorio Lampreana y aparecen los merinos de aquella en las datas y confirmaciones de los documentos referidos tanto a la misma Villafáfila como a Revellinos, Requejo, Bamba, y siempre que se refieren al territorio de Lampreana inespecíficamente, aún en fecha tan tardía como 1200: “... damus totam nostram salinam quantam nos habemus in territorio de Lampreana, et bolonera quod nos habemus in flumen que uocitant Esla...”. En la data de este documento se citan al rey y la reina, al mayordomo del rey, y al tenente, merino y alcaldes de Villafáfila (Cabero, 1987: doc. III).
-En 1154[4] Alfonso VII dona a la catedral de Astorga la tercia de los diezmos de "tota terra Lampreana et de Villafafila", reiteración que parece indicar, o bien una preeminencia de la segunda dentro del territorio de Lampreana (donde se incluye según documentación en 1148, 1153, 1155, 1177), o, tal vez, su equivalencia. Además, el ámbito geográfico de la expresión "tota terra Lampreana" queda restringido al territorio incluido en la diócesis de Astorga, esto es, desde Revellinos por el norte hasta Villarrín por el sur, quedando fuera lo que actualmente se conoce con el sobrenombre de Lampreana, que en esa época pertenecía a la diócesis de Zamora. Es más, incluso Villarrín, que siempre formó parte de la Lampreana original, parece que no se incluye esta donación, pues sus tercias fueron donadas al obispo de Astorga por la infanta Elvira en 1155[5].
- En 1165 se hace referencia a "omnibus morantibus in Lampreana et in Uillafafila quod ecclesie sancti Jacobi qui est in eadem uilla...” (Vignau, 1885: doc. XCIII), y todavía en un documento de 1228 que relaciona las propiedades de la iglesia de Astorga se dice "In Villa fafila et in Lampreana, ecclesiam Sancti Ioanis cum pertinenciis suis et vineas et hereditatem et tercias ad cellarium episcopi pertinentes" (A.D.A. Cámara Episcopal, perg. 2/40. Publicado por Cabero, 1987: 45), lo que es un claro ejemplo de reiteración y equivalencia de ambas entidades.
En resumen, durante los siglos X y XI existía un territorio conocido como Lampreana, cuyo centro era la villa del mismo nombre situada en la actual Villafáfila o próxima a ella, al sur de la misma en las cercanías de la Salina Grande. Durante el siglo XII fue surgiendo una delimitación nueva a base de "Villas Reales", como veremos después, que en muchos casos heredaron la antigua demarcación territorial y en otros, como es el caso de Villafáfila, su alfoz fue más reducido. La ubicación de las nuevas villas se hizo aprovechando antiguos asentamientos o buscando otros próximos más idóneos, y su denominación, a veces, sufrió variaciones (Benavente, primeramente se denominó Malgrat, o Aguilar de Campos se llamaba Castromayor,...). En este caso durante màs de un siglo al nuevo territorio se siguió denominando indistintamente Lampreana o Villafáfila, sobre todo desde la prespectiva leonesa (obispado de Astorga, monasterios leoneses y cancillería regia); este ámbito de referencia se incluía en la diócesis de Astorga.
Los pueblos que actualmente se conocen con el sobrenombre de Lampreana (Manganeses, Pajares y Villalba), en esta época son citados sin ese apelativo, que incorporan en la baja Edad Media, cuando ya ha dejado de usarse para referirse a Villafáfila[6]. Es posible que se llamaran así, bien por haber pertenecido anteriormente al territorio de Lampreana, bien porque, desde la prespectiva de Zamora, a esta comarca limítrofe con Astorga se la comenzara a denominar de Lampreana por proximidad o por indefinición de límites pues en esta época surgen pleitos de intromisión entre obispados por la falta de precisión en la delimitación de las diócesis.[7]
Formas de poblamiento en los siglos X -XI
La forma predominante de poblamiento en toda la Tierra de Campos, en esta época, es la aldea denominada muchas veces villa; se trata de agrupaciones o comunidades de vecinos constituidas por una o varias familias y sus descendientes, que, en torno al núcleo poblado, organizan un territorio hasta el límite de otras aldeas próximas (Villar García, 1991).
Estos territorios están fragmentados en lugares de habitación, tierras, cortinas, herreñales, etc., comunicados entre sí por una extensa red de caminos y senderos y sus habitantes se dedican a la explotación de las propiedades individuales o colectivas del territorio. Sobre la propiedad colectiva tenemos el ejemplo de 962, que al citar los límites de una tierra al lado de las salinas se menciona: "a parte occidentali termini de homines de Villa Abtracies...” (Mínguez Fernández. 1976. Doc. 196).
El poblamiento disperso es menos significativo y en toda la Tierra de Campos suele ir desapareciendo a lo largo de estos siglos por abandono o al dar lugar a una aldea por la permanencia de los descendientes de un antiguo propietario. En la zona estudiada tenemos algunas noticias puntuales de este tipo de poblamiento disperso. Así en 945, cerca de Revellinos se documentan "ipsos kasares", y en 946" in locum predictum iusta uilla que uocitant Revellinos... ipsum villares qui est in termino de Veremundo... cum meas kasas et ipsas cortes et ipsos ortos cum suos puteos" (Vignau, 1885: doc. CCX y CCXI). En la toponimia menor actual persisten varios pagos en la zona con este apelativo: uno, en San Agustín (que es el anteriormente citado, pues todavía en 1751 ese monasterio tenía dos tierras allí, donde actualmente aparecen los restos romanos); otro pago conocido como "El Villar" existe en Villafáfila, cerca del puente de Villarigo, con abundantes restos cerámicos medievales; y un tercer pago de "Los Villares" está en Villarrín de Campos, que debe de corresponder a "...Uillaribus que sunt inter Sanctum Tyrsum et Moledes..." sobre cuya propiedad pleitearon los monjes de Sobrado y el maestre de Santiago en 1186 (Loscertales, 1976 II : doc. 45), y El Villar, a las afueras del actual pueblo, a la vera del Salado. Alguno de estos villares pudieron dar lugar a aldeas como puede haber sido el caso del Villar de Santa Olaya, como más adelante se verá. La existencia de este poblamiento disperso también se puede desprender de la abundancia de lugares con restos cerámicos medievales datables en el siglo XI, que parecen no formar agrupaciones aldeanas, por su escasa entidad y por que no coinciden con las menciones a villas o aldeas de las fuentes, pero que bien pudieran corresponder con las cabañas, que eran un conjunto de edificaciones para la explotación de la sal y lugares de habitación, por lo menos estacional, de los operarios, localizadas en los alrederores de las lagunas.
Las aldeas solían organizar sus lazos en torno a una parroquia o iglesia formando "collatios" o colaciones, que aparecen citadas en lugares próximos. Así en 971 en la compra de un monte por parte de Sahagún en Villaveza confirma "collatio Sancti Emiliani" (Mínguez, 1976. Doc. 264).
El espacio urbano no era homogéneo, las casas, huertos o graneros alternaban con caminos: "...Iª corte cum III casa et sua terra conclusa et una ferragine iuxta eclesia vestra de Sancto Martino in Lampreana, de eclesia usque in carrera..." en el año 934 (Mínguez 1976 Doc. 36). Parece ser que la corte[8] es la base material de una propiedad formada por una o varias casas junto con otra explotación agraria o de otro tipo. Aparece mencionada numerosas veces en la documentación medieval: además de la citada más arriba, en el 946, en Revellinos "...meas terras....cum meas kasas et ipsas cortes et ipsos ortos..." (Vignau, 1885: doc. CCXI), en el 979 el monasterio de Santa Marta recibe la corte de Ordoño (Quintana, 1991); en Villafáfila en el año 1148, "... una corte ad cimiterio sancte Marie"; en 1155 "...una corte cum quatuor pausadas…" en 1151 "...in Reuellinos pernominata una corte cum suas terras..." (Vignau, 1885: doc. LXXIX, LXXXI, LXXXVII); en 1157 "...in illa cortina de Bamba, tam uineas quam perales..." (Rodríguez González, 1966: doc. 33); en 1179 "in Moledes una media corte cum suo casal" (Loscertales, 1976 II: doc. 265).
En la comarca que rodea las lagunas de Villafáfila se pueden documentar en el siglo X, por lo menos, 10 aldeas, otras 9 en el siglo XI, además de otras 13 en el siglo XII, cuya existencia parece ser anterior, lo que da una alta concentración poblacional, sobre todo en las proximidades de las lagunas, cuya razón debía de ser, no sólo la colonización agropecuaria del territorio como en otras áreas de Tierra de Campos, sino la explotación de las salinas, actividad lucrativa que tuvo que atraer la presencia de numerosos pobladores en época medieval.
Esta relación de núcleos poblados se ve confirmada por la abundancia de yacimientos arqueológicos con restos medievales que hay en la comarca. De manera que podemos documentar sólo en el actual término de Villafáfila: Los Arrotos, La Cabañica II, El Castillo, Fuentealdea-El Villar, Fuente de San Pedro, Laguna Salada, Madorniz, Molino Sanchón I y II, Papahuevos, Los Pinos de la carretera de Villarrín, El Pradico, Prado de los Llamares, El Sobradillo, Sur de la Salina Grande, Teso de los Plateros, Tierras de Barillos II, Valorio y Villarigo, en nueve de los cuales aparecen restos óseos humanos como señal de la continuidad de su poblamiento.
En Otero al menos en cinco asentamientos se puede documentar la presencia de restos materiales de época medieval, en Revellinos en tres, San Agustín en dos, Villarrín en seis y en el pago de Bamba en Tapioles, que el día que se haga una prospección tan exhaustiva como en Villafáfila, completarán la rica red de asentamientos medievales de la zona (Rodríguez, Larrén, García, 1990).
Estudio de la toponimia de los siglos X-XII.
La cita documental de una aldea o villa o núcleo poblado indica su realidad en ese momento determinado, pero la mayoría de las veces se refiere a actos o situaciones que requerían una existencia previa, por lo que los núcleos citados como nuevos en la primera mitad del siglo XII probablemente ya estuvieran poblados con anterioridad.
ÍNDICE DE NÚCLEOS POBLADOS (con referencia al año de su primera cit.).
Como límites de Iuncello se citan en 1042 Sancta Columba, Manganeses e Iahafes, que posiblemente se incluirían en Lampreana.
El número dado a la población es con un número marcado en el mapa
VILLA TRAVESSA 2
Se documenta por vez primera en 930 y su última mención conocida es de 1060. Su nombre puede deberse, como otros muchos de Tierra de Campos, al antropónimo Travessa,[10] o bien a tener una localización determinada o estar su término "al través", o bien tenga el significado de traviesa: "parada de tablas o piedras y tierra para desvíar o contener el agua de riego" (Diccionario de la Real Academia).
Entre 930 y 937 el monasterio de Sahagún adquiere allí dos viñas y media. Un camino la comunicaba con Sancto Martino y otro con Lacuna Maiore.
En el 945 Ramiro II dona esta villa al monasterio de Sahagún y se dice que "sita est in territorio de Lampreana”. Mínguez afirma que este documento de donación es una falsificación del siglo XI, y considera que esta villa sí pudo ser donada al monasterio en algún momento (Mínguez 1976: Doc. 99).
Es en 1049 cuando Fernando I hace donación de Villa Travessa al citado monasterio con mención expresa de sus tèrminos:"Et adhuc adicimus ad seruiendum ibi Uilla Trauessa, in loco Salina, in Lampreana et prado et serna per suis terminis: de termino de Recesco; de Coressis et de illas Fontes et figen in posteros in termino de Domnos Sanctos”. De lo que se deduce que estaba cerca de la Salina, limitaba con la aldea de Coreses y estaba cercana al término que ya poseían los frailes de Sahagún (Domnos Sanctos se refiere a San Facundo y San Primitivo, advocación del monasterio leonés).
Once años más tarde vuelve al realengo mediante permuta con el mismo monarca a cambio de Uillela, cercana al monasterio (Herrero, 1988: Doc. 534 y 612).
Además de los anteriores hay otro documento del 962 que es probable que se refiera a esta aldea con una variación de nomenclatura. Se trata de la delimitación de una propiedad que Fortunio García dona a Sahagún "terra in territorio Lampreana, de parte orientis termino de illas salinas et de parte septemtrionali terminum de frates de Sancto Facundo et a parte occidentali termini de homines de Villa Abtracies..." (Mínguez, 1976: doc. 196), que bien podría ser una variante o transcripción incorresta de Villa ab Travies.
A partir de estos datos podemos suponer que Villa Travessa estuviera situada cerca de la Salina Grande, de San Martín y de Coreses, posiblemente al oeste de las salinas. Según mi opinión se situaría cerca de la Raya entre Villarrín y Villafáfila, al oeste de la carretera que une estos pueblos y podría corresponderse con el topónimo menor "La Tabla" (diferente de la antigua estación de ferrocarril), donde se encuentran restos cerámicos medievales[11].
SANCTO MARTINO 3
Aparece documentado en el año 930 y el 934 y en el documento apócrifo del 945 (Mínguez, 1976: Doc. 36 y 99). Estaba situada en Lampreana, cerca de Villa Travessa, con la que le unía una carrale y junto al "termino vestro de frates" de los monjes de Sahagún, que por otros documentos sabemos que se hallaba cerca de la Salina Grande. Esta aldea podría corresponder a Otero de Sariegos, cuya iglesia está bajo la advocación de San Martín (Martínez Sopena, 1985: 62.), de igual modo la única iglesia situada dentro de la cerca medieval de Villafáfila tenía esta advocación. También la podríamos situar en alguna de las parcelas, lindantes con el prado de San Fagunde, donde aparecen restos medievales.
La iglesia ya pertenecía al monasterio de Sahagún en 934: “eclesia vestra de Sancto Martino in Lampreana”, que quizá la habían edificado a su costa los años anteriores o bien pudiéramos aventurar como hipótesis que el origen del hagiotopònimo debió ser un establecimiento monástico o una iglesia antigua, tal vez a la que pertenecería el capitel mozárabe o mejor tardovisigodo que sirve como pila bautismal en la actual iglesia de Otero de Sariegos.
VILLA DE FAFILA 4
Se cita por primera vez en el 936, cerca de la Salina Grande, documentándose en 954 como aldea: "in Lampreana, in Villa fafila, palacios obtimos cun suas hereditates" (Rodríguez Fernández, 1982: Doc. 20).
En el casco urbano actual se han encontrado restos de diversas épocas. El poblamiento más antiguo documentado es de la primera Edad de Hierro, en el solar de la antigua iglesia de San Martín.
Es probable que la localización de la aldea altomedieval estuviera más cerca de la Salina que la villa contemporánea: Iª pausata ad Lacuna Maiore ad terminum de Abiza et de Pinniolo et de Villa de Fafila..." (Mínguez, 1976: doc. 36). Sobre la correspondencia posterior con la villa de Lampreana ya hemos hecho mención anteriormente.
La etimología parece que corresponde, como en muchos lugares de la Tierra de Campos a un antropónimo común del siglo X, que sería el propietario de una villa que se fue transformando en aldea. Varios personajes de nombre Fafila aparecen en documentos coetáneos. El primero documentado, Fáfila Odoariz, actúa a finales del siglo IX, durante el reinado de Alfonso III, y posiblemente se trate del sobrino del rey (Granja, 1997); a principios del siglo XI actúa en la corte de Ordoño II Fáfila Baroncelliz, personaje emparentado con el obispo Sisnando de Santiago al que encontramos confirmando una donación a la catedral de Santiago en el 911 ( Lucas, 1995 ), o en la confirmación de un documento de Sahagún en 921 ( Mínguez, 1976 ); el conde Fáfila Olaliz y otro Fafila confirman varios documentos de la catedral de León, desde 927 a 991 ( Sáez, 1987; Ruiz Asensio,1987 ); y otros con el mismo nombre aparecen en el siglo X confirmando documentos del monasterio de Sobrado (Loscertales, 1976 I: doc. 24, 56, 131.), y de otros monasterios leoneses (Granja 1997).
Tradicionalmente, sin base documental, se ha propuesto un origen visigodo a Villafáfila. Así Cesáreo Fernández Duro, en su Colección Bibliografía-Biográfica de noticias referentes a la provincia de Zamora, cita la fundación de Villafáfila en el año 435, según Gregorio de Argaiz en "Población eclesiástica de España y noticias de sus primeras honras. Hallada en los escritos de S. Gregorio obispo de Granada y en el Chroninon de Humberto, monje de S.Benito.1667-1669.Tomo III pág.332”.
Menos fundamento tiene relacionarla con el rey Fáfila o Favila, hijo de don Pelayo, que vivió y murió en Asturias a mediados del siglo VIII. Sin embargo, el origen primigenio de una villa con este nombre bien pudiera haber estado relacionado con una posesión rústica del dux Favila, padre de Pelayo según la versión ovetense de la crónica de Alfonso III, cuyo ámbito de actuación parece haberse realizado a fines del siglo VII en la provincia de Astorga. (Isla Frez, A. 1995).
En los últimos años se ha pretendido dar una nueva significación etimológica relacionando el nombre de Villafáfila con la "favilla salis” como denominaban los romanos a la sal más fina, "que acabaría prestando con toda probabilidad su nombre a estos húmedos parajes" (Delibes, 1993: 36).
CORESES 5
La primera noticia es del 936 cuando el monasterio de Sahagún compra una allí una salina: "pausata in Caureres iuxta carrale que discurrit a Zamora". Es de destacar la correspondencia entre esta pausata que adquiere el monasterio de Sahagún en el 936 con una de las tierras propiedad de la Pía Memoria de San Juan de Villafáfila, fundación piadosa de 1523, que se hizo sobre las antiguas propiedades de Sahagún y de Monasterio de Vega: "una tierra al camino de Zamora, a la derecha, linderos, al poniente laguna de Cureses, mediodía praderas del concejo, norte pradico de San Fagunde, concejil". (A.P. Villafáfila.)
En 1049, en la delimitación de Villa Travessa y de un prado que recibe Sahagún de Fernando I se cita "de alia parte de Coressis". (Herrero, 1988: doc. 534)
Aunque, actualmente este topónimo menor no se usa, todavía en el siglo XVIII, se denominaba laguna de Cureses, tanto en el Apeo de la iglesia de San Juan de 1763 (Archivo Parroquial de Villafáfila), como en el expediente de rehabilitación de las salinas de Villafáfila de 1776 ( A.G.S. Direc.Gen. de Rentas 1ª Remesa nº2355 ) a una laguna situada al suroeste de la Salina Grande, que se conoce como Laguna Salada o de Los Secadales o Salina Pequeña, en cuyas orillas se encuentra cerámica de los siglos XI-XIII.
El topónimo se refiere a un gentilicio de mozárabes procedentes de Coria, que participarían en la repoblación de las tierras leonesas en los siglos IX y X.
SOBRADILLO 6
La referencia más antigua que tenemos de este lugar hoy despoblado es del 937, a propósito de la confirmación de un documento del monasterio de Abellar de una donación que le hace Revel. Entre los testigos figura "Teoderigo de Lampreana et de Sobratello” (Sáez, 1987: Doc. 118), sobrenombres que claramente indican procedencia, y, por la reiteración, podemos suponer que Sobradillo se localizaría en Lampreana.
Se vuelve a citar en 1310 como uno de los pueblos, cuya iglesia se incluía en el cillero de Villafáfila, y de la que recibía diezmos el obispo de Astorga: “et de la Eglesia de Sobradiello...dos moyos de sal” (Cabero, 1989: 80). En un apeo de la heredad de Palacio de 1522 se menciona “otra tierra questa ende çerca a Sobradillo que dizen la Torre” (A.H.N. Nobleza. Osuna 2152-16), como reminiscencia toponímica de la antigua iglesia.
En el término de Villafáfila existe un pago con este nombre a ambos lados del antiguo camino de Villalpando, en un teso que domina la Salina de Barillo y la laguna del Rual, donde han aparecido restos de enterramientos medievales con grandes lajas de pizarra y de arenisca y cerámicas del tipo de ollas de retícula incisa, fondos marcados y pequeños recipientes, datables entre los siglos XI-XIII. Tal vez la toponimia esté relacionada con el nombre de la salina de Barillos que en el siglo XVI se la denominaba de Vayllo, Sobradillo = Sobre Baryllo.
REVELLINOS 7
Se documenta por primera vez en el año 945 "in territorio Lampreana", cerca de "karralo qui discurrit de Castro de Gundisalbo ad Lampriana" pero no junto a este camino, pues se cita otra "via qui discurrit de Revellinos ad Lampriana”, cuando el monasterio leonés de San Pedro de Eslonza adquiere una heredad. Sabemos que cerca de esta vía se encontraba la iglesia de San Mamed, además de citarse una ermita de sancti H. y unos villares, que podrían situarse en el pago de Los Villares en el actual término de San Agustín (Vignau, 1885: doc. CCX y CCXI). El monasterio de Eslonza siguió durante el siglo XII adquiriendo propiedades en el lugar, confirmadas en 1186, entre las que se cita su iglesia de San Bartolomé (Granja, 1996: 62), posiblemente la actual parroquia de Santo Tomás. Todavía en el siglo XVIII conservaba varias tierras y unas eras foreras a las afueras de Revellinos entre el pueblo y la Raya de Salinas.
Permaneció integrado en la jurisdicción de Villafáfila durante toda la Edad Media y Moderna, siguiendo los mismos avatares históricos, hasta que en el siglo XIX se convirtió en municipio independiente.
El nombre de Revellinos parece que deriva de Revelle (Revel) > Revellines = hijos de Revelle (Martínez Sopena, 1985). En el siglo X encontramos varias veces a Revelle haciendo donaciones al monasterio de Abellar o confirmando documentos (Sáez. 1987). Su origen parece ser mozárabe.
TERRONES 8
Este lugar o aldea citado por primera vez en el 954: "...et in Terrones pousadas VII em" (Sáez, 1990: doc. 274), estaba cerca de alguna laguna, pues en su término se documentan siete pausatas. En 1116 se vuelve a citar incluido con otros pueblos en Lampreana: "...et in Terrones racionem, et cuantum pertinet ad Sancta Maria in totam terra Lampredana” (Fernández Catón, 1991. Doc.1315). Sabemos que se encontraba cerca de Villafáfila, pues en 1155 se cita como uno de los pueblos límites de ella: "...de hereditate de Uilla Fafila.....habet enim iacenciam supra nominata uilla inter Oter de Frates et Furtunola et Terrones”. En 1147, el concejo de Terrones y su presbítero hacen donación de la iglesia de Stª María de Villafáfila al monasterio de San Pedro de Eslonza: "ego Ciprianus presbiter una cum concilio de Terrones dabimus isto monesterio de Uillafafila pernominata Sancta Maria". (Vignau, 1885: doc. XIV y LXXVIII)
Es posible que los habitantes de esta aldea pasaran a formar parte de la población de la villa (transformándose el concilio de Terrones en concilio de Sancta Maria), agrupándose en una colación junto con " alios homines bonos de illo monesterio” en torno a la iglesia de Santa María del Moral, como ocurrió en otras villas de Tierra de Campos, como Villafrechós ( Martínez Sopena, 1985 : 182 ), pues Terrones no vuelve a aparecer en la documentación, ni se conserva un topónimo actual que nos de noticia de su ubicación. Pero en varios apeos de las posadas de la sal del siglo XVI, como el realizado en 1522 por el comendador se describen “ otra posada de palaçio e ralladero questa al llamar de Terrones” o “de ay fueron a otra posada e ralladero questa a do dizen el dicho llamar de Terrones mas adelante” (A.H.N. OSUNA 4201); o el apeo del monasterio de Moreruela hecho en 1528 donde se dice : " ...una posada e rayadero a los Llamares e camino de Villalpando que alinda façia la villa con tierra de Alonso Gonzalez e de la lindera de la dicha tierra façia el llamar de Terrones va a enfrentar a una posada que dixeron que era del monasterio de Santa Mª del Valle...” (A.H.P.Za. Desamortización. Caja 238). Las posadas o salinas serán las mismas que aparecen documentadas desde el siglo X.
Del contexto de los apeos se deduce con seguridad que estaba situado en el Prado de los Llamares, dentro del recinto del Centro de Interpretación “ El Palomar”, donde aparecieron restos óseos humanos, junto a cerámica y materiales constructivos en 1989. Ese mismo año se llevó a cabo una excavación que depara materiales cerámicos de los siglos XI- XIII, junto a estructura superpuestas con silos y abundantes cenizas (Sanz / Viñé, 1991).
Su significación etimológica puede hacer mención a las características del terreno o bien a un gentilicio de origen desconocido.
VILLA ORDOÑO 9
El 28 de octubre del año 979 los mozárabes Marván, Abzuloma, Zuarez, Addelón y Allup hacen entrega al monasterio de Santa Marta de Tera de una corte conocida con el nombre de Ordoño, que está en tierras de Lampreana, con todos sus ajuares y pertenencias (Tumbo Negro de Astorga nº 89. Quintana Prieto, 1991: 15).
Esta primera cita como corte nos indica el origen de lo que después será conocido como villa Dordonio en 1025: "...damus uobis illas nostras uillas in Lampreana uilla Dordonio et fere in Sancto Petro cum suas pausatas..." (Ruiz Asensio, 1987: 422), cuando es donada al monasterio de Santiago de Moreruela por parte de Abiube y sus primas, cuya posesión compartida les vendría por herencia de su abuelo común. En 1158 vuelve a donarse al citado monasterio por el rey Fernando II: "...illa villa mea que vocatur Villa Ordoni et est villa illa in Lampreana" (Alfonso Antón, 1986: doc. 10).
Sabemos que estaba cerca de San Pedro, en terrenos próximos a una laguna pues tenía pausatas.
Los cistercienses de Moreruela establecieron una granja, que era el sistema de explotación de las propiedades de los monjes blancos, confirmada por el papa Alejandro III en 1163: "grangiam de Villa Ordonii et Auterol...” (Alfonso Antón, 1986. doc.13). En 1183 se cita su concejo junto al de Muélledes: "Concilio de Moledes et de uilla Ordoniu cf." (Loscertales, 1976 II: Doc. 266). Por lo que suponemos su cercanía y un posible devenir común.
Etimológicamente, el nombre corresponde al antropónimo común de la época: Ordoño.
Su ubicación estaría, casi con seguridad, cerca de la laguna situada al norte del pueblo de Villarrín, llamada de Villardón que parece ser la evolución etimológica de Villa (O)rdon(io), en torno a la cual, sobre todo en su orilla norte se localiza cerámica medieval.
SANTO TIRSO 10
Sabemos de su existencia por un documento del 996 incluido en el Tumbo de Sobrado (Loscertales, 1976 II: Doc.278). Se trata de la donación de la villa de Maladones, en Lampreana, al monasterio de Santo Tirso: "uobis Michaeli abbati, una cum fratibus tuis uel congregatione de Sancto Tirso et de Sancta Cruce et de Sancto Michaele et de Sancto Saluatore...usque in terminum de Sancto Tirso". Se vuelve a citar en 1025 "...et uilla Auteriolo ad integro qumodo diuidet cum Sancto Tirso et per Lampreana...” (Ruiz Asensio, 1987: Doc. 824).
En 1152 el rey Alfonso VII dona la iglesia de Sancto Tirso al monasterio de Santa Mª de Saar (La Coruña) "...illa ecclesia de sancto Tisso et de illa ermida de Sancti Petri, et iacent in terra de Lanpriana inter terminos de uilla Fafia et Tourum”.( Se debe referir a los de Castro Torafe ). En otras versiones del documento se dan unos límites más precisos entre Villarrín, Muélledes y Moreruela. En 1166 se le sitúa en territorio de Zamora y pasa al monasterio cisterciense de Sobrado de los Monjes, que establecen allí una granja, al frente de la cual había un maestro y varios monjes, tal vez dedicados a la explotación salinera, pues en la donación de 1152 se incluyen unas salinas que anteriormente habían sido reputadas en toda la Lampreana: “et cum omnibus suis salinis quas unquam habuit in tota ualle Lampredane”. Así en 1179 aparece:"In Sancto Tirso : Petrus Faber magistro cf, Rebote staleiro” sugerente de saleiro o dedicado a la sal; en 1185 en un privilegio del papa Lucio III al monasterio de Sobrado se le sitúa en Tierra de Campos " ecclesia Sancti Tyrsi in Campis” y en 1203 varios frailes compartían la granja: "iuxta alterum agrum fratum Sancti Tirsi...frater Petrus Cidade magister grangie Sancti Tirsi, frater Rodericus ts., frater Martinus Cidade ts.,..."; y todavía se cita el maestro de la granja en 1222 " Petro Fortunii magister Sancto Tirso” (Loscertales,1976 II: doc. 42, 43, 44, 48, 198, 264, 265 y 277).
Después de su despoblación, su iglesia pasó a formar un beneficio simple de la diócesis de Astorga.: "...e dicho dia presento titulo de prestamo de Santo esteban de Muelledes e Santo tirso e de Santa Maria de Falornia ermitas que son en el termino de Villarrín y son de Astorga y las posee un racionero de Astorga...” Año de 1541. (A.D.A. Códices 3-3,15 bis).
Su ubicación es bien conocida al oeste del término de Villarrín, en el topónimo del mismo nombre, sobre el arroyo de Valdelafontana, donde afloran lajas de pizarra, tegulae y cerámicas romanas y restos cerámicos medievales, indicios de su ocupación en ambos momentos.
El origen del hagiotopónimo pudiera deberse al antiguo monasterio con esta advocación antes citado, que bien pudiera haber estado allí ubicado desde épocas remotas.
MALADONES
Citada por primera vez en el 996 como villa situada en Lampreana, cerca de Santo Tirso, con la que limita, además de citar como otros límites " lacuna de Uallelo, Ualladade y auterum de Ambroce", sin que podamos saber si se trata de otras aldeas, o de simples pagos.
En 1152 se vuelve a documentar como uno de los límites de Santo Tirso: "...et per omnes suos terminos antiquos colligente Maladones...”, entre Villarrín y Falornia."...et diuide cum uilla Rain, et inde ad Maladones et inde quomodo diuidit cum Falorne...” (Loscertales, 1976 II: doc. 48 y 264).
Su ubicación, aunque hoy desconocida, por lo que se desprende del contexto de sus citas, tenía que estar al suroeste del término de Villarrín, no pudiendo descartar que se trate de Moledes por la similitud fonética.
El significado parece corresponder a un gentilicio, sin que podamos delimitar su procedencia, aunque tal vez esté relacionado con malá o salina en lengua árabe (Asín 1944).
La cita de un Dominico Maladelo en Maladones en el año 1000 (Loscertales, 1986 II: doc. 46) puede indicar su dedicación a la producción de sal.
En el siglo X también aparecen citados otros topónimos menores en Lampreana, que no se puede determinar si corresponden a aldeas o a simples pagos o a accidentes geográficos. Son los siguientes:
Campo: parece referirse a un pago de Lampreana, donde el monasterio de Sahagún adquiere varias pausatas entre el 933 y el 937. No debía de estar muy lejos de Lacuna Maiore, pues entre los límites de una pausata de aquella se cita "de alia parta de ripa de Campo”. También estaba situado junto al "termino de frates ", que suponemos situado al suroeste de la Salina Grande.
Lacuna Maiore: no cabe duda de que se trataba de la actual Salina Grande. Aparece múltiples veces como localización de pausatas, y nos ayuda a localizar otros topónimos.
Arcello: aparece citado en el 946 como un lugar cerca de Revellinos, con lagunas y salinas “in lacunas de Arcello uindo uobis meas pausatas” (Vignau 1885: Doc. CCXI), un camino comunicaba ambos lugares, por lo que su situación estaría al sureste de Revellinos cerca de la Salina de Barillos, llamada en el siglo XVI de Bayllo que puede relacionarse con Arcillo o Arillo derivado de Arcello. No vuelve a aparecer documentado como tal aunque intuyo que pudiera ser la aldea que en el siglo XII se denomina Salinas.
Matronille: se cita en el 964 como nombre de una salina en Lacuna Maiore al lado de la "carrera que discurrit de Breto ad Aratoi". Se vuelve a documenta en 1050 "pausata in Kalvello Matronil" (Ruiz Asensio, 1989: Doc.1074). En el siglo XII aparece varias veces como pausata o salina de Matronil, suscitándose un pleito sobre su posesión. Actualmente existe un pago en el término de Villafáfila, al noreste de la Salina Grande, conocido como Madorniz o Madornil, muy cerca del despoblado de Villarigo, en cuyos términos se incluía en el siglo XVI, en el que se encuentra alguna cerámica medieval. La etimología de Matonille parece ser de origen mozárabe (Cabero 1989).
En la documentación del siglo XI se nos dan noticias por primera vez otra serie de aldeas o pueblos situados en el territorio de Lampreana.
SAN PEDRO 12
Citado en 1025 y en 1158 junto a Villaordoño en sendas donaciones al monasterio de Moreruela. En 1152 es citado con iglesia : "..et de ermida SanctiPetri, et iacent in terra de Lanpriana inter terminos de uila Fafia et Tourum.."et ecclesiam Sancti Petri cum omni sua hereditate et salinis... iacet inter illas duas vias que sparten se in exitu de uilla Moledes, unam que tendit ad Sanctum Tissum et alia que ducit ad Sanctum Petrum, et ad Sanctum Petrum ducit ad Sanctum Tissum.." (Loscertales, 1976 II Doc 264). En el reparto de los pechos reales del año 1462 se le reparte “al conçejo de Sant Pedro anmos los barrios DCCCCXC mrs.” (E.M.R. Leg...16-155), de lo que se deduce que todavía en esa fecha estaba poblado y la mención a los dos barrios que forman el concejo, posiblemente se tratara de San Pedro y Oterino que pertenecían a la encomienda de Castrotorafe, y a finales del siglo XV se arrendaban sus términos para pastos de las ovejas y siembra de panes a los vecinos de Villarrín o de Villafáfila: “ los termynos de Oterino e de San Pedro de Muélledes, que son de la horden de la encomienda de la dicha villa de Castrotorafe con sus tierras e prados e los diesmos al dicho señor don Enrique pertenesçientes en los dichos terminos”. La renta en 1500 ascendía a 100 cargas de pan mediado, 50 carneros y 50 gallinas (A.R.Ch.V. Quevedo f. 1057-7). Su iglesia era visitada por los visitadores de la Orden de Santiago y se realizaban obras en ella en el siglo XVI. Sus diezmos pertenecían al comendador en 2/9, y el resto al maestrescuela de la catedral de Zamora y al convento de San Marcos de León. Su distribución dio lugar a muchos pleitos y concordias como la de 1549. Asimismo hubo discordias entre las diócesis de Zamora y Astorga sobre la pertenencia de este pueblo, y aún en la citada concordia de 1549 se dice “que es de la diócesis de Zamora o de Astorga” (A.H.N. OO.MM. Libro 1362). Todavía en el siglo XVII permanecía en pie la iglesia como ermita, con un ermitaño encargado de su mantenimiento.
En el siglo XVIII en el Catastro del Marqués de Ensenada figura como término redondo despoblado de San Pedro de Muélledes con 620 cargas de tierra, perteneciente a la jurisdicción de Castrotorafe (A.H.P.Za. Ensenada 1305).
Se localiza al N.O de Villarrín a menos de un kilómetro del casco urbano en un pago donde aparecen restos de la cerámicos prerromanos, junto con otros de época romana y medieval.
VILLA AUTERIOLO 13
Citado asimismo en los mencionados documentos de 1025 “... illas nostras uillas in Lampreana...uilla Aucteirolo ad integro...” y 1158 "Auterol " junto a San Pedro y Villaordoño; sin descartar que pueda tratarse del “auterium de Ambroce” mencionado en el año 1000 (Loscertales, 1976 II: Doc. 278). En 1163 (Alfonso Antón, 1986: Doc. 13) aparece como una de las granjas de Moreruela y todavía en 1183 tenía "magister grangiam" (Loscertales, 1976: Doc. 266). Pertenecía a la encomienda de Castrotorafe y sus términos se arrendaban conjuntamente con los de San Pedro en 1500 “ Sepan quantos esta carta de arrendamyº vieren como yo Alº de Carvajal, mayordomo del señor don Enrique Enríquez de Guzmán, comendador de Castrotorafe, mi señor, arriendo e doy en renta ..., los termynos de Oterino e de San Pedro de Muélledes, que son de la horden de la encomienda de la dicha villa de Castrotorafe con sus tierras e prados e los diesmos al dicho señor don Enrique pertenesçientes en los dichos”. Con el transcurso del siglo XVI sus términos se fueron confundiendo con los de San Pedro y en 1580 se cita en un apeo en término de San Pedro de Muélledes "camino que va a Oterino" (A.H.P.Z. Notariales 4943) y todavía persiste el pago de Carraterino en Villarrín. Se localiza en Villarrín, al noroeste de San Pedro.
VILLA REGINE 14
Se menciona por primera vez en el 1038 y múltiples veces a lo largo del siglo XI en relación con propiedades de pausatas y salinas situadas en sus términos: "de illis pausatis ubi sal operantur" aunque su existencia debe remontarse al siglo X, pues estas propiedades pertenecían al noble leonés Pelayo Rodríguez que vivió en esos años ( Ruiz Asensio,1989 : Doc 970 y 1201). Se le sitúa en Lampreana y se le cita indistintamente como Villa Regine o Villa Regini, que con el tiempo se transforma en Villa Rain (Loscertales, 1976 II: doc. 264) o Villa Rein, y, a veces por deformación culta, se escribe Villa Ferrin, cuando en 1237 (Trancón 1990: 24) o en 1257 (González, 1980) la villa es vendida a la abadesa del monasterio riojano de Cañas. A finales del siglo XV pertenecía al Marqués de Astorga, don Fadrique Osorio por parte de su mujer, doña Mencía de Guzmán, pasando a su hija Isabel, esposa de don Diego de Carbajal, señores de Jodar. Con la despoblación en la Baja Edad Media de las aldeas que lo circundaban se fue rodeando de una serie de dehesas y despoblados, unos pertenecientes al mismo señorío como Muélledes o Falornia, y otros como San Pedro, Oterino, San Sadornín o Gamonal, vinculados a la encomienda de Castrotorafe, que acabaron integrándose en sus términos.
Siempre mantuvo buenas relaciones con el monasterio de Moreruela, de quien tenían los vecinos de Villarrín arrendadas las salinas, y a cuyos términos acudían a salgar el ganado los pastores de los frailes.
La etimología de Villarrín es de claro significado antroponímico en concordancia con la mayoría de los pueblos de Tierra de Campos: villa de Regine o, tal vez villa de la reina, pues cerca de la villa se localiza a fines del siglo XV el pago de Teso de la Reina (A.H.P.Za. Desamortización caja 242).
PRADO 15
La primera noticia que tenemos de este lugar es a propósito de su donación al monasterio de San Salvador de Villacet por Oveco Muñoz en 1042: "et in Lampreana villa quem dicunt Prato ab integro" (Herrero, 1988: Doc.473). Por la documentación posterior sabemos que tenía salinas y seguía poblado en 1165: "...et in Prato uno corral cum suas casas et cum suas salinas in IIIIor partes...” (Serrano, 1927: doc 59), y que era uno de los pueblos limítrofes con Otero de Sariegos en 1178: "...in Otero de Serigo....Iacet enim sapra nominata uilla en alfoz de uilla fafila. Ex una parte iacet Sancta Crux, ex alia parte Prado et ex alia parte Requexo." (A.D.Le.Gradefes Doc. 131), por lo que supongo se podría hallar al sur de la Salina Grande, en alguna de las parcelas en las que aparece cerámica del siglo XII.
JUNCIEL
Citado en 1042 como villa de realengo donada por el rey Fernando I a Keia Abze dentro del territorio de Lampreana: "...et est ipsa villa in territorio Lampriana, villa que nuncupant Iuncello ab integro, per suis terminis antiquis et Zabales simul cum Rubiolos ab integro et sont suos terminos per Sancta Columba et de alia pars per Rego de Lampriana sicut iurificavimus usque hodie, et ex alia pars per Maganeses et per Iahafes..." (Alfonso Antón.1986: Doc. 1). Se localiza el en actual término de Manganeses de la Lampreana. Es de suponer que las aldeas que siven de lìmite a Junciel pudieran integrar el territorio de Lampreana, como es bien patente en el caso de Rego de Lampriana, que es distinto de Riego del Camino, pues en un documento coetàneo se le cita en territorio de Castrotorafe: "...Item in Rego Severi, qui est in territorio Ad Torabe prope monasterium Morairola medietate” (Ruiz Asensio.1989: Doc.970).
La falta de información en las fuentes antiguas que yo he manejado no me permite aventurar la delimitación del territorio de Lampreana por el sur.
En este siglo se citan otros topónimos menores dentro de Lampreana como son "illa Veiga" que posiblemente corresponda a "La Vega" de Villafáfila, y "Xaarich" citado en el 1059 (Martínez Sopena, 1985: 406) sin una localización precisa pues, aunque en las afueras de Villafáfila el en lugar de Las Pilas se localiza "El Cheril" en torno a un antiguo pozarcón cuadrado, también existe otro topónimo parecido en Manganeses, y, según Francisco Rodríguez Pascual, es una palabra usada en la provincia de Zamora y Portugal con significado de fuente pública, generalmente cubierta.
Los núcleos que se citan por primera vez a principios del siglo XII es muy probable que ya existieran poblados anteriormente. Así:
MOLEDES 17
Es citado por primera vez en 1101, cuando el obispo Pelayo de Astorga y sus canónigos compran una heredad en Moledes, en Lampreana (Cabero, 1989: 33), y tiene una larga pervivencia a lo largo de la Edad Media. Se hallaba en el actual término de Villarrín al noroeste, a cuya jurisdicción correspondía por lo menos desde el siglo XVI ocupando los términos de la Dehesa de Muélledes desde la Recierta hasta los de Otero de Sariegos, asimismo se cita la ermita de Santiesteban de Muélledes cuyo beneficio correspondía a un racionero de Astorga. Existiendo independientemente San Pedro de Muélledes (el Sancto Petro citado), y San Juan de Muélledes que veremos después. Desde el siglo XV estaba despoblado, y la indefinición de sus límites con Villafáfila dio lugar a un largo pleito en el siglo XVI entre el concejo de Villafáfila y don Diego de Carbajal, señor también de Villarrín, a quien pertenecía la dehesa de Muélledes.
En los límites de la Tabla se cita "...lindante con el despoblado de San Pedro de Muelledes, comprendido en la jurisdiciòn de San Zebrian de Castrotorafe, con la desa titulada Molledes propia y xurisdiciòn del dueño de la villa de Villarrín de Campos (se refiere al Marqués de Salvatierra) con otro despoblado que se dice el Valle propio del Conde de Venavente..." A.R.CH.V.) citado por (Granja, 1996). Era diferente de San Pedro de Muélledes cuya jurisdicción pertenecía a Castrotorafe, mientras que Muélledes o Moledes se incluía en la diócesis de Astorga, con su ermita de San Esteban de Molledes en el año de 1541: "...e dicho dia presento titulo de prestamo de Santo esteban de Muelledes e Santo tirso e de Santa Maria de Falornia ermitas que son en el termino de Villarrín y son de Astorga y las posee un racionero de Astorga...” (A.D.A. Códices 3-3,15 bis). Sin embargo el despoblado de San Pedro de Muélledes no pagaba diezmos a Astorga en el siglo XVIII.
Sabemos que se incluía en el territorio de Lampreana por diversas menciones: "...in terra de Lampreana, Molldes..." 1106 (Herrero, 1988), apareciendo citado bajo diversas variantes Molledes en 1115: " et in Lampreana, in villa ue vocitant Molledes..." (Quintana Prieto, 1991: Doc. IX), Moledas en 1116, uilla Moledes en 1152, se cita su concilio en 1179, y en 1183 junto al de uilla Ordoniu (Loscertales, 1976 II: doc. 42, 265 y 266). Tenía salinas en sus términos cuyas ventas están documentadas en 1183, y vías que lo comunicaban con Santo Tirso y San Pedro. Todavía en el siglo XIV estaba poblado, pues en 1307 " Francisco Ioanes de Villafáfila morador en Muélledes” hace una donación al obispo de Astorga (A.D.A. Índice Particulares nº 565).
Según Cabero (1989) el significado toponímico parece que puede corresponder a pobladores de origen muladí (cristianos convertidos al Islam tras la conquista), lo que no ha tenido confirmación arqueológica en las prospecciones efectuadas en las diferentes parcelas donde se supone su ubicación, aunque las mismas deparan materiales plenomedievales, junto a escasos restos romanos.
CARRAGOSA 18
Se conoce su existencia desde 1116, a propósito de una relación de las bienes de la catedral de León en varias villas de Lampreana "...In Lampredana...in Carragosa” (Fernández Catón, 1990: Doc.1315), se vuelve a documentar en 1153 como uno de los límites de Bamba: "et ex alia parte...Carragosa...Isti sunt suis directuris de Bamba..." (Rodríguez González, 1966: Doc.25). Actualmente existe en Revellinos un pago denominado La Carragosa, en el camino de Arriba que iba de Revellinos a Tapioles, por lo que supongo que allí estaría ubicada esta aldea, aunque aún no he podido localizar restos cerámicos de la época que pudieran indicar el lugar exacto de su ubicación.
Ignoro el significado de este topónimo que también se encuentra en Castronuevo y al lado de Braganza.
OUTERO
Se documenta por primera vez con este nombre en 1116, en la misma relación antes citada de los bienes de la catedral de León. Es dudoso que esta sea su primera mención o que lo podamos remontar al siglo X en el caso de considerar la correspondencia de la antigua aldea de Santo Martino con Otero de Sariegos.
En 1155 se citan dos Otero distintos: Oter de Frades y Oter de Serigo,en este último se documentan posadas (Vignau ,1885: doc. XIV y LXXXVII) y en 1178 sabemos que se incluía en el alfoz de Villafáfila "...in Otero de Serigo...Iacet sapranominata uilla in alfoz de Villa Fafila..." (A.H.D. de León. Gradefes nº131). En el siglo XIV, aunque las rentas episcopales de "la Eglesia de Oter de Sirago” se incluían en el Cillero de Villafáfila, el pueblo pertenecía a Arnao de Solier, y posteriormente pasó a los Condestables de Castilla, pero como villa con jurisdicción propia, no incluida en el alfoz de Villalpando, que pertenecía a los mismos señores. (Moreno Ollero, 1991: 403).
El significado toponímico hace referencia al accidente geográfico sobre el que se asienta y el sobrenombre de Sariegos parece indicar un gentilicio, tal vez relacionado con la extracción de la sal, "saliegos", aunque en la documentación del siglo XVII y XVIII se menciona reiteradamente como Otero de Seriego que parece evocar resonancias visigodas, concordantes con restos materiales de esta época encontrados cerca del actual emplazamiento del pueblo.
SAN JUAN DE MUELLEDES 20
Citado por primera vez en 1129, a propósito de la delimitación de los términos de Castrotorafe entre Valmayor (que supongo corresponde al pago del mismo nombre en Otero de Sariegos) y Bretó: "...et inde à Oter daguila et entrar en la carrera de Toro, et inde per Valmaior, et inde à Santo Ioane demoledes, et inde à Breton..." (Cabezas Lefrer et al. 1991: 219). Fácilmente podemos identificar los topónimos: Oter del Aguila se sitúa entre el Valderaduey y Lampreana "...ultram riulum de Aradoi contra Lampreana terminos scilicet...descendit per Outer de Aguila ( Tumbo de Castañeda nº 71), la vereda de Toro es conocida, Valmayor es un topónimo localizado en el sur de Otero, y Breton corresponde sin duda a Bretó; por lo que lo suponemos ubicado al sur del actual término de Villafáfila, tal vez lindando con Muélledes, y posiblemente parte de sus términos, La Recierta, serían origen de litigio desde el siglo XVI entre Villarrín y Villafáfila. En 1484, en un apeo del monasterio de Montamarta se cita una tierra "entre San Esteban de Muelledes y San Juan de Muelledes"; y en 1595 " un herreñal en el término de Muélledes entre las dos ermitas de San Juan y San Esteban, yendo por la senda de San Esteban hacia San Juan" (A.H.P.Za. Desamortización.193). En 1506 se cita como despoblado de San Juan de Muélledes (A.D.Le. San Marcos, cajón y legajo 4, nº 30.), y, todavía en 1751, existía en Villafáfila un beneficio simple de San Juan de los Yermos.
REQUEJO 21
Esta aldea aparece documentada en 1148 en Villafáfila: "...hereditetis...in territorio Lampreane in uilla que uocitant Uilla Fafila....una posada in Requexo...” La supongo situada en terrenos próximos a alguna laguna, pues se documenta pausatas en ese año y en 1155: "...una corte cum quator pausadas una in Vilarigo et alia in Abrollar et tercia in recheiso et IIII.ª in Oter de Serigo...” (Vignau ,1882: doc. LXXIX y LXXXVII). En 1522 la orden de Santiago tenía allí dos posadas de rallar sal y otras el monasterio de Moreruela.
Estaba situado cerca de Otero de Sariegos en cuyos límites se cita en 1178 "...in Otero de Serigo... Iacet sapranominata uilla in alfoz de Villa Fafila...Ex una parte iacet Sancta Crux, ex alia parte Prado et ex alia parte Requexo.” (A.H.D. de León. Gradefes nº131), y más precisamente entre Villarigo y Otero, en la orilla este de la Salina Grande, tal vez en Papahuevos, donde se encuentran restos medievales que se pueden remontar al siglo XI, como cerámicas de retícula incisa y fondo marcado. En un apeo del año 1670 se mide " una tierra a do llaman requexo... linda...con laguna que hace la salina y prado del concejo " (A.P.V, libro 60) y en otro deslinde de 1751 se cita "una tierra en Requejo a medio cuarto de legua de Otero al camino de Villalpando " (A.H.P.Za. Ensenada 957), todo ello sirve para confirmar su localización.
FALORNIA 22
Lo hemos encontrado por vez primera en 1152 a propósito de los límites de la heredad de Santo Tirso: "...ecclesia de Sancto Tirsso cum omni hereditate sua, quomodo diuidit per furnum de tegula intrante ad Moledes ubi uinguntur uie et inde ad Nigrelam et inde in promum colligendo eccesiam Sancti Petri et diuidit cum uilla Rain, etinde ad Maladones etinde quomodo diuidit cum Falorne et inde quomodo diuidit cum Manganeses,et inde per Gamual..." (Loscertales, 1976 II: doc. 48). En 1160 el monasterio de Moreruela adquiere heredades en Falornia (Alfonso Antón, 1986).
Su ubicación es conocida en el término de Villarrín, al suroeste del pueblo, donde se localizaba la ermita de Santa Mª de Falornia, cuyo cementerio todavía existía en 1580, y cuyo señorío pertenecía a los descendientes de doña Mencía de Guzmán, igual que Villarrín.
GAMONAL 23
También citado como la anterior como uno de los límites de Santo Tirso, entre Manganeses y Moreruela. Debía de estar incluido en el alfoz concedido en 1129 por Alfonso VII a Castrotorafe, en cuyos términos se incluye como despoblado en 1831 (Cabezas, 1997: doc.293). Ya en 1499 era una dehesa perteneciente al comendador que tenía arrendada el concejo de Riego para pasto de sus ganados (A.H.N. OO.MM. Lib 1091). Actualmente hay un pago (Mapa Topográfico Nacional. Hoja 340) en Villarrín con este nombre, en la raya de Manganeses. En el siglo XVIII, el término de Gamonal tenía una superficie de 540 cargas de tierra (Moreno, 1984: 216).
NEGRELA 24
Asimismo citado en 1152 en el mismo documento, cerca de Muélledes, vuelve a aparecer más tarde con esa misma asociación: "in Moledes de Negerela" en 1179, y en 1183 se documenta la venta de una: “salina in Moledes et est in Negrela". Se localizaría en uno de los pagos cercanos a las lagunas del norte de Villarrín, dudando de su posible consideración como aldea, o simple topónimo menor.
BAMBA 25
Topónimo de indudable resonancia visigoda situado entre los términos de Revellinos y Tapioles, donde aparecen restos cerámicos tardorromanos y medievales (Martín Valls / Delibes de Castro1977). En la documentación medieval se le cita en territorio de Lampreana en 1153, como donación al monasterio de Castañeda por la infanta Sancha "hereditate quam habeo in Lampreana, scilicet de Bamba....Habet enim iacentia inter Sanctum Felicem et Salinas et Tapias et ex alia parte est Malelos et Ceresinos et Carragosa.". Además se menciona "...cum suo villare de Ferrarios...”, como un posible barrio o resto de antiguo poblamiento. En 1155 los monjes siguen adquiriendo viñas a diferentes propietarios, que parecen que estaban concentradas, junto con los huertos, en torno a la iglesia de Santo Tomé: "Sunt ipse uinee in territorio de Lampreana sub aula Sancti Thome de Bamba" "…a la peral....al pumar...al vimneru ...in illa cortina de Bamba, tam vineas quam perales” (Rodríguez González, 1966: Doc.25, 30 y 33), que pertenecía al monasterio en 1193, cuando Inocencio III confirma las posesiones de Castañeda (Mansilla, 1955). Posiblemente se utilizaban como salinas las pequeñas lagunas que se sitúan en los alrededores del antiguo poblado.
SANCTO FELICE 26
Citado en 1153 como uno de los límites de Bamba, no conozco su situación exacta, por el contexto parece localizarse cerca de Salinas, entre ambas. Se vuelve a citar en 1211 con salinas pero como no incluido en Lampreana: "... salinas quas habebant in Lampreana, et in Sancto Felice, et in Moladas…”, (González, 1944: doc. 274) aunque en 1310 la diócesis de Astorga percibía rentas de su iglesia, incluidas en el cillero de Villafáfila "... et de la Eglesia de San Feliz lieva un moyo de sal..." (Cabero, 1987). En 1498 en un pleito entre don Enrique Enríquez y don Pedro de Ledesma sobre el señorío de los términos de Salinas y San Feliz se citan los dos juntos, por lo que correspondería a dos aldeas diferentes con un mismo señorío, que al despoblarse antes una de ellas, en este caso San Feliz, se acabaron confundiendo (A.R.Ch.V. Alonso Rodríguez D.10-9). En una descripción de diversos términos de Villafáfila en la primera mitad del siglo XVI, alguno de los cuales sabemos con certeza que corresponden a antiguos despoblados, se menciona “la Vega que dizen de San Feliz” (OO.MM Pleito 5514), posiblemente por su proximidad a la antigua aldea, o porque parte de sus términos acabaran incluidos en los de Villafáfila.
SALINAS 27
También citado el año 1153, en el mismo documento, este pueblo permaneció poblado hasta el siglo XVI, “en el lugar de Salinas que esta despoblado siete años a poco mas o menos tienpo”, dice un testigo en 1537 (A.R.Ch.V. P.C. Moreno 2794-1), fuera de la jurisdicción de Villafáfila pero integrado en su arciprestazgo. Entre los bienes que el almirante de Castilla, don Alonso Enríquez y su mujer, doña Juana de Mendoza, incluyen en el mayorazgo que fundan el año 1426 en favor de su segundo hijo don Enrique, primer conde de Alba de Aliste, figuran “las salinas que son çerca de Villafáfila”, que parece referirse a este lugar. Posteriormente el conde don Enrique las sacó del mayorazgo a cambio de otros bienes, “con facultad e liçençia del señor Rey don Enrique”, y las vendió a Luis Vaca, vecino y regidor de Zamora. Después del fallecimiento de éste, sus herederos las trocaron con el entonces comendador de Villafáfila y Castrotorafe, don Pedro de Ledesma, que tuvo que defender sus posesiones en varios pleitos con don Enrique Enríquez de Guzmán, hijo del Conde de Alba. En el pleito varios vecinos de Revellinos habían testificado en favor de los Enríquez “porque les había prometido don Alonso y don Diego les darian el dicho lugar de Salinas para que biban e labren en el de balde, que no paguen sino los dyezmos” (A.R.Ch.V. Alonso Rodríguez D.10-9). En 1482 el concejo del lugar de Salinas solicita al de Villalpando que les concediesen las mismas ordenanzas de términos que tenían establecidas con el de Villafáfila (Moreno Ollero, 1991).
El beneficio de su iglesia era de presentar de la viuda de Pedro de Ledesma, regidor de Zamora en 1536. Posteriormente a su despoblación permaneció como dehesa que se arrendaba para los ganados. En el Catastro de Ensenada figura la Dehesa de Salinas con una superficie estimada de 875 cargas de tierra.
Su situación es conocida al sur de Revellinos a la orilla de la Salina de Barillos, donde se aprecian restos cerámicos y constructivos y sus términos llegaban desde cerca del casco de Revellinos hasta el Trancalón, rayando con Tapioles y Cerecinos. Su nombre es claro referente a la actividad que dio lugar a su origen.
OTER DE FRADES 28
Aparece por primera vez en 1155 como uno de los límites de Villafáfila: “Habet enim iacencian supranominata uilla inter Oter de Frades et Fortunola et Terrones” (Vignau., 1885: doc. XIV), sabemos que es diferente de Otero de Sariegos porque ese mismo año aparece citado con el sobrenombre de Serigo. En 1183 estaba habitado, pues un Domnus Pelagius capellanus de Oter de Frades confirma un documento de reparto de Maguetes entre los monasterios de Moreruela y de Sahagún. En 1201 sabemos que pertenecía al monasterio de Sahagún, de ahí su apelativo, y que estaba en proceso de despoblaciòn o ya despoblado, pues en el arrendamiento que hace el abad ese año pone como condición al arrendatario reedificar la iglesia y hacer las casas: "debes, insuper, ecclesiam reedificare, domos facere...” (Fernández Flórez, 1991: Doc.1409 y 1544), probablemente por traslado de su población a Villafáfila durante el proceso de organización de la villa para asentarse en la colación de la iglesia de San Miguel que pertenecía a Sahagún.
Sobre su ubicación caben dos posibilidades, que estuviera situado en el topónimo Torrefrades del término de Revellinos, pero no hay vestigios de poblamiento, o en el Teso de los Plateros, al lado del prado de San Fagunde en Villafáfila, donde sí quedan restos de una necrópolis medieval, además en esa zona se encontraba hasta el siglo XVI el término de San Fagunde, integrado en los de Villafáfila, pero con unos deslindes propios que incluso daba nombre a la parte de la Salina Grande situada en su entorno que recibía el nombre de Salina de San Fagunde. En este término, conocido como termino de frates desde el siglo X, era donde el monasterio tenía sus salinas y posesiones.
FORTUNUOLA 29
Topónimo citado en 1155 como uno de los límites de Villafáfila: “habet enim iacenciam supra nominata uilla inter Oter de Frates et Furtunola et Terrones” (Vignau, 1885: doc. XIV), parece referirse ya entonces a una aldea, pues las otras dos lo son, aunque en 1182 se menciona como un pago del la misma, indicando que se hallaría incluida en su alfoz "...in Uilla Fafila in bago de Furtunola..." (Vignau, 1882 pág. 167).
Se sitúa entre los términos de Villafáfila y San Agustín donde persiste el topónimo de Raya de Fortiñuelas. Merced a las testimonios de varios vecinos de esos dos pueblos en un pleito, que en 1530 se suscitó entre el concejo de Villafáfila y el prior de Nª Sra. de la Puente por el aprovechamiento de los pastos de este territorio sabemos que estuvo poblado hasta mediados del siglo XV. Pedro Gallego de 80 años dice que se acuerda de setenta años a esta parte ( desde 1460 ) y : "conocio ver poblado Fortunuela y conocio a dos vezinos que se pasaron despues a vivir a Santa Elena, cuando se despoblo el dicho termino y lugar e que quedaron alli casas e una iglesia texada con una canpana pequeña", otro testigo recuerda que: “vio ciertas tapias y una yglesia y un santo que se dezia la iglesia de San Pelayo", posiblemente la poblacion en esos años fuera estacional, pues otro vecino de Villafáfila dice que " vio en Fortiñuela tres casas en que conosçio vivir dos vezinos que estaban alli huydos de la pestilençia de Villafáfila, e vio y se acuerda ver una forca en un teso que esta ençima de donde solya estar poblado el lugar de Fortiñuela", símbolo de jurisdicción independiente, situado en el llamado actualmente Teso de la Horca de San Agustín. A finales del siglo XV, los priores de Nª. Sra. de la Puente hicieron intentos de volver a poblar el lugar: "este testigo de çinquenta años aca que se acuerda (desde 1480) nunca vio poblada Fortiñula, pero que se acuerda que se queria tornar a poblar e que vio que en el començaban a façer casas e moraban en el algunos vezinos, que esto era en el tienpo que se fueron los judios, e que despues este testigo vyo que se torno a despoblar no sabe como ni porque", pero la población no permaneció, y desde entonces quedó como una dehesa. (A.R.Ch.V. P.C. Moreno 2794-1).
En el Catastro del Marqués de la Ensenada (A.H.P.Za.) figura la Dehesa de Fortiñuela, perteneciente al Priorato del Puente, situado en el actual término de Milles de la Polvorosa, hijuela de los canónigos regulares de San Agustín de la Abadía de Benebibere de Carrión de los Condes. Tenía unas doscientas veinte cargas de superficie y se extendía desde el Valle hasta los prados de la Dehesa en la Raya de Revellinos. En 1700 se citan " residentes en la casa y granja de Fortiñuelas " (A.H P.Za. Notariales 11749) y durante todo el siglo XVIII todavía vivían en su caserío alguna familia (A.P. San Agustín). Durante el proceso desamortizador del siglo XIX, diversos vecinos de San Agustín adquirieron la propiedad de estas tierras, divididas en quiñones, y pasó a integrarse en su término municipal.
Se localiza el despoblado a poco menos de un kilómetro al sur de San Agustín, cerca de la Fuente de la Dehesa, donde aparecen restos de cerámica que se puede remontar al siglo XI como fragmentos de ollitas con decoración de retícula incisa.
Su significado parece estar relacionado con el antropónimo Fortunio, común en el siglo X, homónimo de Ordoño.
VILLARIGO 30
Conocemos la existencia de esta aldea, en principio citada como pago de localización de una "pausata", desde 1155: "...in territorio Lampreane in uilla que uocitant Uillafafila...quatuor pausadas una in Vilarigo..." (Vignau, 1885: 140) de donde se deduce su cercanía a las Salinas. En 1310 se cita su iglesia "...e de la Eglesia de Villarigo..." (Cabero, 1989) perteneciente al cillero de Villafáfila, dedicada a Nuestra Señora. Los términos de Villarigo siguieron siendo punto de referencia en los apeos de tierras o salinas durante el siglo XVI. La iglesia permaneció en pie hasta 1811 como ermita y cofradía de Villarigo donde se veneraba la imagen de la patrona de Villafáfila, y a donde acudían en romería los vecinos de Villafáfila, Revellinos y Otero, quizá como recuerdo del origen de algunos de sus antepasados que en la Baja Edad Media emigraran a estos pueblos.
Está situada a poco más de un kilómetro al Este de Villafáfila cerca del puente, en el trayecto de la Vereda de Benavente a Toro, y todavía hoy se encuentran restos de piedras, lajas y cerámica realizada a torneta con decoración de retícula incisa de cronología medieval.
ABROLLAR 31
La única cita de este topónimo está en el citado documento de 1155: "in uilla que uocitant Uillafafila una corte cum quatuor pausadas una in Vilarigo et alia in Abrollar et tercia in Recheixo et IIIIª in Oter de Serigo…”, por lo que se deduce del contexto que se trata de una aldea de Villafáfila, pues las otras tres lo son, y que estaría situada cerca de la Salina Grande, entre Villarigo y Requejo, quizás en el yacimiento medieval de Cabañica II.
SANCTA CRUX 32
La primera y única referencia es del ya citado documento de Gradefes de 1178, cuando se menciona como uno de los pueblos que limitan a Otero: "ex una parte iacet Sancta Crux. ex alia parte Prado et ex alia parte Requexo". Tal vez se pueda localizar al sur del actual pueblo de Otero en uno de los varios sitios donde aparecen restos de cerámicas de cronologías medievales, a ambos lados del camino de Villarrín.
SANTA EULALIA 33
En 1182 el monasterio de Eslonza recibe "illas pousadas... ad sancte Eolaliam" (Vignau 1885: doc. CV) por lo que se tenía que situar en las cercanías de las lagunas. No tenemos más referencias medievales por lo que podía caber la duda de que se tratara de un simple pago. En el año 1499 se menciona en un apeo “la tierra de Santa Olalla, linderos... e camino que va para Toro e sale a los foyos y es fasia las cabañas” (A.R.Ch.V. Zarandona y Walls 1353-8 olv.). En el apeo de las posadas del monasterio de Moreruela de 1528 (A.H.P.Za. Desamortización. Caja 238) se dice: " fueron a una posada a do dicen Santa Olaya.... con tierra que llaman el Villar de Santa Olaya....sobre la mano drª façia Santa Olaya e de alli vuelve façia la villa... e una trrª de Sant Martyn que esta al camyno de Santa Olaya". Y por otro apeo de las tierras de la iglesia de San Martín de 1705: " dos tierras cebadales a fuente aldea las divide el camino que va a Villarigo...." (A.P.Vfª). Con estas referencias se le puede suponer situada en " El Villar" al lado de Fuente Aldea en donde aparecen restos de enterramientos superpuestos, además de cerámicas medievales (Rodríguez / Larrén / García 1991). Un sendero unía Santa Olaya con Terrones en 1522.
SAN CLEMENTE 34
Aunque la primera cita es de 1185, a propósito de un convenio entre el obispo de Astorga y el abad de San Claudio de León sobre la iglesia de San Clemente de Fortiñuela, ya desde antes de 1178 se había consagrado ilegalmente la misma por parte de un hereje (A.D.A. Índice Particulares nº 572). Aunque San Clemente lleva el sobrenombre de Fortiñuela, es diferente aldea que la anteriormente citada y distanciadas algo más de 1 Km. en línea recta, pues a principios del XVI se cita el término de San Clemente, dentro de los de Villafáfila, junto a los de Fortiñuela, pero separado y apartado de éstos. En 1522 la Orden de Santiago poseía varios herreñales en ese lugar, uno de ellos “en baxo de la torre de San Clemente” (A.H.N. Nobleza. Osuna 2152-16).
En sus términos, confinantes por el Este con el arroyo de El Riego se documentan a principios del XVI, posadas y eras viejas, restos sin duda de una antigua explotación salinera.
El despoblado de San Clemente de Valorio se cita en 1708 como uno de los términos que había comprado la villa de Villafáfila, al contrario de Fortiñuela que hasta la desamortización perteneció al Priorato del Puente y después se integró en los términos de San Agustín. Desde este pueblo partía un camino hacia San Clemente en el siglo XVI, que llegaba a Villafáfila, correspondiente al viejo camino de San Agustín.
La ubicación concreta de este despoblado medieval se localiza en La Somadica, donde en un apeo de 1702 (A.H P.Za. Notariales 11749) todavía recibe el nombre de La Torrica de San Clemente, de clara referencia poblacional y donde aparecen piezas de cerámica correspondientes a cronología de fines del siglo XI hasta el siglo XV.
SAN PEDRO DEL OTERO 35
Aunque no se documenta hasta 1310 su iglesia perteneciente al cillero de Villafafila "... Eglesia ... de San Pedro del Otero...”, de la que el obispo recibía dos moyos de sal en concepto de diezmo (Cabero 1987), los restos que aparecen en su entorno datan del siglo XI a tenor de los hallazgos cerámicos como son restos de ollas facturadas a torneta con decoración de retícula incisa. Desde finales del siglo XV se le nombra un término de Villafáfila como San Pedro del Yermo, lo que indica una referencia a despoblación y en 1522 se menciona el recuerdo de la torre de la antigua iglesia en una de las tierras del comendador: “que se dice la tierra de la torre de San Pedro linderos camino de Cañiço ...”. Como señal del antiguo señorío persistía en 1498 el “fierro de Palaçio”, a modo de Rollo. Desde entonces es fácil de identificar en los deslindes y apeos de tierras el pago de "San Pedro del Yermo", en la Loma, incluyendo la Fuente de San Pedro. Su localización se detecta en uno de los tesos u oteros al norte del camino de Cañizo, donde se ven restos de tejas, lajas, cerámicas y huesos, separados del yacimiento romano.
Su situación algo alejada de las lagunas nos plantea la duda del lugar de donde extraerían la sal que estaban obligados a entregar al obispo de Astorga. Dos posibilidades se apuntan: o que sus términos llegaran hasta la laguna del Triunfo, o que tuvieran la propiedad colectiva de alguna posada en las orillas de la Salina, como se documenta para San Agustín.
SAN AGUSTÍN 36
Lo mismo ocurre con este pueblo, que no es citado hasta 1310, pero su origen debe ser anterior. Sus términos, jurisdicción de Villafáfila, estaban separados de los de la villa por los términos de Fortiñuela, que llegaban hasta los huertos de San Agustín. La vereda de Toro atravesaba su plaza, y en su término se ubica el pago de Los Villares, donde los monjes de Eslonza adquieren propiedades en el 946. A sus afueras se localizaba una ermita de la Cruz en el siglo XVIII, que pudiera corresponder con el ermiario sancti H citado ese año.
Permaneció integrado en el alfoz de Villafáfila durante toda la Edad Moderna, compartiendo con la villa y Revellinos sus aconteceres históricos, hasta convertirse en ayuntamiento independiente en el siglo XIX.
Su significado corresponde a un hagiotopónimo como la mayoría de los núcleos de repoblación tardía y pudiera tener relación con los canónigos regulares de San Agustín, dueños de Fortiñuela.
La sal que también entregaban al obispo de Astorga, como en el caso anterior, la tendrían que obtener de alguna pequeña laguna situado en los pagos más bajos de sus términos, aunque los términos de Fortiñuela ocupaban los prados que llegan hasta Revellinos, o bien de la posada documentada en 1528 como “de Santo Agostyn” cercana a la Salina Grande.
En la documentación de los siglos XII y XIII se citan diversos topónimos que parecen corresponder a pagos de labranza o de salinas:
- Salina de Quintanella 1153: "et inde a la salina de Quintanella et in ipsa Quintanella habet sua madietate" (Rodríguez González, 1966: doc. 25). Por el contexto de los términos a los que sirve de referencia estaría cerca de Salinas en el actual Revellinos.
-1177 " in Uillafafila una pausada ad Laroia "(Vignau, 1885: doc. XCVII), que tal vez se pueda situar en el pago cercano al Prado de los Llamares denominado Ribas Roias, donde en el siglo XVI se documentan rayaderos de sal.
-1182 ".....et Iª pousada in ostes iuxta carcauam " (Vignau, 1885: doc. CV). Seguramente ostes corresponda al pago de Santioste en Otero de Sariegos, donde se han encontrado lajas de pizarra y alguna cerámica medieval.
-1199 " a la laguna de Monago "(Vignau, 1885: doc. CXXII).
-1200 "salinas quam tu habes in loco pernominato del Rodezno " (Cabero, 1987: doc. III).
-1283 "la heredad de Pobladura, en término de Villafáfila, dos salinas - una de ellas de Santa Marina -..." (Martínez Sopena, 1985: doc. 1083).
-1310 "una salina de Santa Marina....., una tierra en que fue la Puebla....” (Cabero, 1987: doc. VI). Durante el siglo XVI es frecuente la mención de huertos o herreñales a “do dizen la Puebla”, que por las referencias parece situarse al oeste de la villa, posiblemente entre Las Pilas y la Alameda.
Texto: Historia de las explotaciones salinas en las lagunas de Villafáfila. Págs. 29 a 53. Zamora: Instituto de Estudios Zamoranos "Florián de Ocampo", 2000. ISBN 84-86873-87-8. Fotografía: Elías Rodríguez Rodríguez. J. F. Lorenzo, arrén. José Luis Domínguez Martínez.
Transcripción y montaje: José Luis Domínguez Martínez.
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[1]Además de los propietarios mencionados entre el 930 y 937, tienen resonancias mozárabes otros del entorno de Revellinos de 945 y 946 "... Elias cognomento Zulaimen, Mantelle, Ziti, Zaanton, Juliano aben Motaher...” (Vignau, 1885. doc. CCX ); o de "...Marvan, Abzuloma, Zuarez, Adelon y Allup..." en 979 , en Villa Ordoño (Quintana Prieto. 1991: 15).
[2]Las menciones al territorio: -"...et ipsa Villa de Travessa que sita est in territorio de Lampreana...".Año 945. -"...in territorio Lampreana iusta villa que vocitant Reuellines...".Año 945. -"...in territorio Lampriana in locum predictum iusta villa que uocitant Revellinos...".Año 946. -"...in territorio Lampreana...". Año 962. -"...et ipsa villa est in territorio Lampriana, villa que nuncupant Iumcello...".Año 1042. -"...in territorio Lampreane in villa que uocitant Uilla Falila...".Años 1148, 1155 y 1177. -"...in territorio Lamprehane in villa que dicitur Uilla Fafila...".Año 1153. -"...in territorio de Lampreana sub aula Sancti Thome de Bamba...".Año 1155. -"...nostram salinam...in territorio de Lampreana...".Año 1200.
La mención con otras referencias : -"...in Val de Lampreana Villa Regine...".Año 1077. -"...in terra de Lampredana, Molldes...".Año 1106. -"...ecclesia de sancto Tisso et de illa ermida Sancti Petri, et iacent in terra de Lampriana...". "...cum omnibus suis salinis quas unquam habuit in tota ualle Lampredane...".Año 1152.
[3] De no encontrarse en el actual casco urbano ( a las afueras del mismo existe un yacimiento que aporta restos tardorromanos, TSHT, y en el otro extremo apareció el tesorillo visigodo ), posiblemente se podría ubicar en alguno de los asentamientos con restos medievales situados al sur de Villafáfila como "El Pradico" donde aparecen restos medievales como cerámica de retícula incisa y fondos marcados, con cronología del siglo XI, junto a cerámicas grises bruñidas que se pueden remontar a fechas anteriores al siglo VIII o "El Teso de los Plateros", un promontorio junto a la Salina Grande con restos cerámicos medievales, lajas de enterramientos y restos óseos humanos.
[4] FLOREZ Historia Sagrada Año 1742 Tomo XVI. Apéndice nº 29.
[5] Biblioteca Nacional. Mnss. 4357. Tumbo Negro de Astorga, fol.72 v. “Otra donacion á dha StªIglª de Astorga y su obº D.Fernando de todas las tercias q poseia en las Iglªs en este Obdo. como se contiene en los sagrados canones, como son la de Villarrín, la de Bretó. Castropepe, Castrogonzalo... Fecha 16 Kals. May Era MCLXXXXV”.
[6] Durante los siglos XII, XIII y XIV tanto Pajares como Manganeses aparecen en los documentos numerosas veces sin sobrenombre; Villalba en 1216 se documenta “que est in termino de Castrotorafe”, y en la delimitación de 1224 se reitera “Villalba in alfoz de Castrotorafe que sita ist inter Villarrein et Muscas et Castrum Novum et Manganeses” (A.H.N. OO.MM. Lib.1363) y en 1481 ya se le añade el sobrenombre: "en el lugar de Villalva de Lanpryana" (Vaca Lorenzo, 1991: 31). A partir de la Baja Edad Media el valle del Salado es denominado algunas veces con el nombre de Lampreana, así en 1311se cita " Cereyssinos, aldea de çamora, que as en Valde Lanpreana" (Alfonso Antón 1986: 529).
[7] Entre1181-1185 el papa Lucio III manda al obispo y arcediano de Zamora no inquietar al obispo de Astorga en la posesión de las iglesias de San Pedro de Muélledes y Villarrín, de las que injustamente se han apropiado. (Biblioteca Nacional. Mss. 4357, fol. 244 r.). El mismo pontífice en 1181, mediante un breve, da comisión a los obispos de Salamanca y de Zamora para que intervengan en la controversia pendiente entre los de León y Astorga sobre varias iglesias, entre otras la de Tapioles (A.D.A. Índice. Apostólicos pág. 245).
[8] "Curtis" es un patio central en torno al cual había varias edificaciones y dependencias, a veces rodeadas de una valla. Representaba la base de un señorío (Gª de Valdeavellano, 197). En los tiempos modernos recibe el nombre de cortina, una propiedad agraria, generalmente cercada, incluida o adosada a los corrales de las casas y dedicada muchas veces al cultivo de huerta o de pasto. [9] Sólo cito los topónimos que creo que se incluían en el antiguo territorio de Lampreana. En algunos documentos aparecen aldeas próximas como límites de otras o como procedencia de confirmantes. Es el caso de Ceralsinor (Cerecinos de Campos), Villa de Auriolo (Valdescorriel), sancti Micaello (posiblemente San Miguel del Valle) en el 946 (Vignau, 1885: doc. CCXI). Como límites de Bamba se citan algunos pueblos que creo fuera del ámbito de este estudio como son Tapias (Tapioles), Malelos, Froianes, entre otros en 1155. (Rodríguez González, 1976 doc. 25).
[10] Travesa aparece confirmando un documento de la catedral de León de 983 (Ruiz Asensio, 1989: Doc. 492)
[11] Aunque Fátima Carrera de la Red la sitúa en Villalba de la Lampreana porque allí existe un camino de Villarrín a Aspariegos o de Carratraviesa, también figura un topónimo de Carratraviesa en el término de Manganeses (Mapa Topográfico Nacional hoja 340). En la toponimia menor de Villafáfila en el año 1449 se menciona “un herreñal a la carrerina Traviesa” (Zarandona y Wall. 1353-8 olv) y en Otero de Sariegos en 1751 se cita " una tierra a do llaman Carretrabiesa a medio cuarto de legua" (A.H.P.Za. Ensenada 957), que puede corresponder al antiguo camino de Villa Travessa a Sancto Martino, o todas ellas se refieran a que el citado camino seguía una trayectoria atravesando otros.
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